La educación tiene solución

Los problemas de la educación formal o informal no son atribuibles a una sola causa o una sola ley que mejore, empeore, enfrente, o cambien unas asignaturas por otras, pero los visionarios que nos representan y que votarán en el Congreso de los Diputados a favor y en contra de la nueva Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), parecen abstraídos en un mundo de reproches entre unos y otros, que les impide ver la realidad.

Mientras un partido indica que si elimina del currículo la asignatura de Educación para la Ciudadanía no es posible el consenso, el otro defiende la Religión a capa y espada, y yo me pregunto ¿realmente es tan importante una hora a la semana entre las 30 horas que tiene que atender el alumnado de la ESO, como para pelearse por esa materia? O más bien es que no les interesa nada de nada la educación, y ya colocarán estos a sus hijos en colegios privados o en el extranjero, donde realmente estudien las asignaturas que demande la sociedad del futuro.

En cuanto a las asignaturas se vuelve a las de los años 70. Así, por ejemplo, la exposición de motivos de esta nueva ley de educación menciona en reiteradas veces a las Tecnologías de la Información y la Comunicación, y a las nuevas tecnologías, pero la asignatura donde en los tres primeros años de la ESO el alumnado estudia Informática, y donde se introducen multitud de conocimientos, prácticos y no prácticos, relacionados con las Ingenierías que tanto trabajo siguen dando a la juventud española, aunque sea en el extranjero, pasa a ser una asignatura específica para administraciones educativas y centros, o sea que en un mundo rodeado de Tecnología, con una necesidad continua de innovación, la asignatura de Tecnología puede incluso no ser ofertada en los institutos.

¿Pueden explicarme los votantes y representantes del Partido Popular qué conjunción de circunstancias tienen que darse para que las medidas introducidas en la nueva ley mejoren el nivel de la educación? Porque yo no lo entiendo. La LOMCE no ataca las necesidades específicas de la educación en España, y mientras se centran en cuestiones banales, que nada tienen que ver con la necesidades de las familias y de los centros educativos, como la falta de referentes positivos, la falta de motivación del alumnado, la falta de herramientas de madres y padres para encauzar a su descendencia, la falta de motivación del profesorado, el número de adolescentes en cada grupo, etc. Nuestros jóvenes encuentran que todo lo que les rodea es mejor que preocuparse por los estudios, y en estas circunstancias que haya segregación o no, que haya revalidas o no, a muchos estudiantes les trae sin cuidado.

Por tanto, ¿dónde está la solución a la Educación? En la sociedad, en un compromiso real de todos los miembros de la sociedad, medios de comunicación, multinacionales, partidos políticos, familias, clubs deportivos, que prioricen la educación, para establecer un ambiente generalizado donde lo que se lleve, que lo que esté de moda durante mucho tiempo, sea seguir las clases con atención y responsabilidad. Lo contrario es lo que vemos estos días, alumnado con varios suspensos, con el último móvil del mercado.

Para el resto de los problemas que encontramos en la educación, la solución está en disponer de medios, medios y más medios, con equipos interdisciplinares, dotados de psicólogos, trabajadores sociales y demás profesionales, que trabajen con el alumnado, actuando rápidamente entre todos los colectivos implicados.