La Laguna-Las Norias: símbolo de la reconstrucción

Pocos días después de que se declarara el fin de la erupción volcánica, las palas entraron en el Cruce de La Laguna para iniciar la recuperación de las comunicaciones en el Valle de Aridane. Repletos de incertidumbre y temor, pero con la máxima determinación, empezamos desde el Cabildo Insular de La Palma los trabajos para conectar los extremos sur y norte de las coladas. Sabíamos que reconstruir las comunicaciones era vital para recuperar el latido del Valle de Aridane.

Contra todo pronóstico, frente a vaticinios de expertos de fuera de la Isla que nos hablaban de varios años para poder intervenir y en medio de un persistente e injusto ruido político, logramos el 01 de junio de 2022, abrir con restricciones la vía, que el uno de diciembre pusimos en funcionamiento las 24 horas, tras instalar el alumbrado en su trazado. La carretera La Laguna-Las Norias se convirtió así en todo un símbolo de la recuperación, el camino que abría la esperanza a La Palma. Una isla que era capaz de ponerse en pie a pesar del duro golpe que había sufrido con el volcán.

Y lo hicimos desde aquí, con recursos propios del Cabildo, el trabajo de empresas palmeras y el talento de técnicos y profesionales de la Isla Bonita que dieron lo mejor de sí, trabajando a destajo y poniendo al servicio de la sociedad palmera todo su esfuerzo, conocimientos y empatía con la dura situación que vivíamos.

No puedo sentir sino un profundo orgullo de haber trabajado, como consejero de Infraestructuras, con este excelente equipo de personas que hicieron posible lo que este 19 de septiembre se ha culminado, con la apertura definitiva de la carretera en la que probablemente se ha puesto más coraje, talento y, sobre todo, pasión en su ejecución.

Hubiera elegido cualquier otro día del calendario para poner en uso esta vía, pero bien está lo que bien acaba. Mejor que nadie conozco las dificultades que representa una obra de estas características, pero no puedo pasar por alto la extrañeza de que se haya tardado tanto para rematar la vía y ponerla en funcionamiento. Afortunadamente, quienes ahora tienen la responsabilidad de gobernar lo hacen sin el ruido y la tensión populista que padecimos nosotros en la gestión de la reconstrucción. Pero esta ausencia de decibelios no debe debilitar el trabajo de los responsables públicos.

Vamos a seguir trabajando para recuperar todos los proyectos de vida que se vieron truncados por la catástrofe natural sufrida por La Palma hace dos años y lo vamos a hacer como hemos actuado hasta ahora, con la máxima empatía, honestidad y compromiso con las personas afectadas para lograr reconstruir una isla más social y sostenible.