Aurelio: ¡Descansa en paz!
La noticia era esperada
tras el fatal resbalón,
realizando una excursión
tras la especie deseada.
Experto en flora enriscada,
conocía la palmera,
escudriñó La Caldera,
investigó sus andenes,
el hábitat y los genes
de esta flora traicionera.
Jócamo, 7.IV.2022
Nota: Tras una penosa agonía, agarrándose a la vida, hoy dejó de respirar el compañero Aurelio Acevedo, bíólogo, experto florista e incansable andariego, desde su época de estudiante en la Universidad de La Laguna.
Natural de Buenavista (Tenerife), por avatares profesionales, desarrolló prácticamente su vida laboral en la isla de La Palma, investigando la flora palmera, en general, y la del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente en particular, de la que llegó a ser un apasionado y sólido experto.
En su medio, en los abismos de La Caldera, que tan bien conocía, encontró su fin. Pese a los esfuerzos médicos y a su resistencia vital, no consiguió superar las secuelas de las graves heridas del accidente laboral sufrido. Ya descansa en paz, arrullado por el canto de las grajas entre la bruma efímera de nuestra existencia.
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