“La Palma se tiene que diferenciar por el turismo cultural”
Está firmemente convencido de que La Palma debe orientarse hacia el turismo cultural, crear una marca propia como destino diferenciado para apostar por la que será la industria del futuro. El prestigioso tenor palmero Jorge Perdigón, formado en la Escuela de Música de Freiburg con la catedrática canaria María Orán, ha dedicado los últimos 10 años de su vida a impulsar iniciativas culturales en su Isla natal. “Tengo ilusión por seguir aportando mi experiencia aquí, creo que es mi deber; pero también hay proyectos de futuro y quizá dentro de un año o dos vuelva a Alemania o a Suiza, porque me hacen ofertas interesantes y me gusta trabajar”, ha señalado a LA PALMA AHORA.
El cantante lírico, que se especializó en música y canto en Italia con el maestro Carlo Bergonzi, inició su carrera profesional en 1986 y desde esa fecha ha participado en más de 90 producciones de ópera que suman casi un millar de representaciones. Sus compromisos artísticos le han llevado a países como Francia, Austria, Alemania, Chile, Holanda, Portugal, Suiza, Italia, Bielorrusia, Noruega o Hungría. Durante 27 años residió en Alemania junto a su familia.
Perdigón, que estuvo becado en la prestigiosa fundación alemana Alexander von Humbolt, ha sido el impulsor de varios eventos de música y ópera, entre los que destacan el Festival de Primavera de Santa Cruz de La Palma, Festival Ópera en el Convento de La Palma, Ópera en el Charco de San Ginés de Arrecife de Lanzarote y Ciclo de Música de Cámara Jerónimo Saavedra Acevedo.
“Siempre me he planteado que deberíamos aprovechar la actividad cultural que hay en Centroeuropa para dirigir el turismo en esa dirección”
El tenor palmero, que también ha dirigido el Festival de Ópera del Rin, ha residido la mitad de su vida en Alemania, un país en el que “unos 90 teatros funcionan prácticamente a diario, es el centro mundial donde se 'cocina' la música”, resalta. “El hecho de vivir en Centroeuropa con la música, los músicos y el público, te hace ver la necesidad que puede tener una sociedad, y la palmera en general necesita el arte, la cultura, de una forma diferenciada”, afirma. “Siempre me he planteado que deberíamos aprovechar la actividad cultural que hay en Centroeuropa para dirigir el turismo en esa dirección”, añade Perdigón, director artístico de la Asociación Cultural de Amigos Palmeros de la Ópera (Acapo).
Considera que eventos deportivos como la Transvulcania son “una promoción perfecta para la Isla, y es necesario seguir trabajando en este sentido, pero hay otra opción que es la cultura, a la que no se le ha dado la oportunidad de promocionarse; debemos llamar la atención sobre un segmento de personas que probablemente es mucho más numeroso de lo que se piensa”. Como ejemplo de lo que podría ser un evento cultural de repercusión mundial, cita un concierto en La Palma a Lang Lang, considerado “el mejor pianista del mundo, o el más mediático”. “Si diera una actuación en la Isla con una buena orquesta y se subiera a YouTube, probablemente, en pocos meses tendría decenas de miles de visitantes, y muy posiblemente el coste de ese espectáculo sería menos del 10% de lo que cuesta la Transvulcania”, asegura. La Fuente Santa o el Centro de Visitantes del Roque de Los Muchachos “podrían servir de complemento” a esta industria cultural.
“La gente que viene a hacer senderismo tiene una sensibilidad especial, porque una persona que no aprecia la belleza no está caminando cinco o seis horas”
Perdigón, que ha impartido clases magistrales a centenares de alumnos en Alemania, Italia, España y Francia, entiende que habría que definir “a qué población se quiere dirigir el turismo, porque hay muchos visitantes que les gusta hacer senderismo por la mañana, después ir a la playa a comer un pescado y por la noche acudir a un concierto”. “La gente que viene a hacer senderismo tiene una sensibilidad especial, porque una persona que no aprecia la belleza no está caminando cinco o seis horas”, sostiene. “El turismo cultural en La Palma tiene muchas posibilidades, porque el sol y playa ya es insuficiente”, recalca.
La Palma, en su opinión, debería hacer una apuesta decidida por la cultura. “Hay ciudades como Austria que prácticamente viven del turismo cultural”, señala. Otra de las propuestas del tenor palmero es organizar semanas sobre literatura con la asistencia de premios Nobel como Günter Grass o Vargas Llosa, en las que se impartan conferencias y se concedan entrevistas. “Y debemos aprovechar también el talento de Anelio Rodríguez Concepción, que es un gran entrevistador y un excelente escritor”, dice.
Los palmeros “están dotados de una especial sensibilidad para la cultura, quizás por las relaciones que tuvo La Palma a través del puerto, cuando las compañías que iban a América representaban óperas en Santa Cruz de La Palma”, indica. “Y esto lo estamos viendo en el Ciclo de Música de Cámara, que es una música muy complicada, no es la ópera, donde siempre llenábamos, es más seca, más intelectual, y sin embargo, en el tercer ciclo estamos llegando casi a 300 personas por concierto, y con 182 abonados, y hay un ambiente fantástico, tan bueno que los músicos se emocionan tanto como el público, y a mí como director artístico me motiva para seguir programando, y cada vez mejor”, apunta. “En esta edición estamos recuperando el ansia que tenía el público cuando presentábamos un espectáculo tan grande y atractivo como la ópera”, añade.
“Aquí ya hemos salido de ese 'elitismo', y la música elige a quien quiere disfrutarla, que puede ser el director de un banco o un señor desempleado”
Perdigón entiende que la música es “un derecho” y, por tanto, “el Estado debe invertir en arte para que todas las personas puedan disfrutar de él, porque si ese apoyo desaparece, sólo podrán acudir a los actos culturales aquellos que tienen posibilidades económicas”, advierte. “Los escritores, aunque a veces escribían para encargos que le hacía la aristocracia, realmente lo que pretendían era que todo el mundo pudiera disfrutar de la música, no se dirigían solo a la élite”, subraya. “Aquí ya hemos salido de ese 'elitismo', y la música elige a quien quiere disfrutarla, que puede ser el director de un banco o un señor desempleado; uno tiene el placer de escucharla, disfrutarla y emocionarse, pero no importa que seas un gran banquero o que estés desempleados; lo que ha ocurrido es que a la música se le ha aprovechado para apoyar a un segmento de la sociedad que lo veía como un privilegio”, destaca. “La cultura es la felicidad, las sensaciones nos hacen felices y nos ayudan a vivir; el arte trata de paliar las necesidades del alma”, sostiene.
Y precisamente porque Perdigón entiende que “todos tenemos derecho a disfrutar de la belleza musical, independientemente de la situación económica”, en el III Ciclo de Música de Cámara las personas sin empleo tienen acceso gratuito a los conciertos. “La respuesta a esta iniciativa ha sido lenta, pero va funcionando, con una media de 10 o 12 desempleados por concierto; las administraciones públicas y las empresas nos han apoyado, los abonados y los socios de la Acapo están llevando la carga del ciclo, y no he encontrado a nadie que se oponga a ello; desempleados podemos ser todos en cualquier momento, y por esa mala fortuna que hemos tenido no se nos debe apartar de la vida cultural”, expone el tenor palmero, entre cuyas grabaciones destaca 'Golgotha', del compositor Frank Martin, que fue premiada por críticos del periódico New York Times como grabación del año en su estilo. El desempleado debe acreditar documentalmente su situación, pero “puede recoger su entrada varios días antes de que se abra la taquilla”, indica Perdigón, quien pretende “crear una masa de personas que trabajen por la música”.
“Mucha gente, cuando hay una crisis como la actual, no echa de menos la cultura porque no tienen ese hábito”
En los tiempos que corren, reconoce que es difícil encontrar apoyo para proyectos culturales. “La cultura en España ha sido impulsada por mecenazgo, pero no ha habido una estructura durante siglos como en otros países, y mucha gente, cuando hay una crisis como la actual, no echa de menos la cultura porque no tienen ese hábito, pero si durante unos meses se cerraran los teatros en Alemania, por ejemplo, habría una revolución, porque allí, como mínimo, se va una vez a la semana al teatro”. Perdigón defiende que la cultura “no es deficitaria”, al contrario, “crea puestos de trabajo y da beneficios”. “Deberíamos hacer un estudio en España, porque hay datos que dicen que genera superávit, que lo que se recauda en impuestos a través de la cultura es más de lo que el Estado destina en subvenciones”, precisa. En La Palma, no obstante, “las instituciones públicas siempre nos han apoyado y tengo que mostrar por ello mi enorme gratitud”, subraya.
Perdigón, que ha sido invitado a cantar en espacios y eventos tan prestigiosos como el Concertgebouw de Amsterdam, Musikverein de Viena, Herkulessaal de Munich, Festival de Lucerna, Teatro del Festival de Salzburgo, Ópera de Viena, Ente Lírico Arena de Verona, Ópera de Berlín, Ópera de Frankfurt, San Carlos de Lisboa o la Ópera de Estrasburgo, tiene claro que “el turismo cultural, la industria del futuro según dicen, podría ser la marca que diferenciara a La Palma, así que deberíamos distinguirnos y hacerlo a nuestra medida, no a la medida de otros”, aconseja. “Todo depende de la dirección turística que se quiera para la Isla; yo tengo la fortuna de disfrutar con los proyectos que hemos puesto en marcha, de aportar mi experiencia y de aconsejar a estudiantes que pasan por mi casa para que les ayude en el canto, pero se puede hacer mucho más, aunque eso no depende de mí”.
El Festival Ópera en el Convento que puso en marcha Acapo en 2005 fue el inicio de una apuesta clara por el turismo cultural. “Y funcionó; en la tercera edición teníamos cientos de alemanes, holandesas, ingleses y hasta norteamericanos que venían a ver la ópera, con una promoción internacional que tuvo un coste de un par de miles de euros, pero supimos difundir las actuaciones en revistas especializadas”, recuerda. “Logramos mostrar las posibilidades que tiene un evento de este tipo, pero si las personas con responsabilidades en materia turística no lo vieron factible? La apuesta estaba hecha y aprobada, pero nosotros no podíamos decidir el camino”.
El tenor palmero quiere seguir en su Isla apoyando la cultura y aportando su privilegiada experiencia para convertir La Palma en un destino diferenciado en turismo cultural, pero no descarta, dentro de un año o dos, fijar su residencia de nuevo en Alemania o Suiza, donde le han ofertado interesantes proyectos.