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Cuarenta años mirando al cielo

Asistentes al 40 aniversario del IAC en el Roque de Los Muchachos.
24 de julio de 2025 19:48 h

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Un cielo excepcional, una placa conmemorativa, un puñado de científicos, bastantes políticos, muchos invitados y la promesa de 400 millones de euros. Así ha celebrado el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) su 40 aniversario, recordando que sin La Palma —y sin sus cielos— la astrofísica española no habría alcanzado las estrellas. El Telescopio de Treinta Metros vuelve a estar sobre la mesa… aunque con más interrogantes que certezas.

Nos gusta celebrar aniversarios que terminan en cero o en cinco. Será por estética, por redondez o simplemente por costumbre. Por eso el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha celebrado este jueves, 24 de julio, su 40 cumpleaños en el Observatorio del Roque de Los Muchachos, en la isla de La Palma. Una celebración sobria pero emotiva, con presencia de unas 150 personas entre científicos, ingenieros, técnicos, responsables políticos, periodistas e invitados. Se destapó una placa conmemorativa, se hizo una breve intervención institucional y luego... se celebró el cumpleaños. ¿Y cómo celebran su cumpleaños los científicos? Pues con conversaciones sobre galaxias, instrumentación óptica y promesas de futuro.

Pero, entre nosotros, los que somos un poco frikis —y sé que no soy el único— hubiéramos preferido celebrar el 42 aniversario. Porque, como todo buen lector de La guía del autoestopista galáctico sabe, 42 es la respuesta al sentido de la vida, el universo y todo lo demás. Es solo una broma, claro. Pero no tan broma.

De 1985 a 2025: cuatro décadas mirando al cielo

El director del Instituto de Astrofísica de Canarias, durante el acto de conmemoración del 40 aniversario.

En 1985, los Reyes de España y otras autoridades inauguraban oficialmente el Observatorio del Roque de Los Muchachos. Desde entonces, en estos 40 años, la astrofísica en Canarias, en La Palma y en España ha dado un salto impresionante. Gracias a este enclave privilegiado, la ciencia española ha podido jugar en las grandes ligas de la ciencia.

Y no es exageración. Porque sin nuestros cielos, sin este Roque de Los Muchachos que se asoma al Atlántico y al infinito, no habría astrofísica española tal y como la conocemos. La posición geográfica, la estabilidad atmosférica y la protección legal frente a la contaminación lumínica han sido claves. El IAC no sería lo que es —una referencia internacional— sin La Palma. Y viceversa.

Una inversión que mira al futuro

Por eso, el Gobierno de España ha querido marcar este 40 cumpleaños con un regalo en forma de número redondo: 400 millones de euros comprometidos para la construcción del Telescopio de Treinta Metros (TMT). El órdago está lanzado. Una señal clara: el cielo está aquí, el suelo está aquí, los permisos están aquí, y ahora, parte del dinero también.

¿Y ahora qué? Porque como muchos saben, el TMT es un proyecto que lleva años intentando despegar. Su promotor, Estados Unidos, siempre quiso instalarlo en Mauna Kea, Hawái. Pero la fuerte oposición de colectivos nativos y ecologistas —con argumentos tanto culturales como religiosos— ha paralizado repetidamente su construcción. Los tribunales les han dado la razón. Y mientras tanto, La Palma ha sido la segunda opción, aunque diplomáticamente se ha dicho que era “opción equivalente”.

La realidad, sin embargo, es más cruda: Estados Unidos nunca quiso construirlo en La Palma. Pero ahora, ante el bloqueo en Hawái, el recorte presupuestario anunciado por el Congreso estadounidense y la nueva apuesta española, el tablero ha cambiado. España ha dicho: te doy el cielo, te doy la tierra, te doy los permisos, y ahora te doy parte del dinero. ¿Vas a venir o no?

Una apuesta estratégica para La Palma

Diana Morant durante su intervención en el 40 Aniversario del Instituto de Astrofísica de Canarias en el Roque de Los Muchachos (Villa de Garafía)

Para La Palma, esta decisión sería trascendental. El Observatorio del Roque representa ya hoy aproximadamente el 4% del PIB de la isla. La llegada del TMT podría duplicar o incluso triplicar ese impacto. Se trata de una inversión de altísimo nivel que generaría empleo, fijaría población —algo crítico en una isla que sufre despoblación— y consolidaría a La Palma como uno de los nodos científicos más importantes de Europa.

Además, sería un espaldarazo a la soberanía científica de Canarias. Porque sin nuestros cielos, insistámoslo una vez más, no habría astrofísica en España. Nuestro cielo es nuestra gran estrella. Es como si a Yamal —el joven prodigio del fútbol español— le cobrasen por vestir las marcas que, precisamente, le pagan a él por lucirlas. Aquí, paradójicamente, sucede algo parecido, pero a la inversa: tenemos el privilegio del cielo, pero seguimos esperando, casi como pidiendo permiso, a que otros vengan a aprovecharlo.

Una oportunidad que no debería desperdiciarse

El 40 aniversario del IAC no es solo una excusa para cortar tarta. Es una oportunidad de mirar hacia atrás con orgullo y hacia adelante con ambición. La ciencia en España, y especialmente en Canarias, ha llegado muy lejos en cuatro décadas. Pero para seguir avanzando hacen falta decisiones valientes, compromisos financieros serios y una mirada a largo plazo.

La apuesta de los 400 millones es una jugada fuerte. Un órdago con el que España dice: aquí estamos, con nuestros cielos, con nuestra gente, con nuestras ganas. Falta saber si los socios internacionales están dispuestos a igualar la apuesta. Claro que, antes de lanzar cohetes, primero habrá que consignar este dinero en los Presupuestos Generales del Estado para 2026... si es que hay Presupuestos, claro.

Y si al final el TMT no viene, o lo que es casi peor, si no hay una decisión en un plazo razonable —digamos un año—, entonces quizás deberíamos empezar a mirar hacia otros destinos más seguros para esa inversión. Por ejemplo, el Telescopio Solar Europeo (EST), que está previsto construir precisamente en el Roque de Los Muchachos a partir del próximo año, o la red de telescopios Cherenkov, el CTAO, que ya cuenta con cuatro mega telescopios de 23 metros de plato levantados en La Palma y espera otros nueve telescopios Cherenkov de tamaño medio. Ambos proyectos están en marcha, tienen respaldo europeo, y lo que necesitan no es otra cosa que lo que ahora ha prometido el gobierno de España: financiación.

Y si no es ahora, ¿cuándo?

Porque, sí, nos gustan los números redondos. Pero a algunos nos gusta aún más el 42. Porque 42 es la respuesta al sentido de la vida, el universo y todo lo demás. Y si eso no es una buena excusa para celebrar otro aniversario más dentro de dos años, yo no sé qué lo es.

Placa por el 40 aniversario en el Roque de Los Muchachos.
Placa por el 40 aniversario en el Roque de Los Muchachos.
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