No corren buenos tiempos en el Cuerpo Nacional de Policía en Canarias, con demasiados muertos internos encima de la mesa desde que se produjera el cambio de gobierno en Moncloa y de mando en la Plaza de La Feria hace casi un año. Haber investigado las presuntas corrupciones del PP en municipios grancanarios de tanta solera y potencial económico como Telde o Mogán tiene su coste, y con la llegada del nuevo jefe superior, Valentín Solano, las aguas aparentemente calmas gracias a su prudencia aparente parecen haberse enturbiado demasiado en los últimos meses. La penúltima de la casa la firma, según ha denunciado el Sindicato Unificado de Policía en Canarias7, la comisaria provincial de Las Palmas, Sagrario de León, justificando el cese del secretario general federal del SUP en Canarias, Enrique Pérez Ramos, por el apoyo público que sostuvo el SUP a la anterior jefa superior, Concepción de Vega, cuando fue víctima de una campaña del Partido Popular criticando su gestión al frente de la Policía Nacional por investigar a los presuntos corruptos. El SUP salió en defensa de la jefa superior en varias ocasiones, denunciando que el PP calificara de persecución política casos como Faycán y Góndola, y ahora su secretario general sufre las consecuencias al ser relevado de su cargo, al frente de la comisaría del Distrito Norte [Puerto, Canteras, etc.] de LPGC. El caso, como el de otros agentes represaliados a juicio del sindicato, llega hoy al Consejo de la Policía en Madrid, donde administración general del Estado y representantes de los trabajadores se sientan cara a cara.