Espacio de opinión de La Palma Ahora
México y España. ‘Mordaza’ a los derechos de los ciudadanos
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Accional Nacional (PAN) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) han aprobado una reforma de la Constitución que impedirá las protestas sociales en México. El actual Gobierno español ha impuesto su ley ‘mordaza’ para evitar la expresión de descontento de los ciudadanos. En el primer caso, el Gobierno la denomina ‘reforma sobre movilidad’ para la seguridad de los ciudadanos. En el segundo, como ‘ley de seguridad ciudadana’.
El descaro de ambos gobiernos traza medidas y líneas dictatoriales amparadas en el miedo que albergan sobre la ciudadanía. No les gustan, en ningún caso, el derecho del ciudadano a expresar su opinión, y más si está opinión viene a contradecir y a exigir a los actuales mandatarios que cese la corrupción, el descaro fiscal y económico, la inmundicia parlamentaria, los desahucios, las mentiras y las hipocresías, los desaparecidos, las hambrunas de niños, hombres y mujeres, los asesinatos, la complicidad con los narcos, la droga, y que, por otro lado, sean ellos directa o indirectamente culpables. Porque en el caso de los gobiernos, se es culpable no solo por ejercer o actuar de manera delictiva sino también por mirar hacia otro lado, o por simplemente aludir públicamente en relación a las mismas “perspectivas e irrealidades” que en nada tienen que ver con la actualidad.
Digamos que, tanto al actual Gobierno español como al mexicano, el descalabro por no poder controlar la situación los ha desconcertado, y los mantiene en una incertidumbre y temor electoral. Pero no el desconcierto por las diferentes situaciones, los 43 desaparecidos en Ayotzinapa y la complicidad Gobierno-narcos en el caso de México, y la corrupción y la crisis económica en España, nada de eso, en realidad el desatino, el desasosiego y la turbación en que viven ambos gobiernos, viene producida por las manifestaciones de los ciudadanos que están cansados y enrabietados por la inutilidad y la confabulación de dichos dirigentes con lo que está ocurriendo, y ello mediante la expresión de viva voz en las calles, mediante pancartas, gritos, pintadas, e incluso sacando videos y fotos donde se revela una vez más que la violencia viene dada por los agentes represores enviados por los propios gobiernos y no por la ciudadanía, que pacíficos solo expresan su descontento y el derecho democrático a enumerar y exigir a quienes gobiernan soluciones a la realidad en la que está envuelta la actualidad social y económica, y a echar abajo todo el sinsentido y las irrisorias palabrerías e hipócritas discursos públicos de dichos mandatarios, aludiendo y enarbolando excusas y futuros que no llegaran, y que parece que solo ellos creen.
Lo que ocurrirá en ambos casos con sus reformas y leyes es que se podrá reprimir de manera violenta por parte de los gobiernos, con multas y cárcel y demagogia pública, a quién solo pretenda expresar libremente el descontento o la necesidad de buscar soluciones para abolir la pobreza, la desalmada situación económica, futuras aniquilaciones de derechos, o cualquier aspecto o resolución o circunstancia que sobrevenga y en la cual el ciudadano tiene de manera democrática, como así indica el régimen al cual están acogidos, pronunciar lo que opina y piensa.
Lo peor de ambas leyes y reformas es que parece ser una moda, una actitud gubernamental que con toda seguridad, y lamentablemente, se extenderá a otros países y en símiles directrices que ambas, envueltas en papel con las palabras Democracia y Seguridad Ciudadana.
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