El poderoso tiro exterior del Real Madrid impide la hazaña del Granca
Un Herbalife Gran Canaria que llegó a jugar de matrícula en el segundo cuarto, a punto estuvo de conseguir la hazaña de vencer al Real Madrid cuatro temporadas después.
Pero el recital de los blancos desde el exterior (con un Chacho Rodríguez en plan estelar) unido a los constantes fallos en ataque del conjunto claretiano tras el descanso impidió consumar una revancha.
Al final: 93 a 103 a favor de los de Pablo Lasso, que sufrieron para llevarse la victoria del pabellón amarillo. Sergio Rodríguez, con 17 puntos y 8 asistencias (20 de valoración); y Ayon, con 21 puntos, cinco rebotes y cuatro asistencias (30 de valoración) fueron los mejores en el Real Madrid.
En el grupo claretiano, Alen Omic sobresalió con 27 de valoración (17 puntos y nueve rebotes) junto a Oliver con 20 de valoración (18 puntos, seis asistencias y dos rebotes).
Un partido con unos precedentes que podían hacer presagiar lo peor, indiferentemente de que se juegue en el fortín amarillo: Los últimos quince enfrentamientos han sido blancos; este curso los de Lasso ganaron por 85-68 en el partido que Aíto más ha criticado a los suyos por bajar los brazos; el año pasado perdió en el Gran Canaria Arena por 80 a 88 y en la Copa del Rey los de la capital se la llevaron por tercer año consecutivo ganando por 81 a 85.
La última victoria amarilla se remonta al curso 2010/2011, cuando Carroll militaba en las filas claretianas (ganaron por 70 a 59).
Cuatro años sin ganar al que es vigente campeón de todo, y que a pesar de no tener su mejor nivel esta temporada, ha ganado el primer título que ha disputado.
Con este pasado, que no es otra cosa sino eso, se inició el partido con la igualdad como máxima desde el comienzo. Los dos equipos arriesgan poco, yendo a lo seguro, midiéndose. El Real Madrid, con la guía de Llull y la efectividad de Ayon, dominaba el marcador, pero la capacidad reboteadora de Omic y la efectividad en los tiros libres evitaron que se fuesen muy lejos.
Casi todos los tiros son desde la pintura. Carroll, Maciulius y Thompkins encestaban desde la línea de 6,75. Por el lado amarillo, sólo Kevin Pangos, dejando casi sentado al Chacho Rodríguez y poniendo en pie al Gran Canaria Arena, anotaba de tres en el minuto nueve para poner el 24 a 24. Enseguida contestaba el base tinerfeño con una espectacular asistencia a Maciulis, que anotaba de dos para dejar el resultado al final del primer cuarto 24 a 26.
Si en el primer cuarto casi todo fue desde la pintura, en el segundo la exhibición de triples fue brutal, con 18 tiros anotados desde el exterior de 31 entre los dos equipos. Comenzaron los blancos de la mano de Llull, pero los rebotes ofensivos daban la vida a los amarillos gracias a Omic y salvaban la arrancada de los de Lasso.
Y entonces comenzó el recital del Chacho Rodríguez, que las enfuchó de todos los colores y repartió asistencias por doquier (hasta cuatro triples anotados en el segundo cuarto que le haría llegar a los 14 puntos). Pero los claretianos contestaban por medio de Seeley desde la línea de 6,75 para poner el 30 a 32 en el minuto 13. La defensa amarilla se mostraba férrea (sin cometer faltas) y recuperaban para poner el empate.
Ahí comenzó un recital de toma y daca entre ambos conjuntos, principalmente desde el exterior, sin dar respiro, metiéndolo todo. El marcador se balanceaba de uno y otro lado. El base tinerfeño lo anotaba todo pero los de Aíto respondían con creces, ya sea por medio de Pablo Aguilar, Seeley o Salin.
Con el 48 a 48 en el marcador, el Chacho perdía un balón que recuperaba Savané para poner un 2+1 y ponerse por delante de nuevo (51-48 a dos minutos del descanso). El castillo amarillo gritaba y entonces apareció Rabaseda para hacer un robo de los suyos, de esas jugadas intangibles pero valiosísimas, y con un mate espectacular ponía el 53 a 48 para volver loca a la afición del pabellón, que rugía en el clímax del encuentro hasta el momento.
Nocioni y Carroll, de dos, recortaban distancias, pero el Gran Canaria, por medio de un Oliver que anotó desde la línea de tiros libres y desde el exterior ponía la guinda para llegar al final del cuarto 58 a 55 con un espectacular parcial de 34 a 29. Un partido loco y muy bonito de ver con todo por disputarse.
El Real Madrid sale enchufado tras el descanso y pone un parcial de 0-4 para adelantarse en el marcador (58-59), algo que enseguida corregían los de Aíto de dos por medio de Salin (60-58). La intensidad era máxima. Llull anotaba desde el exterior y ponía el 60 a 62 mientras que los amarillos no podían replicar desde la línea de 6,75. Aíto pedía tiempo muerto viendo tras cuatro minutos jugados que el partido se podía escapar. Y así fue.
En el minuto 24 Báez falla dos tiros libres, ilustrando el nerviosismo que se podía palpar en las filas amarillas, cometiendo muchos errores. Pero aunque el Real Madrid tampoco hilaba tan fino, tenía la calidad y los recursos suficientes para anotar con mayor regularidad.
Si en el primer cuarto fue todo desde la pintura y en el segundo desde el exterior, el tercer cuarto se estaba caracterizando por los errores en ataque de los amarillos y la fortaleza defensiva de los blancos. Ndour anotaba un triple y Carroll metía cuatro seguidas para poner la mayor renta del encuentro (60-71 a tres minutos del final del tercer cuarto).
A un minuto y medio del final del tercer cuarto, perdiendo de ocho puntos (65-73) Seeley lo intentaba de tres y la pelota, a punto de entrar, salía, ilustrando lo que les estaba pasando a los amarillos en ataque. Erraban desde la línea de tiros libres como desde el exterior (ningún triple anotado por el equipo claretiano en el tercer cuarto).
La defensa amarilla evitaba que el partido se rompiese definitivamente, pero Nocioni, desde el exterior, hacía mucho daño a los de Aíto al final del tercer cuarto para poner once puntos de ventaja (68 a 79) tras un parcial de 10 a 24 para los blancos.
Tras dos minutos en blanco en ambos equipos, con muchos intentos errados, Omic (por fin) conseguía recortar distancias (70-79). Pero el Real Madrid no fallaba. Taylor metía otro triple en una auténtica exhibición de los blancos desde la línea de 6,75 y ponían a los suyos a once de nuevo, una ventaja aumentada por Nocioni con otra de tres (72-86) cuando quedaban cinco minutos del final. La hazaña ya parecía imposible.
Pero con un equipo que nunca se rinde, y en casa con su afición, nada es imposible. El Herbalife se ponía a tres puntos (83-86) a cuatro minutos del final del partido gracias a un triple de Pablo Aguilar, la línea de tiros libres, Alen Omic y, sobre todo, su defensa. La cuarta mejor del campeonato.
El pabellón amarillo gritaba “si se puede” y hacía temblar el suelo con sus silbidos cuando el balón lo tenían los blancos, pero a los de Lasso no les tiembla el pulso en los momentos importantes. A dos minutos del final el exterior, otra vez, desde la mano del Chacho Rodríguez ponía el 86 a 93 en el marcador.
Oliver recortaba distancias de dos, pero Nocioni volvía a hacer sangre a los amarillos con otro triple (88-96). Había que frotarse los ojos para creer en el recitar desde el exterior que estaban dando los blancos. A un minuto del final Pangos fallaba dos tiros libres y las esperanzas se acabaron. Se luchó hasta el final pero la rotundidad del Real Madrid, con un Rodríguez un Nocioni y un Ayon espectaculares, hicieron decantar el partido del lado de los madrileños por 93 a 103.