Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona y Master en Periodismo y Comunicación por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Fue Jefe de la Sección Política del periódico Canarias 7, Jefe y analista de la Sección de Economía del periódico La Provincia, Jefe de las secciones Nacional, Internacional, Edición y Cierre de La Opinión de Murcia, Corresponsal y analista económico en Canarias del periódico La Gaceta de los Negocios, Director del diario La Tribuna de Marbella, Jefe del Gabinete de Comunicación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Director del diario La Gaceta de Las Palmas, Cofundador y director del peridico digital CanariasAhora.com. Director del Canal Canarias de la productora Media Report y Director de la Televisión Canaria Internacional. Como escritor, ha publicado cinco libros.
Esa 'ópera buffa' llamada España
El Barbero de Sevilla o La precaución inutil
(Le Mariage de Figaro)Melodrama bufo, Opera buffa o Dramma Giocoso per Musica en dos actosde Gioachino RossiniLibreto de Cesare Sterbini basado enLe Barbier de Séville de Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais
Opera buffa o Dramma Giocoso per Musica
Le Barbier de Séville
Paso al factótum de la ciudad. Presto al negocio, Que el alba es ya. Ah, ¡qué buen vivir,
Qué gran placer para un barbero de calidad! Ah, ¡el genial Fígaro! A mí la viudita recurre por marido;
yo, con la excusa del peinado matutino, de la guitarra, en la complicidad de la noche, A todos,
honestamente, y no es por vanagloria, me adapto para complacer. ¡Oh, qué vida, qué vida!
¡Oh, qué oficio! ¡Osú, a trabajar!
(...)
El Conde: ¿Yo mismo? ¿Y cómo?
Fígaro: Silencio..., estamos a tiro. Observad: por Dios, que no me equivoco. Tras la celosía
está la chiquilla; Rápido, rápido, al asalto, nadie nos ve. En una cancioncilla, Así, por las
buenas, Explicadle todo, señor.
El Conde: ¿En una canción?
Fígaro: Claro. Aquí está la guitarra; vamos, deprisa.
El Conde: Pero, si yo...
Fígaro: Ah, ¡qué paciencia!
El Conde: Bueno, probemos.
Canción:
♫ Si saber mi nombre deseáis, De mis labios escuchad mi nombre. Yo soy Lindoro Que fiel os adoro,
Que por esposa os pretendo, Que sin nombre os llamo, De vos siempre así hablo
Del alba al atardecer. ♫
Allá por el siglo XVII, mucho antes de que Rajoy, Pedrito, Albert e Iglesias fueran alumbrados sin luces – también Clavijo y otros entes hesperidianos – entonces, por aquel siglo citado, se celebraban tremendas fiestas en Le Château de Versailles a las que llegaban a asistir más de mil personas. Pero, ¡oh fatalidad! El palacio, hoy lleno de japoneses con objetivos, no tenía baños, excusados o retretes, de tal manera que las heces y los orines se arrojaban al exterior directamente por las ventanas. No es porque la haya construido yo, pero creo que es de las más bonitas metáforas que he leído sobre el ejercicio de la política en España. Mientras llegaba el siglo XVIII y comenzaba el uso de la ducha – siempre bajo receta médica – en el XVII ocurrían cosas realmente peculiares y sorprendentes, aparte de la referida a la higiene corporal: toda la familia se bañaba en la misma bañera y sin cambiar el agua siguiendo orden descendente en edad. Así, cuando llegaban los bebés, podemos afirmar que eran sumergidos directamente en mierda. Aquellos que estudian sobre la mortalidad infantil a lo largo de la Historia, debieran tener en cuenta ese dato. Pero, allá ellos.
No puedo extenderme, aunque lo haría con gusto, con la cantidad de despropósitos que habitaban aquellos tiempos, pero no debo pasar por alto uno que leí cuando sobre el XVII en los momentos que quise y debí hacerlo. Cuentan los que estuvieron en la pomada, que los platos y vasos de quien pudiera disponer de ellos se hacían de estaño. Por eso, al endosarse el personal un faisán sobre el oxidado material, se precipitaban al Tártaro echando leches envenenados como ratas de cloaca. No sé si Bonny sabrá que en esos días los tomates eran considerados venenosos. No es que lo fueran, claro, sino que, al ser ácidos, actuaban rápidamente sobre el cacharro y el comensal la palmaba en breve. Ya saben que todavía Barnard no había realizado el primer trasplante del cuore.
Lo peor era el asunto de los vasos, dado que la corte, aristocracia y sanguijuelas adjuntas montaban un sarao con cualquier excusa en ese escenario del dolce far niente más hediondo.
Que le echaban una y otra vez whisky, licores o cerveza al huraño estaño y se producía una alquimia más matadora que Terminator, Rambo, Chuck Norris y Bruce Lee actuando al unísono. Los drunkardso borrachuzos agarraban unas trancas de espanto, ya que a la alta graduación de los alcoholes se añadía la toxicidad, producto de reacciones químicas implacables. Al parecer, ocurría con frecuencia que un elemento o elementa empinaba tanto el codo que se precipitaba al piso con una narcolepsis de tres pares de cojones. Y – ¡será jodida la existencia! – los que pasaban por la rue lo daban por muerto o muerta y, ¡hala!, a la caja. Pero, antes, el poseedor del coma etílico-estañoso era situado en la mesa donde se comía y se seguía comiendo para ver si volvía en sí o en no. De esta bárbara manera, si el yacente no dejaba de yacer y decía esta boca es mía como mínimo, se decidía el entierro puesto que, a efectos oficiales, era cadáver. Aunque realmente estuviera vivo. Fue precisamente en estos episodios de nuestro pasado donde se inspiró Peret para componer aquel excelente tema titulado Mataron al gitanito Antón … y no estaba muerto, no, no, y no estaba muerto, no, no, que estaba tomando cañas. Y es por ello también por lo que hasta el día de hoy se velan los cadáveres. Por si, de repente, se levanta el presunto muerto y le pega dos hostias a uno de los presentes en el tanatorio que llora desconsolado cuando en vida le hizo cabronadas por un tubo. Y aprovechando el efecto Venturi, además.
Debió ser un día respecto al cual no tenemos datos concretos, debió ser al abrir por esto o por aquello un ataúd, cuando matasanos y forenses advirtieron que la tapa estaba más arañada que la de aquel que se encontró con Freddy Krueger en un vagón vacío del Metro de Nueva York o Londres – no recuerdo bien – cuando volvía a casa de madrugada tras un disparate lisérgico. El fenecido que estaba tieso pero no definitivamente liquidado, había sido sepultado en vida. Y, aunque en tiempos de Luis XIV no había derechos en general, sí existía el derecho al pataleo y el arañazo. Por lo que el desgraciado optó por la labor hasta automatarse, ya que no puede hablarse ni de asesinato ni de suicidio sino de exasperante desespero. Como siempre hay algún sabio o al menos un apañao por los alrededores, a uno de ellos se le ocurrió que lo que había que hacer – ante la duda, la más madura – era amarrar una fina cuerda a la muñeca del ser vivo/muerto a enterrar, cordel que acabara en una campanita que se colocaba sobre la tierra. Como no habían llegado todavía los securitas, varias personas se turnaban junto a la tumba por si hubiera tañidos. Si en tres o cuatro días el badajo no actuaba, el del que estaba dentro del ataúd tampoco lo haría. Estaba muerto. En caso contrario, estaba vivo. Luego, se le exhumaba como si se tratara de un asunto relacionado con la Ley de la Memoria Histórica y, digo yo, se le recomendaba que aflojase un punto con la lambada. De ahí viene, según señalan algunos estudiosos, la expresión “salvados por la campana” que habitualmente utilizamos. Sobre todo en el boxeo y si tenemos enfrente a Mike Tysson.
En ese siglo del que hemos hablado, el XVII, nació la ópera bufa. A mi me gusta muchísimo más su denominación en italiano: Dramma giocoso per música. Porque, aunque fueron los españoles los que exportaron la ópera seria a Venecia, de allí pasó a Nápoles, donde gobernaban por aquel entonces virreyes llegados de España. Y es precisamente ahí donde nace la opera buffa (en italiano, sin acento y con dos efes) para dar carnaza barata al pueblo, cuya comprensión no llegaba al rigor y la seriedad del género. Algo muy parecido a lo que hace la TVE con respecto a la BBC, por ejemplo. Aunque, lo sé, las comparaciones son odiosas.
El caso que me trae a este folio virtual no es otro que la mutación antinatura del oro en guano dentro de la escena política española. Un rey Midas invertido pero no perteneciente a la LGTBUWXYZ convierte en caca todo lo que toca. Y la Piedra Filosofal no se busca para mutar bisutería en metales preciosos sino al revés. Es esa inversión de sentido, ese esperpento diario, ese no saber qué diablos es lo que está sucediendo, lo que me ha llevado al verbo. Y ahora recuerdo un título muy lejano del amigo y periodista Cristóbal Peñate, cuando ambos comenzábamos en Canarias7 a intentar cambiar el mundo sin que el mundo – no el que fue de Pedrojota y del que Nino sabe mucho – nos cambiara a nosotros. Dijo Cristóbal en aquel periódico cuando llegaba el solsticio de verano, al titular un reportaje: “Y el verbo se hizo carne y habitó en Las Canteras”. No habían nacido ni el top less ni el tanga, pero el Obispo agarrose tal cabreo que, aún ahora, cuando subo a la cumbre, escucho los ecos de su ira. A Peñate lo llamaron a capítulo, pero ese capítulo de nuestras vidas quedó atrás y evidenció una realidad: lo que dijera la Iglesia era asunto de Dios y nosotros le habíamos retirado la palabra para dársela al César. Por una razón: sus ministros en la tierra actuaban como cuervos fariseos: rasgado de vestiduras y quejas a la empresa editora, mientras protegían a pederastas y el Vaticano pagaba a las familias de las víctimas para evitar denuncias y juicios. No, lo del Obispo de Tenerife quejándose de que los niños lo provocaban fue después. Cristóbal quedó como autor del crimen y yo como cómplice por omisión de socorro al clero. Sí, efectivamente, Luis Socorro también estaba por allí partido de risa. Así que esa noche todos nos fuimos de copas, tras cenar en el Pancho Damián, absolutamente descojonados pero con los atributos en su sitio.
Sería soporífero, además de una absoluta pérdida de tiempo, dedicar profundos y sesudos análisis a nuestros políticos y sus piojos pegados. En algunos casos, chinches, ladillas o sarna. No son más que calderilla indocumentada e impresentable en sociedad. Desgraciadamente, es necesario construir el cesto con los mimbres que tenemos a disposición. Para que ustedes lean y yo escriba. Y después, como decía mi padre, cada mochuelo a su olivo. Evitando las arcadas y el vómito que provoca el espectáculo de la formación de Gobierno, cuando estamos comprobando que se está mejor sin él, tendríamos que construir un volumen sumatorio de palabras equivalente a la unión de El Quijote, el Ulises de Joyce, los doce volúmenes de las Memorias de Giacomo Casanova, la Encyclopaedia Britannica, Las Mil y Una Noches, el Bhagavad Gita … y, con casi total seguridad, no llegaríamos a entender esta España de corrupción y saqueo generalizados, endeudamiento brutal, desempleo escandaloso, pobreza, fuerte caradura, mentira e hipocresía. Unamuno no se complicó la existencia y, con ese oscuro espanto de la generación del 98, zanjó el tema señalando: “Me duele España”. Bismarck, por su parte comentó que, a su juicio, España es el país más fuerte del mundo, porque lleva siglos intentando destruirse y todavía no lo ha conseguido. Después, inspirándose en la República de Weimar, Adolf Hitler puso a caer de un burro muy acertadamente ese sistema corrupto de partidos al que llaman democracia. Lo dejo aquí para aquellos que se lleven las manos a la cabeza:
Descartado pues el sopor, comentaré las noticias del día utilizando el periodismo – test, que si no está patentado, me adjudico ya. El copyright es mío. Como el sol cuando amanece es de Soria, Madrid de Carmena, Barcelona de Ada Colau, Andalucía de Susana, Griñán y Chaves, las calles de la capital de Esperanza Aguirre, la financiación mafiosa de AP / PP, el robo descarado del Honorable Pujol, Urdangarín y otros, el blanqueo de dinero de Rita, Camps y Mostachos y, finalmente, la falta de ideas y también el latrocinio, de la socialdemocracia, etc. etc. De los sindicatos no hablo porque entonces suelto hasta la bilis. Vamos allá.
Es más que posible que, cuando lean estos ejemplos de quehaceres políticos de gran altura, éstos hayan sufrido mutaciones. En función del tiempo, el pacto, el chaqueteo, el mamoneo, el pasteleo y el consenso. Por lo tanto, dejo aquí el asunto con un rostro que Antonio Machado definió así un día para retratar a aquel hombre del Casino provinciano: “ … labios de hastío, y una triste expresión, que no es tristeza, sino algo más y menos: el vacío del mundo en la oquedad de su (mi) cabeza”.
Cigarras parlanchinas construyendo un inmenso erial
Susana Díaz golpea a Pedro Sánchez con 17 dimisiones en la Ejecutiva.
Pedrito nació muerto. Lleva una talla XS y se ha puesto una chaqueta de pana XXXL. No puede ser. La socialdemocracia no tiene espacio político, carece de ideas y está contra las cuerdas de la Justicia. Los tiburones comienzan a despedazarse.
El PSOE canario remitirá a su Comité Regional la decisión sobre el pacto con CC.
Coalición Canaria, en vías de extinción, siempre ha escorado a izquierda o derecha con tal de que las nalgas no abandonen la poltrona. Los socialdemócratas no saben si son galgos o podencos y Antona espera graznando cual buitre de cuello pelado. De los índices socioeconómicos de Canarias hablamos otro día.
El importe del pelotazo de CC en Las Teresitas lo fijaron el exalcalde Zerolo y su concejal de Urbanismo.
ATI, a ti me refiero. ¡Qué curioso! Las Palmas está en Primera División dando caña, pero el gran pelotazo de Las Teresitas coloca el balón en la isla del Teide. Vivo sin vivir en mi. Zerolo: ¿Quién te ha visto y quién te ve? Ni sombra de lo que fuiste.
El Pleno del Congreso reprocha a un De Guindos ausente el intento de enchufe de Soria.
Dicen que en el Congreso “reside la soberanía popular”. Vale. Pero el Ejecutivo no comparece ante el Legislativo para explicar sus decisiones. El Gobierno pasa de la sociedad civil. Así que De Guindos en plan plasma y plasta se niega desde la elipsis a que Soria explique cómo pactaron el fallido butrón en el Banco Mundial después de la movida panameña. Ocean’s Eleven, pero en plan cutre.
La Televisión Canaria abre un concurso silencioso para que en 10 días las grandes productoras diseñen su programación.
Una imagen vale más que mil palabras. Mucho más. Hay imágenes que son sacos sin fondo utilizados de manera partidista y manipuladora que, no obstante, son muy frugales a la hora de comer: No necesitan audiencia. Paga el dinero público. Es decir, nadie paga.
Las Palmas de Gran Canaria es la ciudad con la cesta de la compra más cara de España.
No importa. Lo compensamos con los salarios más bajos. Votar nacionalismo siempre ha dado grandes resultados. Para más detalles, dirigirse a Ana, Anita, Ani Oramas. La Laguna. O Aguere.
Sobre este blog
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona y Master en Periodismo y Comunicación por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Fue Jefe de la Sección Política del periódico Canarias 7, Jefe y analista de la Sección de Economía del periódico La Provincia, Jefe de las secciones Nacional, Internacional, Edición y Cierre de La Opinión de Murcia, Corresponsal y analista económico en Canarias del periódico La Gaceta de los Negocios, Director del diario La Tribuna de Marbella, Jefe del Gabinete de Comunicación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Director del diario La Gaceta de Las Palmas, Cofundador y director del peridico digital CanariasAhora.com. Director del Canal Canarias de la productora Media Report y Director de la Televisión Canaria Internacional. Como escritor, ha publicado cinco libros.