Todo depende de todo. La risa es sana, pero depende de quién te rías, claro, no es sano reírse de alguna gente. Los pájaros vuelan de maravilla, pero no tienen marcha atrás, creo que los chinos ya tienen aviones que vuelan hacia atrás, qué sabemos de los kurdos, lo jázaros, los armenios, lo coptos o los eslovenos, sin ir más lejos, quién sabe distinguir un sunnita de un chiita, confieso mi ignorancia, pero a lo que vamos, a La Palma, si algún experto dice que cada vez somos menos los habitantes de nuestra isla bonita, cómo es posible que cada vez haya más coches, muchos más, circular y no te digo aparcar se está convirtiendo en una pesadilla bíblica. Se habla de crisis turística y veo guiris, con perdón, por todas partes, como nunca, los veo incluso en las romerías con traje de magos. También se habla del plátano, pero nunca he visto un platanero demasiado contento, un amigo dice que los que están contentos viven en Tenerife o en Madrid. Me preguntan si no voy de vacaciones a mí, precisamente a mí, que siempre estoy de vacaciones, no querrán que vaya a París a hacerme un selfi con la torre Eiffel, a la que algunos rascacielos chinos están dejando en ridículo, o a Venecia en plan gondolero, que uno tiene su dignidad y no la voy a perder por colgar una fotito en Instagram. En fin, pensamientos líquidos bajo la tercera ducha del día, qué calufa. El Polo Norte queda lejos, pero el polo de Kalise cerquita, en la nevera.