Rabaseda: “Tengo la suerte o la desgracia de coincidir con la generación de oro en España”
Xavi Rabaseda simboliza el buen momento del Herbalife Gran Canaria, finalista de la Copa del Rey y semifinalista de la Eurocopa, y sueña con representar a España en los Juegos de Río, aunque lamenta haber tenido “la suerte o la desgracia” de coincidir con “la generación de oro” del baloncesto español.
“Está claro que todos queremos ir a Brasil este verano, pero sabemos que los jugadores de la mejor generación de todos los tiempos quieren despedirse o asistir allí, ya que los Juegos Olímpicos son una experiencia única. Va a estar muy complicado el puesto, igual que lo estuvo en el pasado Europeo, cuando no tuve la suerte de estar la lista definitiva”, admite Rabaseda en una entrevista a Efe.
El jugador formado en el FC Barcelona Lassa, de 27 años y 1,96 metros de altura, es uno de los mejores defensores de la Liga Endesa, marcando siempre la intensidad de este trabajo en el Granca y, desde la celebración del pasado torneo del KO en A Coruña, también ha aumentado sus prestaciones ofensivas al disponer de más minutos en el equipo de Aíto García Reneses.
“Estoy muy centrando en mi trabajo en el Herbalife y veremos qué pasa en verano. Hasta el final de temporada el seleccionador no contacta o decide. Quizás sí antes con los jugadores con más experiencia en la selección, de hecho, a lo mejor ellos ya lo saben, pero la verdad es que no tengo ni idea”, valora.
Rabaseda no se arruga en la cancha y tampoco ante los retos, pero cree que la coincidencia con jugadores que han catapultado al combinado nacional a los mejores resultados de su historia ha propiciado que no tenga “tantas opciones como tienen jugadores de nuestra edad en otros países”.
El exterior gerundense, que nunca ha disimulado que abandonó el Movistar Estudiantes y aceptó la oferta grancanaria para “mejorar y jugar al máximo nivel”, opina que, “en cuanto a números”, la Copa del Rey supuso un “impulso” en su juego.
“En cuanto a feeling y satisfacción personal, estoy muy contento por mi trabajo durante toda la temporada y creo que, gracias a eso, jugué mejor en la Copa del Rey y parece que, en los partidos que han venido después, he estado mejor de rendimiento”, agrega.
Rabaseda rememora que en las primeras jornadas debió adaptarse a una filosofía de juego “totalmente distinta” a la que vivió en sus anteriores conjuntos en la ACB: Montakit Fuenlabrada, FC Barcelona Lassa y Movistar Estudiantes.
“Sabemos que a Aíto le gusta jugar bastante libre, con los jugadores tomando decisiones y sabiendo leer el juego. Ahora mismo la tipología de juego general es de mucho sistema, de seguir las órdenes del entrenador y yo estaba un poco anclado en eso. Al llegar aquí me costó un poco adaptarme y salirme de ese juego”, declara.
El entrenador madrileño ya avisó de que el regreso de Kyle Kuric, quien ya dispuso de 12 minutos ante el Valencia Basket en la pasada fecha liguera, partido en el que no se vistió el alero Oriol Paulí, podría suponer “el cambio de roles” en el plantel insular, que tiene doce fichas profesionales y la del pívot letón del equipo EBA Pasecniks, y que jugará “el que más lo merezca”.
Rabaseda asume ese discurso y no se esconde al decir que con el escolta norteamericano hay “más competencia” y supone una “situación difícil” porque “hay muchos jugadores por puesto”.
“Somos trece jugadores en la plantilla, por lo que habrá uno que ni se podrá cambiar durante el partido. Es una situación triste para el que le toca estar fuera, pero, al mismo tiempo, hará que el grupo sea más fuerte y competitivo. Hay que verlo de una forma sana y no como una amenaza, ya que luego se pueden complicar las cosas dentro del vestuario”, argumenta.
El exterior amarillo comenta que el club tiene la “suerte” de contar con un “gran grupo humano, uno de los mejores vestuarios en los que ha estado y eso tiene que durar hasta el final porque se transmite en la pista”.
“La competencia es algo natural para nosotros y, si bien es cierto que en el FC Barcelona había mucha y en el Estudiantes no tanta, siempre implica disputar minutos con los compañeros. Hay que trabajar, sin rendirse nunca y seguir intentándolo para que salgan las cosas”, insiste.
Precisamente, Rabaseda se emociona cuando habla del trance por el que pasó su gran amigo Kuric, con quien compartió vestuario en el Movistar Estudiantes en el curso 2013-2014, al superar un tumor cerebral del que fue operado el pasado 5 de noviembre.
“Fue una situación realmente difícil y al límite, estando al borde de no volver. Que ahora mismo esté aquí es una gran alegría. Intentamos disfrutar de cada momento porque sabemos que, en un chasquido de dedos, todo puede cambiar y muchas veces no depende de nosotros controlar la situación”, recuerda.
El jugador gerundense admira la “superación personal increíble” de su compañero para trabajar en la sombra durante meses y volver a las pistas en las mejores condiciones posibles.
“Seguramente, si nos pasara a cualquiera de nosotros intentaríamos lo mismo porque nuestra vida gira en torno al baloncesto. Para olvidar todo cuanto antes, Kyle se aisló en lo que más le gusta y eso ha hecho que su afán de superación lo trajera de vuelta. Estoy muy contento de que se haya recuperado tan bien y tan rápido, y de que ya esté ayudando al equipo”, afirma.
A falta de siete jornadas para la conclusión de la fase regular de la máxima competición española, Rabaseda reconoce que la cuarta plaza está difícil porque están a dos victorias, además del 'basketaverage', y advierte de que hay que seguir jugando al máximo para llegar “en racha positiva de resultados, con buenas sensaciones y mucha confianza” al playoff.