“El pueblo canario no puede quedarse de brazos cruzados mientras el racismo se pasea por sus calles”

Un grupo de personas se ha concentrado a mediodía de este sábado en las inmediaciones del Mercado de Los Llanos de Aridane convocadas por la Plataforma La Palma contra el Racismo, en coordinación con distintas personas, colectivos y organizaciones de Canarias, para rechazar “el reciente auge de posturas racistas e intolerantes” en el Archipiélago y expresar su “solidaridad con las personas migrantes”.

Los concentrados corearon consignas como Ningún ser humano es ilegal o Nativa o extranjera, la misma clase obrera. Asimismo, expresaron su rechazo a “las devoluciones en caliente” de los inmigrantes y criticaron la situación de los migrantes que se encuentran en Arguineguín, en Gran Canaria.

La concentración, que se celebró también en otras islas, se convocó “ante el drama humano de personas que arriesgan o pierden su vida durante el tránsito migratorio, ante las condiciones infrahumanas que tienen que vivir a su llegada al archipiélago y ante el aumento de discursos de odio en su contra no podemos mirar hacia otro lado”.

“El pueblo canario no puede quedarse de brazos cruzados mientras el racismo se pasea abiertamente por sus calles. Su mera presencia pisotea la memoria histórica de las víctimas de la dictadura y el colonialismo en el Archipiélago. En Canarias, un país que ha sido territorio abierto y solidario con nuestras hermanas migrantes, no vamos a pasar por alto ni la demagogia de quienes nunca se han preocupado por la alta precariedad y pobreza que se vive en Canarias, ni la histórica migración en nuestras islas, cuestión devenida, entre otras razones, por el carácter colonial del Archipiélago”, recuerdan.

“Se ejerce racismo y violencia institucional contra las personas migrantes. Lejos de estar ‘en hoteles de cinco estrellas con todo lujo a nuestra costa’ las migrantes se encuentran enjauladas, sin apenas posibilidades de salir y con sus movimientos controlados como si fuesen criminales. Tratadas como delincuentes a pesar de no haber cometido ningún otro crimen que desobedecer la sentencia del sistema extractivista mundial que además de condenarles a morir de pobreza en países que son graneros del mundo entero, les prohíbe salir de ellos, evitando así que el mundo se entere de las atrocidades que comete Occidente en África”, aseguran.

“Canarias es utilizada como tapón de Europa y frontera de muerte para detener los flujos migratorios, cuando un 80% de las plazas previstas por la Comunidad Europea para el alojamiento de personas migrantes y refugiadas están vacías. La única explicación es que sencillamente no se les quiere ayudar. Resulta más rentable para las necropolíticas de control de movimiento que mueran en el mar o devolverlas a sus países de origen para vivir en la miseria y en la guerra. El problema radica en las perversas lógicas del capitalismo que festeja la insostenible llegada masiva de 16 millones de turistas al año, mientras criminaliza a menos de 11.000 personas que arriban a nuestras islas en busca de una vida digna”, señalan.