Simon Peres se enfrenta a su última batalla electoral en el Parlamento
El veterano estadista y viceprimer ministro israelí, Simón Peres, afrontará el próximo 13 de junio su última batalla electoral en el Pleno del Parlamento o Kneset, donde, por segunda vez, y a sus 83 años, tratará de hacerse con la Presidencia israelí.
“Debo decir que quizás esta sea mi última contribución al Estado”, afirmó Peres, este miércoles, en la reunión del grupo parlamentario de Kadima, donde fue refrendada su candidatura.
El primer ministro Ehud Olmert, líder de esa formación, aseguró en la misma reunión que todos los miembros del partido trabajarán por él.
“Prometo que hasta el 13 de junio trabajaremos todo el tiempo, hasta nuestras últimas fuerzas, para garantizar que el Parlamento apruebe este reto”, manifestó.
El del 13 de junio será el segundo intento de Peres para alcanzar la presidencia israelí, después de haberlo hecho en 2000 y sucumbir ante un político mucho menos conocido y de menor reputación internacional, Moshé Katsav, investigado desde el pasado enero por sospechas de delitos sexuales.
El veterano estadista, que ha ocupado tres veces la jefatura de del Gobierno israelí pero ha perdido todas las elecciones a las que se ha presentado, se enfrentará en esta ocasión a la diputada laborista Colette Avital, y al legislador del partido de derechas Likud, Reuven Rivlin, ex presidente de la Cámara.
Avital, ex pupila de Peres cuando éste dirigía el laborismo, defiende en su campaña que ha llegado el momento de que una mujer sea presidenta, en particular en un momento en los que el aún jefe del Estado está acusado de delitos de carácter sexual.
Para ganar en la primera vuelta, uno de los candidatos debe obtener el respaldo de al menos 61 diputados, en una votación secreta que en 2000 se convirtió en un bumerán para Peres, porque en público le habían dado su apoyo.
La presidencia israelí es una institución meramente representativa sin poder ejecutivo alguno, pero con gran responsabilidad para maniobrar, e incluso influir, entre los tres poderes del Estado y el pueblo.
“El presidente no tiene muchos poderes, pero tiene la autoridad para hacer obras positivas y transmitir fe (en los proyectos y retos nacionales)”, dijo este domingo Peres.
Aunque su voluntad de presentar candidatura se conocía desde hace algunos meses, el viceprimer ministro manifestó que lo hace porque “se lo han pedido” numerosas personas, entre ellos Olmert.
“Decidí aceptar este puesto después de numerosas peticiones, la primera y más importante, la del primer ministro, pero también de diputados y muchos otros que me han pedido seguir contribuyendo”, explicó.
Peres es el único político israelí que ha pasado por casi todos los puestos de gobierno desde que empezó su andadura en la vida pública, hace unos 60 años, junto al entonces fundador del Estado de Israel, David Ben Gurión.
Y son numerosos los analistas que creen que una figura como la del veterano estadista puede ayudar mucho a Israel en estos momentos, principalmente por su talante y reconocimiento internacional.
En ese sentido, recuerdan también que la presidencia sería “un bonito agradecimiento” por tantas décadas de servicio.
Pero la pregunta que se hacen es si realmente puede ganar la elección, o si, por el contrario, volverá a perderla.
Peres es conocido como “el eterno perdedor” y “si hay algo seguro en las elecciones presidenciales es que nada esta asegurado”, explicó un diputado israelí desde el anonimato, haciendo alusión a que no siempre los candidatos del partido gobernante han conseguido la victoria.
Otro inconveniente que se plantean no pocos diputados es si la candidatura de Peres es viable a esta edad, ya que el mandato de presidente es de siete años y ello significa que estaría en el cargo hasta los 90