La educación en lectura, la asignatura pendiente de los centros educativos y las familias en Canarias

Niños leyendo. (Imagen de archivo)

Silvia Álamo

Las Palmas de Gran Canaria —

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Canarias se ha convertido en uno de los lugares de España donde menos se lee. Solo el 56,7% de los canarios y canarias asegura leer de manera habitual, lo que sitúa a la comunidad con el segundo índice de lectura más bajo de todo el país, superado a la baja en cinco puntos por Extremadura (52,2%). Estos datos que posicionan a las Islas, una vez más, a la cola de las estadísticas están directamente relacionados con la falta de educación lectora, una de las asignaturas pendientes en los centros de educación y en las familias.

El vicepresidente de la Asociación de Libreros de la Provincia de Las Palmas, Antonio Rivero, considera que estos índices se pueden traducir en oportunidades dándole “la vuelta” para ver “qué cosas se pueden hacer”. Las librerías y las bibliotecas están haciendo una “labor de promoción bastante fuerte”, apunta, y cree que la administración tiene un papel muy importante en cuanto a promoción de lectura. “Todo intervendría”, señala.

Rivero detalla que muchos centros de educación tienen actividades que crean muchos lectores, la clave, opina, está en conocer qué actividades con éxito se pueden compartir. “Si hay colegios que ven que los proyectos de otros centros funcionan pueden copiarlas y atraerlas al suyo”.

En la misma línea opina la presidenta de la Asociación de Libreros de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Remedios Sosa, quien resalta la importancia de educar a los más pequeños en la lectura. “Los niños son el futuro y si queremos una sociedad más justa y más democrática, la labor más fuerte hay que hacerla en los primeros años de vida para que sean buenos lectores”, insiste. Sosa cree que es muy importante leer, pero hay un matiz que considera fundamental: “tienen que leer por placer”.

En los últimos años, muchas librerías de las Islas han tenido que cerrar sus puertas debido a la caída desenfrenada de las ventas. Es innegable que la cultura fue uno de los sectores más golpeados por la crisis y la venta de libros no iba a ser menos. Rivero cuenta que con la recuperación económica se ha ido recuperando el nivel de ventas, pero ahora está “prácticamente estancado”. “Es un momento complicado”, reconoce, “vamos sobreviviendo a base de reinventarnos, realizando actividades y yendo a algunas ferias”.

La irrupción en el mercado de grandes compañías internacionales es uno de los factores que puede tener consecuencias en la paralización de ventas de libros en Canarias, explica Rivero. “Probablemente Amazon esté haciendo año”. El vicepresidente de los libreros de Las Palmas cree que se debe incentivar a la ciudadanía a comprar en los comercios locales. “Quien quiera comprar un libro que vaya primero a las librerías de aquí, muchas tienen webs y servicio de entrega a domicilio bastante buenos”, asegura. “No hay que ser localista, pero lo que se consigue aquí, incluso por ecología, no tiene sentido traerlo de fuera”.

Sin embargo, y a pesar de vivir en una época en la que la tecnología tiene mucha importancia en la vida de la ciudadanía, no cree que el libro electrónico haya sido uno de los factores que hayan producido esta paralización. “Hace unos años se decía que era el ‘boom’ y que desaparecería el papel, pero no ha sido así”. El librero detalla que el libro electrónico va creciendo “lentamente”, pero “no es un enemigo”. “Probablemente haya influido en un 3-4% en la caída de las ventas”, detalla. Los móviles y tablets sí que hacen que el tiempo que hasta hace unos años pasábamos leyendo ahora lo empleemos en navegar por diferentes webs.

Remedios Sosa asegura que “el problema es que con la crisis el sector más afectado es el de la cultura y por donde se han hecho los recortes más fuertes y ahí el libro se ve afectado”. La presidenta de los libreros de la provincia occidental señala que en los últimos años han desaparecido muchas librerías, pero “es la tónica de todo el Estado”.

En relación con los libros electrónicos considera que ya “tienen un tope”. Sosa cree que este tipo de tecnologías crea diferentes formas de lecturas y espera que se traduzca en “más lectores”. Recuerda que con el surgimiento de los libros electrónicos “se auguraba que iba desaparecer el papel, pero no ha sido así”.

La Ley de Bibliotecas, un paso hacia adelante

El pasado mes de marzo se aprobó en Canarias la Ley de Bibliotecas a partir de la cual todos los municipios del Archipiélago deben contar con al menos una biblioteca. Era la única comunidad del país que no contaba con esta legislación. Remedios Sosa celebra esta “buena noticia” ya que cree que a partir de esta ley la ciudadanía tiene la posibilidad de leer si no cuenta con libros en casa. “Todos debemos la misma oportunidad de formarnos e informarnos”, acentúa.

La presidenta cree que la crisis ha influido mucho en los bajos índices de lectura debido a la falta de medios económicos de muchas familias. “Primero tienes que emplear el dinero para la comida y luego si queda algo para los libros”, manifiesta. En aquellos años el presupuesto de las bibliotecas era cero y en los centros escolares “se convertían en habitaciones de castigo o almacenes por la falta del presupuesto para material y personal.

Sosa anima a todos los ciudadanos a “leer y disfrutar con la buena lectura”. “El libro es el arma más fuerte de la democracia y su día debería celebrarse todos los días del año”, sentencia.

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