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Opinión - ¡Con los jueces hemos topado! Por Esther Palomera

Espaldarazo de La Haya a la independencia de Kosovo

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha dado un importante espaldarazo a Kosovo al dictaminar en una opinión no vinculante que la declaración unilateral de indepedencia de febrero de 2008 “no violó el Derecho Internacional”. El Gobierno kosovar ha confiado en que este dictamen ayude a que los países que aún no les han reconocido lo hagan, mientras que Belgrado dejó claro que seguirá su lucha “pacífica” y que “nunca” reconocerá la independencia de su antigua provincia.

El presidente de la CIJ, Hisashi Owada, fue el encargado de leer la sentencia y explicó que el Derecho Internacional “no contiene ninguna prohibición aplicable” a la declaración de independencia de Kosovo. “Por consiguiente, (la Corte) concluye que la declaración de independencia del 17 de febrero de 2008 no violó el Derecho Internacional”, puntualizó.

El presidente kosovar, Fatmir Sejdiu, se felicitó de la sentencia y pidió a aquellos países que todavía no han reconocido a la antigua provincia serbia que lo hagan. “Pedimos a todos aquellos países (que aún no han reconocido) que acepten tan pronto como sea posible a Kosovo como un estado soberano e independiente”, aseveró, subrayando que la opinión de la CIJ deja claro que Kosovo “no representa un precedente para ningún otro caso en el mundo”.

En opinión del presidente kosovar, la sentencia de la CIJ “reconoce el derecho de los ciudadanos de Kosovo a vivir en paz e independientes” y abre el camino para que el país pueda seguir progresando. En este sentido, reiteró que el país aspira a una “integración rápida en la Unión Europea, la OTAN y la misma ONU”.

Por otra parte, aseguró que Kosovo quiere ser un país “socio” y contribuir “a la paz, la estabilidad y la cooperación estrecha con todos los países vecinos y la región”. Así las cosas, invitó a Serbia a trabajar junto con Kosovo “para crear un nuevo espíritu de cooperación por el bien de los ciudadanos de los dos países”.

Respecto a las relaciones con Serbia también se pronunció el ministro de Exteriores, Skender Hyseni, que, en declaraciones a Reuters, confió en que “Serbia dé la vuelta y venga a nosotros para hablar de tantas cuestiones de interés mutuo, de importancia mutua”. “Pero esas conversaciones sólo pueden tener lugar como conversaciones entre estados soberanos”, añadió.

En las calles de Kosovo el dictamen de la CIJ se recibió con júbilo y numerosos ciudadanos se echaron a las calles en Prístina enarbolando banderas de Kosovo, Estados Unidos y Reino Unido, según Reuters. Mientras, en la localidad de Mitrovica, en el norte, la población albanesa realizó disparos al aire y lanzó petardos, mientras que los serbios se concentraron en su parte de la ciudad, separados por las fuerzas internacionales apostadas en el puente que separa ambos lados.

Serbia “nunca” reconocerá la independencia de Kosovo

Por su parte, el ministro serbio de Exteriores, Vuk Jeremic, aseguró su país “nunca” reconocerá la independencia de Kosovo, una afirmación que poco después reiteró el presidente del país, Boris Tadic, quien reconoció que la decisión del tribunal fue “difícil para Serbia”.

Desde La Haya, Jeremic dijo que Belgrado seguirá con su “lucha diplomática pacífica” por Kosovo, aunque reconoció que no será fácil, y adelantó que el próximo paso será el debate en la Asamblea General de la ONU en otoño.

Según Jeremic, la CIJ se pronunció hoy en el sentido técnico en lo relativo a la proclamación de la independencia pero “evitó adoptar una posición sobre la cuestión esencial de si tenían el derecho o no de intentar una secesión de Serbia”.

También Tadic incidió desde Belgrado en este punto. “Está claro que la Corte no se pronució sobre el derecho a la secesión, sino que decidió sólo debatir el contenido técnico de la declaración de independencia”. La CIJ “evitó pronunciarse sobre la cuestión esencial y decidió dejar eso al principal órgano de debate de la ONU (la Asamblea) y todas las implicaciones políticas”, añadió.

El dictamen de la CIJ también ha suscitado división de opiniones entre Rusia y Estados Unidos. Desde Washington, se alabó el veredicto y se animó a aquellos que aún no lo han hecho a que reconozcan al nuevo país. “Pedimos a todos los estados que avancen más allá de la cuestión del estatus de Kosovo y actúen de forma constructiva en apoyo de la paz y la estabilidad en los Balcanes, y pedimos a todos los países que aún no lo han hecho que reconozcan a Kosovo”, aseveró la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en una declaración escrita.

“Serbia y Kosovo son ambos amigos y socios de Estados Unidos”, añadió. “Ahora ha llegado el momento de que dejen de lado sus diferencias y miren hacia delante, trabajando juntos de forma constructiva para resolver las cuestiones prácticas y mejorar las vidas de los ciudadanos de Kosovo, Serbia y toda la región”, subrayó.

“Este es el camino hacia su futuro, como parte de una Europa, entera, libre y en paz, y damos la bienvenida a los esfuerzos de la Unión Europea para ayudar a ambos países a que cumplan con sus aspiraciones europeas”, remachó.

Por contra, en Moscú se hizo una lectura bien distinta. El Ministerio de Exteriores ruso aseguró que su “postura de no reconocimiento” de la independencia de Kosovo no ha cambiado. “Creemos que la solución al problema de Kosovo sólo es posible a través de negociaciones entre las partes interesadas sobre la base de las disposiciones de la resolución 1244 del Consejo de Seguridad”, indicó un portavoz del Ministerio, precisando que Moscú está dispuesto a “seguir contribuyendo activamente” para encontrar una solución.

Por su parte, la Alta Representante de la Unión Europea para la Política Exterior y la Seguridad Común (PESC), Catherine Ashton, aseguró que la UE “estudiará con sumo cuidado” la sentencia de la CIJ, si bien consideró que el fallo “abre una nueva fase” que debe enfocarse ahora “hacia el futuro”.

“El futuro de Serbia está en la Unión Europea. El futuro de Kosovo está también en la Unión Europea”, agregó Ashton. Así las cosas, defendió que las relaciones de buena vecindad, la cooperación regional y el diálogo son las “bases” sobre las que se asienta la Unión Europea y que la UE se muestra dispuesta a “facilitar” el proceso de diálogo entre Pristina y Belgrado.

“Este diálogo promoverá la cooperación, permitirá avanzar en el camino hacia Europa y mejorará la vida de la gente. El proceso de diálogo en sí mismo será un elemento para la paz, la seguridad y la estabilidad en la región”, concluyó Ashton.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, subrayó que la misión de la Alianza en Kosovo (KFOR) seguirá adelante con su trabajo porque la opinión de La Haya no altera en nada su mandato de “mantener, de forma imparcial, la seguridad en el conjunto de Kosovo un contexto seguro, en interés de todas las comunidades, tanto mayoritarias como minoritarias”.

Por último, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación español, Miguel Angel Moratinos, afirmó que el Gobierno español “respeta la opinión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ)”. En una declaración a Europa Press, señaló que el comunicado de Ashton “refleja la posición española”, ya que este país “ha participado en su redacción”.

“Se abre ahora una nueva etapa y es el momento de mirar al futuro”, ha considerado el ministro, que ha abogado por “abrir la perspectiva europea para todos los Balcanes”. No obstante, el ministro advirtió de que “la única vía posible de solución de los conflictos es el diálogo”.

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