El Gratencan colabora en el hallazgo de 83 agujeros negros supermasivos en el Universo primigenio
Un equipo internacional de astrónomos, en el que ha participado el Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona (ICCUB), ha descubierto 83 cuásares alimentados por agujeros negros supermasivos cuando el Universo era menos de una décima parte de lo que es actualmente.
Según ha informado este lunes el ICCUB, este hallazgo, en el que ha colaborado el Gran Telescopio de Canarias (GTC o Grantecan), aumenta el número de agujeros negros conocidos hasta el momento, y revela por primera vez hasta qué punto eran comunes los agujeros negros en los inicios de la historia del Cosmos.
El estudio también detalla los efectos de los agujeros negros en el estado físico del gas en el Universo durante los primeros mil millones de años.
Los agujeros negros supermasivos se encuentran en el centro de las galaxias y, aunque predominan en el Universo actual, no se sabe con certeza cuándo se formaron ni cuántos hay.
De entre ellos, los agujeros distantes se identifican como cuásares, que brillan cuando acumulan gas.
Para escoger los cuásares candidatos a estudio, un equipo de investigación liderado por Yoshiki Matsuoka, de la Universidad de Ehime (Japón), usó datos obtenidos con un instrumento innovador, la cámara Hyper Suprime-Cam (HSC), una cámara muy potente montada en el telescopio Subaru, instalado en la coma del Mauna Kea (Hawái) por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón.
El equipo de la HSC está desarrollando un análisis del cielo con los datos de 300 noches obtenidos por el telescopio a lo largo de cinco años.
A partir de estos datos se seleccionaron los cuásares cuyo análisis desembocó en el descubrimiento de los agujeros negros supermasivos.
Además, los astrónomos han trabajado en una campaña de observación para obtener variantes de estos candidatos utilizando el Gran Telescopio Canarias (GTC).
El astrónomo del ICCUB Kazushi Iwasawa ha sido el investigador principal de las observaciones que se han llevado a cabo con el GTC en esta segunda fase, en la que descubrieron cerca de un tercio de nuevos cuásares.
En el área estudiada, la investigación ha mostrado 83 cuásares que no se conocían antes y diecisiete ya conocidos.
Los investigadores encontraron que, en cada cubo de miles de millones de años luz de lado hay, aproximadamente, un agujero negro supermasivo.
Asimismo, los astrónomos han descubierto que los cuásares están a unos 13.000 millones de años luz de la Tierra, es decir, que se ven tal como eran entonces.
Los investigadores explican que el tiempo que ha transcurrido desde el Big Bang hasta esta época cósmica es solo un 5 % del presente cósmico (13.800 millones de años).
El cuásar más distante descubierto en este trabajo está a 13.050 millones de años luz, una distancia similar a la del segundo agujero negro supermasivo más lejano que se ha descubierto hasta ahora.
Con los resultados obtenidos hasta ahora, el equipo prevé buscar más agujeros negros supermasivos distantes y poder revelar el periodo en que apareció el primero en el Universo.
Los resultados de esta investigación se han publicado en las revistas Astrophysical Journal Letters, The Astrophysical Journal Supplement Series, Publications of the Astronomical Society of Japan y The Astrophysical Journal.
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