La ampliación del Alfredo Kraus generará casi un millón de euros al año

La ampliación del auditorio Alfredo Kraus y Palacio de Congresos de Canarias, consistente en una nueva sala capaz para 600 personas y de entre 600 y 1.200 metros cuadrados más de superficie para albergar stands, generará cerca de un millón de euros de ingresos a la capital. “Sólo incrementando en un 7% el número de congresistas se conseguirán esos resultados”, pronostica Luis Acosta, director general de la Fundación que gestiona el coliseo de Las Palmas de Gran Canaria, durante una entrevista.

Los beneficios económicos que calcula la Fundación se basan en la metodología del Spain Convention Boureau, el órgano oficial del Gobierno de España que estudia las consecuencias de la celebración de congresos en todo el país, y que estima que durante los últimos ocho años el Palacio de Congresos generó 40 millones de euros de ingresos directos a la ciudad y 130.000 visitantes.

“Teniendo en cuenta que la construcción del Auditorio supuso 18 millones de euros, podemos decir que de cada millón que costó aquella obra, la ciudad ha ingresado dos millones”, reflexiona Luis Acosta. Con esa base, el director de la Fundación Auditorio augura que la capital “amortizará en pocos años” la ampliación, cifrada en 3,5 millones de euros.

“Si sólo se aumentara en un 7% nuestra capacidad de celebrar congresos gracias a la nueva sala, los beneficios serían entre 500.000 y un millón de euros por año”, calcula Luis Acosta. El director de la Fundación subraya que los datos que maneja Spain Convention Boureau se refieren a “congresistas que han estado en los hoteles de la ciudad, que han comido en sus restaurantes, que han utilizado nuestras infraestructuras, tomado taxis, acudido a agencias de viajes y visitado museos y teatros”.

La nueva sala, que se construirá en parte de la parcela donde se encuentra el aparcamiento en superficie que usa el personal del Auditorio, “se ejecutará en un plazo de ocho meses y costará unos 3,5 millones de euros financiados por el Ayuntamiento a través del Fondo Estatal de Inversión Local, recogido en el Real Decreto 9/2008, que establece que entre las obras a las que se puede destinar están las mejoras en equipamientos culturales y, también, para la promoción turística”, afirma Luis Acosta.

En general, las futuras dependencias permitirán la celebración de congresos capaces para casi 3.500 personas -“el récord absoluto lo ostenta un certamen de oftalmoología celebrado en 2007, que atrajo a 2.500 participantes”, puntualiza Acosta-, así como un incremento de la superficie destinada a estands, cifrada entre 600 y 1.200 metros cuadrados más, incrementando en un 50 por ciento el espacio actual. El porqué del proyecto

Luis Acosta destaca la trascendencia de la ampliación del Auditorio en el contexto de la ciudad. “Es una obra que interesa a todos, porque este edificio es de todos los barrios y de toda la ciudad”, apunta al tiempo que subraya la inclusión de esta actuación dentro de los planes de futuro de la capital, recogidos en el Plan Estratégico Proa 2020.

“Haciendo un poco de historia, cuando se proyecta el Auditorio y Palacio de Congresos se busca situar a Las Palmas de Gran Canaria en el mercado de congresos a nivel nacional, además de cubrir una demanda cultural”, evoca Luis Acosta. “Pero una vez inaugurado, se detecta la construcción de otros diez recintos mejores que este en otras ciudades españolas, y por eso en 2002 se construyen las salas Alegranza y San Borondón, que están ocupadas un 65 por ciento de los días del año, que es mucho”.

Ya en 2005 empezó a fraguarse la idea de la futura ampliación. “Detectamos un boom de palacios de congresos y auditorios en la Península y en Canarias, como el Magma y el auditorio de Tenerife, y el palacio de congresos de Maspalomas”, una coincidencia que hizo reflexionar a la Fundación. “Hicimos un estudio de mercado a nivel nacional y detectamos que había varias instalaciones que nos superaban en capacidad para acoger congresos, por eso se elaboró esta propuesta”.

Evitar errores históricos

El máximo responsable de la gestión de la Fundación Auditorio no quiere repetir errores pasados. “En los años 60, Las Palmas de Gran Canaria estaba en los primeros puestos de destino del turismo, pero el boom turístico lo trasladó al sur de la Isla. Creo que hubo falta de previsión y falta de reacción. Ahora hay que evitar que eso vuelva”, considera.

Es en este contexto, precisa Acosta, en el que irrumpe la decisión del Ayuntamiento de financiar la obra. “Es una oportunidad para la ciudad”, indica el director de la Fundación, “ya que la otra opción”, añade, “era sufragar de los fondos propios la obra, teniendo en cuenta que estamos obligados a destinar el 70 por ciento a los fines fundacionales, es decir, a la programación musical y a la organización del congresos, convenciones y jornadas”, lo que habría derivado en un endeudamiento, “imposible de asumir sin elevar los precios”.

Vocación popular

El Auditorio y el Palacio de Congresos de Las Palmas de Gran Canaria, valora el director de la Fundación, “ha conseguido durante todos estos años que los ciudadanos se identifiquen con él´”. Y es que el máximo responsable del coliseo Alfredo Kraus defiende la vocación popular del edificio diseñado por el arquitecto Óscar Tusquets.

No en vano, ha logrado traer “a precios muy asequibles a artistas que la ciudad nunca se imaginó”. Acosta hace hincapié en el privilegio que supone “pagar 30 ó 40 euros por ver a figuras internacionales como Van Morrison, Chick Corea, Brian Adams, Elvis Costello, Alan Parsons; o artistas nacionales como [Joan Manuel] Serrat, [Joaquín] Sabina y [Enrique] Morente; y representantes de toda la variedad de la música canaria, como Mestisay, Pedro Guerra, Mary Sánchez o el mismo Alfredo Kraus”.

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