El Granca baja los brazos
El Herbalife Gran Canaria ha bajado los brazos, y, con la cabeza gacha, ha abandonado su casa vapuleado por un gran Morabanc Andorra.
El conjunto claretiano comenzó ganando el primer cuarto por 20 a 17 pero al descanso, un triple de Salin dejaba la misma diferencia, pero en contra (36-39).
En el tercer cuarto, el Granca tuvo una tímida reacción pero a la tradicional 'pájara' que sufren los de Casimiro a partir del minuto 20 de partido se sumó una actitud pésima de los jugadores ante un excelso Andorra, que anotaba todo lo que los amarillos fallaban.
A más distancia, mayor rendición de los isleños, que bajaban del todo los brazos dejando a los visitantes jugar a placer y llevarse el partido por una diferencia de 22 puntos (64-90).
El primer cuarto se caracterizó por las reiteradas pérdidas del Andorra, que se mostraba muy impreciso en el rebote defensivo.
Los isleños llegaron a gozar de hasta nueve puntos de ventaja en dos ocasiones, pero en la recta final las canastas triples de Jelinek y Antetokoumnpo redujeron las diferencias.
En el segundo parcial, el equipo grancanario volvió a distanciarse en ocho puntos tras un triple de Kuric, pero Morabanc Andorra reaccionó y con un parcial de 0-7 se ponía a uno solo por debajo (25-24).
Nuevamente una canasta de tres puntos de Kuric hacía que Herbalife tomase un respiro (33-29), pero en el transcurso de un partido trepidante el MoraBanc con un parcial de 0-8, se situó a dos arriba (33-35) y provocó el tiempo muerto del técnico local, Luis Casimiro.
El activo base visitante Albicy ampliaba a seis la diferencia en favor de los suyos, pero un triple de Salin acercó a los locales en el electrónico antes de irse a vestuarios (36-39).
En la reanudación, el Herbalife tomaba de nuevo el mando en el marcador con un 4-0 de inicio, pero el griego Antetokoumpo se mostraba imparable en ataque y llevaba a los suyos a situarse en 43-50, a menos de cuatro minutos para el término de este tercer cuarto.
El Andorra, con un juego eléctrico y espectacular encestó con suma facilidad, y así abrió una brecha prácticamente definitiva en el marcador antes de llegar al último cuarto, ante un combinado insular que asistía impotente a la exhibición de su rival (45-62).
En los diez minutos finales los jugadores que dirige Joan Peñarroya siguieron en su línea de acierto a la hora de mover el balón -la conexión entre Albicy y Shermadini fue indefendible- y encestar, llegando al ecuador con 22 puntos arriba (54-76) y el encuentro decidido, ante la frustración de jugadores y aficionados locales.
Al final, derrota del equipo grancanario, que además tiene ante sí otro difícil compromiso el próximo miércoles, pues se jugará su continuidad en la Eurocup en la cancha del UCAM Murcia.
