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La poesía en movimiento de España

España gana a Argentina en el último partido de preparación para el Mundobasket,

Pablo Checa

Las Palmas de Gran Canaria —

El Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid (Barclaycard Center desde septiembre) fue este lunes una fiesta. Culminó allí España, ante Argentina, una preparación inmaculada, con ocho triunfos en ocho partidos amistosos. Ante la selección albiceleste, el 86-53 final evidencia que el combinado adoctrinado por Juan Antonio Orenga se presenta en la Copa del Mundo en el mejor estado posible.

Este lunes gustó mucho y, lo que es más importante, se gustó todavía más. Y es que una cosa lleva a la otra. Este grupo de jugadores pasa por ser consecuente, autocrítico, a veces demasiado complaciente con propios y extraños pero siempre autocrítico. Tanto que fue así que, ante la catarata de fallos desde el exterior puntos en los partidos anteriores, la primera canasta que anotó esta noche España fue un triple de Pau Gasol. Junto a Marc, lideró la primera escapada de los nuestros (7-0), solo detenida por un triple de Prigioni (7-3). En el duelo de pistoleros casi nadie puede con España si Navarro está al acecho, como así sucedió acto seguido (10-3). Ocurre que el partido fue un martirio para Argentina desde el salto inicial, con Scola perdido, impotente como estaba el equipo sudamericano pese a los esfuerzos de Prigioni y los nuevos fichajes del Madrid, Prigioni y Campazzo, que debutaban como locales en su nueva cancha. La maquinaria de España no se detenía, y dos triples consecutivos de LLull y Marc, más cinco puntos seguidos del tinerfeño Sergio Rodríguez, aniquilaban las esperanzas sudamericanas (25-10). Por si el palo no fuera bastante duro ya, el Chacho cerró el primer parcial con un espectacular tapón a Campazzo. Lo tendrá difícil el argentino...

La renta de España no paraba de crecer prácticamente en ningún momento. Con el viento a favor es absolutamente imparable. Y si juega rápido, pese a no ser la velocidad su mejor arma, más todavía. Su pick and roll y juego entre pívots es una delicia para los sentidos. Este lunes entraban hasta los triples de Calderón (30-15). Todo funcionaba a la perfección. Si a un talento superlativo le unes la fiereza de tipos como Ibaka, cuerpo esculpido a base de abdominales, pesas y cincel, puedes hacer mates tan espectaculares como el del congoleño a pase de Llull (34-17). El renacido Herrmann parecía empeñado en coser una herida que no paraba de vomitar sangre, con cuatro puntos seguidos. Da absolutamente igual ante un demoledora selección que, justo cuando tocaba descansar, se fue al descanso con la mayor renta hasta entonces gracias a dos tiros libres de Navarro (43-23).

Ibaka puede con todo. Cada partido que juega España equilibra más la balanza hacia la presencia de Ibaka con la Selección Española. Sus cualidades son únicas en el baloncesto patrio, y de ellas hace gala. Su pasado congoleño, pobreza extrema al acecho, le hacen vivir cada partido como si fuera último. No importa si son amistosos, de campeonatos de Europa, JJ OO o de los playoff de la NBA. Consciente de que solo a través de elevar la exigencia defensiva Argentina podía maquillar el marcador, decidió aumentar su agresividad, que ya es mucha de por sí. Y ahí es donde más se crece Ibaka, que parecía empeñado en levantar al público de sus asientos y sofás (tremendo mate para el 67-41).

Un triple de Llull había puesto la diferencia rondando los 30 puntos (72-43), y acto seguido se vio a Serge en su máxima expresión. Discutió con Nocioni tras empujarle este en el aire cuando iba anotar con facilidad, y en la siguiente jugada le devolvió el gesto con un tapón de videoteca. Poco más había que hacer... Salvo dar entrada a Dani Díez (por precaución, se quedaron sin jugar Rudy, Felipe y Abrines), que también se sumó a la fiesta del triple (83-50). Y para fiestero, Ibaka. Reventó el balón en aro propio para correr como si le fuera la vida en ello para colgarse del aro tras una deliciosa asistencia, ni que fuera un beso volado, de Ricky Rubio. Pura magia. Cuando quiere, España hace poesía en movimiento.

Ficha técnica:

86 - España (25+23+19+19): Rubio (9), Llull (9), Navarro (12), Pau Gasol (13), Marc Gasol (14) -cinco inicial-, Claver (2), Ibaka (13), Sergio Rodríguez (8), Calderón (3), y Díez (3).

53 - Argentina (10+15+16+12): Campazzo (9), Prigioni (7), Nocioni (10), Delia (-), Scola (2) -cinco inicial-, Gutiérrez (-), Hermann (11), Laprovittola (-), Gallizi (2), Safar (10), Bortolín (2) y Mata (-)..

Árbitros: Antonio Gómez, Juan Luis Redondo y Miguel Ángel Garmendia. Eliminado el visitante Galizzi.

Incidencias: Partido amistoso disputado en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid ante 16.000 espectadores (lleno), con la presencia del rey de España Felipe VI. Antes del partido se impuso la insignia de oro de la Federación Española de Baloncesto al árbitro José Antonio Martín Bertrán y se guardó un minuto de silencio por los tres guardias civiles fallecidos en una misión de rescate en León.

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