Reproducen un damero aborigen palmero en los jardines del Museo Arqueológico Benahoarita
El investigador José Espinel ha modelado y tallado en piedra un damero del juego de inteligencia popularmente conocido en La Palma como chiquichasque y que ahora se integra en los jardines situados en el Museo Arqueológico Benahoarita (MAB) en Los Llanos de Aridane, informa el Cabildo en un comunicado.
El damero es una reproducción del que existe en el barrano de la Madera, en Santa Cruz de La Palma, catalogado en tiempos aborígenes y posteriores.
El chiquichasque, explica, “es un ancestral juego de inteligencia en el que cada participante juega con 9 piedras y, como paralelismo, se podría decir que se trata de un juego semejante, aunque mucho más complejo, que el popular tres en raya”.
La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de La Palma, María Victoria Hernández, se añade en la nota, “tiene como proyecto que se realice la reproducción de los más de 15 dameros que se conocen en La Palma, de forma que se pueda disfrutar de una colección única en la Isla”.
Espinel señala que la tradición pastoril en el Archipiélago fue una actividad que favoreció que los aborígenes se entretuvieran con esta clase de juegos de inteligencia, que ya existían en la prehistoria y que han pervivido hasta hoy, tal y como explica en el libro Juegos guanches inéditos, del que Espinel es coautor junto al paleontólogo Francisco García-Talavera.
Según ha podido constatar el investigador, en Canarias, por ahora, hay hasta 60 variedades de juegos que se pueden llevar a cabo en los dameros hallados en distintos yacimientos arqueológicos.
“El proyecto que hemos iniciado esta semana trata de convertir el entorno del MAB en un espacio público de práctica del chiquichasque y que se convierta en lugar de práctica y encuentro de niños, jóvenes y mayores. Este juego es una manifestación popular que tiene sus orígenes en la antigüedad clásica y egipcia y que llega a Canarias, según los estudios, en tiempos prehispánicos y continúa con posterioridad. Esta oferta del Cabildo puede convertir al entorno del museo en un lugar especial de práctica y fomento de este juego e incluso organización de competiciones públicas”, señala la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico.