Sarkozy se muestra firme frente a los huelguistas y dice que ''no cederemos''
El presidente, Nicolas Sarkozy, se mostró este martes firme, en el séptimo día de paro en el transporte ferroviario en Francia y urbano en París, contra la reforma de los regímenes especiales de pensiones, huelga a la que se unieron los funcionarios, mientras continuaban los bloqueos de universidades.
“No cederemos y no daremos marcha atrás (...) se hará” la reforma de los regímenes especiales de pensiones, aseguró Sarkozy, en un discurso ante la Asociación de Alcaldes de Francia, en el día más conflictivo de sus seis meses en la Presidencia.
A la huelga indefinida en el transporte se unieron este martes, para 24 horas, los funcionarios para pedir una mejora salarial y denunciar los recortes de efectivos, mientras que la movilización estudiantil continua contra la ley de autonomía de las universidades.
A los trabajadores en huelga de la empresa nacional de ferrocarriles, SNCF, y de la de transporte urbano de París, RATP, que tienen a millones de franceses como “rehenes” desde hace una semana, Sarkozy les dijo que “hay que saber terminar una huelga cuando se abre el tiempo de la negociación”, en alusión a las primeras reuniones previstas para mañana en las empresas.
En este conflicto, “no quiero que haya un vencedor y un vencido. Hasta el final seguiré determinado. La reforma se hará, que nadie lo dude, pero hasta el final seguiré abierto (al diálogo) porque es mi deber”, afirmó el presidente.
“Cada cual debe preguntarse sobre la continuación de una huelga que ya ha costado tan caro a los usuarios, que no deben ser tomados como rehenes de un conflicto que no les concierne” y que están “exasperados”, agregó.
También mencionó el riesgo de que empresas tengan que suprimir empleos a causa de los trastornos causados por la huelga.
Es en la mesa de negociaciones donde la gente debe hacer valer sus puntos de vista, argumentó Sarkozy, que rechazó que “una pequeña minoría” quiera imponer su voluntad a la mayoría en las empresas públicas o las universidades.
“La democracia y el orden publico los haré respetar simplemente porque es mi deber”, aseguró.
Tras anunciar que en unos días tomará “iniciativas para responder a la cuestión angustiosa” del poder adquisitivo, el crecimiento y el empleo, afirmó que “en una democracia apaciguada se dialoga” y “en una democracia civilizada se para la huelga antes de poner a la economía de rodillas”.
“Y en una democracia el deber del presidente es ser un hombre de firmeza y diálogo”, sentenció el jefe Estado conservador.
Los funcionarios se solapan con el transporte
La jornada de paro convocada por todos los sindicatos de los funcionarios, sobre todo para exigir subidas salariales, se solapó con el séptimo día de huelga en los transportes, que el Gobierno se esforzó en discriminar para mostrar una actitud abierta hacia los primeros y firmeza a los segundos.
Unos y otros coincidieron en las manifestaciones que en todo el país reunieron entre 375.000 personas -según la policía- y cerca de 700.000 -según los sindicatos-.
El Gobierno estimó el seguimiento del paro de los funcionarios en un 30,12% en la Administración del Estado, una cifra que calificó de “media”, y que superó en diez puntos la anterior de febrero.
El de este martes afectó en particular a la enseñanza, donde el porcentaje de huelguistas variaba entre el 65 y el 58% para los sindicatos, cifras que el Ejecutivo rebajó al 40%.
El paro también causó problemas por ejemplo en la aviación, y así en los aeropuertos de París a media tarde se acumulaban retrasos de entre 45 y 60 minutos en los vuelos por la protesta de algunos controladores aéreos, lo que obligó incluso a anular conexiones con destino a Barcelona, Madrid, Casablanca o Niza.
La movilización de los funcionarios pretendía reclamar en primer lugar una compensación por la pérdida de poder adquisitivo que los sindicatos estiman en un 6% desde 2000, mientras el Gobierno niega la caída de las remuneraciones en términos reales.
También denunciaban la supresión de 22.921 puestos de funcionarios en 2008 (hay 5,2 millones en total), de los cuales la mitad en la Educación, primer paso en la aplicación del plan del presidente, Nicolas Sarkozy, de que se reemplace sólo a uno de cada dos funcionarios que se jubilen en los cinco años de la legislatura.
En el transporte, en la séptima jornada sucesiva de huelga contra la reforma de los regímenes especiales de pensiones, el seguimiento siguió siendo minoritario, con un 27% en la compañía de ferrocarril SNCF y un 18,4% en la RATP (transporte urbano de París).
El porcentaje de huelguistas era del 20,5% en GDF y del 18,8% en EDF, siempre según las direcciones de estas empresas gasista y eléctrica, cuyos trabajadores también se benefician de los regímenes especiales de pensiones para los que el Gobierno quiere alargar el periodo de cotización para equipararlos al resto de asalariados.
La huelga continúa mañana en esas empresas, y una vez más el servicio para los usuarios estará “muy perturbado” en los transportes aunque como cada día se registren algunas mejorías.
Así, la SNCF ha programado 400 de los 700 trenes de alta velocidad habituales, 88 de los otros 300 trenes de largo recorrido o la mitad de los convoyes regionales.
En el caso de la RATP, la situación volverá a ser prácticamente la de este martes, con la cuarta parte de los metros como media, la mitad de los autobuses y prácticamente ningún tren de cercanías.