Javier Tomeo: “Vivimos en un mundo de náufragos y la gente se mata por coger el salvavidas”

MADRID, 17 (EUROPA PRESS)

Javier Tomeo, a sus 80 años, sigue escribiendo, a mano o a ordenador, las historias que llegan a su cabeza y que transforma en forma de novelas o de relatos cortos. Ahora, la editorial Páginas de Espuma publica 'Cuentos completos', una antología de 1.000 páginas que condensa lo más representativo de su obra.

“La soledad, la insolidaridad y la falta de comunicación entre la gente” son los temas que Tomeo refleja en su literatura y que toman forma en tramas anacrónicas y absurdas, donde destaca “la fascinación por lo monstruoso, la animalización de los humanos y la humanización de los vegetales y los animales”, según destaca en el prólogo de este volumen Daniel Gascón.

Esa falta de contacto entre las personas que tanto atrae al escritor es para él “un contrasentido en un mundo en el que vivimos hacinados con una densidad muy alta de habitantes”, según ha afirmado este miércoles en declaraciones a Europa Press. “Es sorprendente la soledad que ha de afrontar el hombre del siglo XXI”, afirma.

Según Tomeo, vivimos en un régimen que el autor llama “colisión de derechos”. “Es una situación jurídica que se produce cuando son varias personas las que quieren sobrevivir y prosperar. Este es un mundo de náufragos en el que solo hay un salvavidas y la gente se mata por cogerlo, ataca a los demás y se convierte en una fiera peligrosa”.

Por ello, cree que “hoy es más difícil que nunca amar al prójimo”, porque “vemos en él a un rival”, siempre en conflicto con los demás en situaciones que “no ayudan a sentirse solidario”. “En los pueblos, cuando tras trabajar se encontraban por el camino, se saludaban con más afecto”, añade.

La libertad formal y la imaginación ilimitada de Tomeo atrae a una gran diversidad de lectores y, según ha admitido, tiene “bastantes lectores jóvenes”.

“Hay quienes se sentirán muy cómodos leyendo las 'Historias mínimas', que en un principio llamé 'Microteatro psicopático'. Otros se sentirán más a gusto con otros de corte más tradicional, como 'El apartamento', 'El malentendido' o 'Los conspiradores'”, apunta.

Su temática está siempre salpicada por “la monstruosidad y la imperfección”. “El monstruo es el que necesita ser corregido en todo caso, el que sirve de ejemplo, el que se muestra como rareza. No es por morbo. Son gente normal a la que deformo y exagero como ejemplo de moralidad”, explica el autor.

KAFKA

Aunque su estilo ha sido comparado con el de Kafka, Tomeo matiza que se parece, “pero antes de leerlo”. “Es un autor que tengo prohibido, porque leo lo que a mí me gustaría hacer”, confiesa el escritor, para quien la mayor coincidencia entre ambos es “el absurdo de una situación”.

La precisión es una de las claves de su literatura, según indica. “Me siento muy a gusto en el cuento de ocho o diez páginas”. En este sentido, explica que es “una víctima de los editores de antaño”, a quienes les gustaba que las novelas tuvieran un mínimo de 200 folios mecanografiados a doble espacio.

“Para mí era un handicap, me costaba llegar. Tenían que justificar el precio de la solapa. 'La metamorfosis' de Kafka o 'El viejo y el mar' de Hemingway no habrían sido admitidos”, señala y concluye: “Hoy en día también se entiende eso: hacer novelas que luego se presentan al público como si fueran cajas de bombones”.

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