El universo del Womad impregna Las Palmas de Gran Canaria en su día grande
El universo Womad ha impregnado Las Palmas de Gran Canaria, llenando de interculturalidad el Parque Santa Catalina con los talleres infantiles o adultos y los conciertos de artistas que este sábado llegaron desde Níger, Reino Unido o Marruecos.
Desde primera hora de la tarde, los talleres infantiles y de adultos atraían la atención de pequeños y mayores en las puertas del edificio Miller, con los tambores de Ras Happa y la danza de Ripton Lindsay como principales protagonistas.
Abría la agenda de conciertos de este segundo día de Womad la banda canaria Profecía Crew, que meneaba a ritmo de reggae a los primeros en llegar al parque Santa Catalina.
Trayendo desde el Caribe un estilo jamaicano a la tarima de la capital grancanaria, el joven dúo de artistas encendió a diferentes generaciones en un público hambriento de música.
Como un huracán, los músicos isleños repartieron ritmo a través de letras reivindicativas en las que alentaron a cuidar la tierra y vivir la vida con positividad y animaron a las mujeres a mirar al frente.
Heredó el micrófono en el escenario bulevar la banda canaria de nacimiento y “de identidad global” Kuarembó, que con su fiesta de tonos mestizos mezcló percusión, trompetas, saxofones, bajos y guitarras eléctricas con el cóctel que es seña de identidad del grupo.
Con su particular viaje sonoro, los tinerfeños movieron en tonos de reggae, rumba, ska, samba, funky y ritmos latinos a un público que vitoreó al “ciudadano planetario” de Kuarembó, que reivindicó que “las banderas son solo paños de colores” buscando más unión y “menos fronteras, la tierra es de la gente”.
Las letras en inglés y bereber en un formato de soul de la franco-marroquí Hindi Zahra conquistaron con una propuesta heterogénea al público más fiel del festival, a un ritmo más pausado y con trazas de jazz, rock, blues y mezcla de influencias orientales y africanas.
Durante su actuación, sonaron en el corazón del Santa Catalina las letras de su trabajo Handmade, con el que ha recorrido varios festivales europeos.
Tan rompedor y experimental como acostumbra a ser sobre las plateas, el Niño de Elche reunió al público en torno a su improvisación, su rumba crítica y su mezcla de electrónica, rock, poesía y performance.
La trasgresión de la música de Francisco Contreras y su trabajo Voces del Extremo con su flamenco sin ataduras, descargaron todo su tono crítico y ácido característico sobre el escenario.
Rompiendo con lo establecido, el cantaor atípico empezó su actuación con Notificaciones, para continuar con Estrategia de distracción, Mercados o El comunista y despedirse con su popular Que os follen, de esa forma única y sin etiquetas que le identifica.
Desde la cercana orilla del Sahara desembarcó Bombino, que conquistó el número 1 de iTunes y Billboard Charts en el apartado world music con su trabajo Nomad y que volvió a alcanzar lo más alto en este segundo día de Womad Gran Canaria.
La cubana Yaite Ramos aterrizó en el escenario bulevar entrada la noche, con la mezcla de hip hop, cumbia, dancehall y reggae de La Dame Blanche, que convenció al público con su sonido caribeño y mestizo.
El broche del Womad 2017 con el último pase musical del fin de semana lo ponía el acid jazz de la banda inglesa The Brand New Heavies, que demostró ese estilo forjado en los clubes londinenses sobre el escenario principal del Santa Catalina.
Los ingleses no fallaron a sus fieles seguidores en su primera visita a Gran Canaria y deleitaron a la comunidad Womad con algunos de sus temas clásicos.
“You are the future, and you've come for what is yours” (“tú eres eres el futuro, y has venido a por lo que es tuyo”): así comenzaba uno de sus temas estrellas la banda británica --You are the universe--, con una letra aplicable a un Womad que ha cumplido con creces no solo su regreso a casa, sino alcanzar la mayoría de edad en la ciudad que le vio nacer en 1993 en la playa de Las Canteras, a donde volverá el año que viene.
Encaraba así su recta final el festival, que cerrará sus puertas este domingo al mediodía con un pasacalles infantil.