Someten al Diablo de Tijarafe a una prueba de alcoholemia
En la madrugada del 7 al 8 de septiembre, Tijarafe suelta al Diablo. El número más emblemático y esperado de las fiestas en honor a la Virgen de Candelaria espera congregar a unas 7.000 personas en la Plaza de La Candelaria y calles aledañas. En esta edición, el Ayuntamiento ha establecido rigurosas medidas de seguridad para evitar incidentes como el ocurrido el pasado año, cuando la figura diabólica, a los 14 minutos de iniciada la infernal danza, cayó al suelo y tuvo que ser retirada por el dispositivo de emergencia para proteger al público de las explosiones pirotécnicas. Durante esta operación, resultaron afectados el suplente de la figura, quien intentó proseguir con el baile, y dos bomberos, que tuvieron que recibir asistencia médica por inhalación de humo y polvo de los extintores y por los efectos de la onda de la carga explosiva. Un informe elaborado por la Policía Local y la Guardia Civil, a petición de las autoridades municipales, concluyó que la bombona de aire que llevaba la carcasa no fue utilizada, lo que pudo provocar una hipoxia (déficit de oxígeno) al danzante.
Ricardo Cáceres, teniente de alcalde de Tijarafe, ha señalado a LA PALMA AHORA que en esta edición, por primera vez en la historia de este número, un policía local se encargará de realizar una prueba de alcoholemia a la persona que encarna al Diablo, al suplente y a los cabezudos. “Este agente certificará que todos ellos están en condiciones de asumir sus responsabilidades sin correr riesgos”, dijo.
El espectáculo pirotécnico contará con un amplio dispositivo de emergencia. El cordón de seguridad del Diablo estará integrado por 50 efectivos, a los que hay que sumar otras 140 personas pertenecientes a distintos colectivos, así como nueve policías locales de diferentes municipios. Cruz Roja instalará un hospital de campaña frente al Ayuntamiento que estará atendido por cinco sanitarios, tres ambulancias básicas y dos médico-avanzadas. Asimismo, y como novedad, Cruz Roja contará este año, a menos de un minuto de recorrido de la plaza, con una unidad de sistema de oxigenación asistida por un ATS y personal de enfermería para atender posibles casos de hipoxia, explicó Cáceres.
Igualmente, el Ayuntamiento ha establecido un protocolo especial mediante el cual un policía local y un funcionario verificarán que todo el mecanismo de la carcasa funciona. “Comprobarán las baterías, las luces o los sistemas de evacuación” minutos antes de que se inicie el baile y harán firmar al danzante y al pirotécnico un documento en el que se certifica que se han revisado todos los dispositivos.
Ricardo Cáceres invita los palmeros a acudir al mágico espectáculo, al que asistieron el pasado año más de 10.000 personas al coincidir con un sábado, y subraya que “lo más importante es la colaboración de la gente, que se divierta sanamente”.
La Danza del Diablo, recuerdan fuentes municipales, es “una tradición que roza ya el siglo, tal y como lo conocemos en la actualidad” y está declarada Bien de Interés Cultural y de Interés Turístico de Canarias.