Con estos precios la soberanía alimentaria va a tardar mucho en llegar

A lo largo de esta legislatura hemos visto, leído y escuchado por parte de las administraciones la importancia para nuestras islas de mejorar algo tan importante como es la soberanía alimentaria, pero parece, viendo los hechos, que sólo se está quedando en eso, en mucho palabrerío, muchas imágenes y muy poco cambio de la situación del sector.

Los precios empeoran y provocan la ruina de muchos. Se habla mucho de la incorporación de los jóvenes al sector. ¿Cómo, cuándo y dónde? Volver al campo para aquellos que estén en predisposición de hacerlo se plantea muy difícil precisamente por la diferencia de precios entre origen y esa gran distribución.

Se han hecho reuniones con las organizaciones empresariales turísticas, ¿se ha visto eso reflejado en el sector? Para nada. ¿Se han tomado decisiones importantes para la compra del producto local? Los hechos demuestran que está todo en el mismo lugar.

Los comedores escolares de los que tanto se ha hablado para vender la producción local van muy por libres, sin planificar y, por consiguiente, sin que el agricultor o la cooperativa tengan acceso con seguridad. Si bien es cierto se ha hecho algo con la producción ecológica, queda mucho camino.

Para la agricultura orgánica, cada uno sigue yendo por su lado, intentando ver si consiguen algún colegio que les compre el producto, pero nada de planificación seria, que es de alguna forma como se tendrían que hacer las cosas. Nadie de la Consejería de Educación ha sido capaz de plantearse este problema con la seriedad suficiente para que algo tan importante como que los comedores escolares consuman los productos del país.

Estamos en el comienzo del curso escolar y eso se tenía que haber previsto de antemano. Reunir a las cooperativas, a los directores de colegios y a los responsables en la Consejería. De lo contrario todo eso se queda en agua de borrajas, o lo que decíamos al principio, mucho palabrerío y poca efectividad en la práctica. Lo mismo digo del turismo, mucho palabrerío y poca efectividad en la práctica.

Ejemplo muy corto: el Gobierno francés, ante lo que se le venía encima con los ganaderos productores de leche, sentó en la misma mesa a los representantes ganaderos y a Carrefour y llegaron a acuerdos importantes para el sector lácteo.

Aquí los acuerdos a los que se han llegado -¡y con que rapidez!- fue porque los ganaderos empezaron a tirar la leche que no les compraba nadie y eso supuso un escándalo social gracias a los medios, que pusimos en valor tamaño despropósito.

Pero hemos visto el mismo tema con el plátano, con la papa y con casi todos los productos, y todo se ha quedado en alguna reunión y en algún cambio del REA que todavía tiene que aprobarlo el Gobierno español y la comisión europea, con lo cual todavía no es seguro que se pueda hacer.

En Canarias con la gran distribución, aún ni ha habido mesa de negociación y parece que no se le espera. Esto quiere decir que si no se llega a un acuerdo en precios en origen difícilmente podemos subir el porcentaje de consumo y producción local y poder ende todo está por hacer.