Migraciones anuncia la próxima apertura de todos los campamentos y el desalojo de hoteles
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha anunciado que “la próxima semana”, con la apertura de la nave que Bankia cedió temporalmente al Gobierno central en el polígono de El Sebadal en Las Palmas de Gran Canaria, gestionada por Cruz Blanca con 500 plazas, estarán activos los siete campamentos anunciados en noviembre en el marco del Plan Canarias para establecer 7.000 plazas para albergar migrantes en tres islas: Gran Canaria (con tres recintos), Tenerife (con dos) y Fuerteventura (uno), ante la llegada de más de 23.000 personas a través de la ruta atlántica durante 2020.
Este viernes comienza a funcionar el segundo campamento para migrantes de Tenerife, el antiguo acuartelamiento militar de Las Canteras, ubicado en La Laguna, que cuenta con y 1.642 plazas y está gestionado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). El uso del espacio se ha desbloqueado después de meses de trabas con el Ayuntamiento de La Laguna, que ordenó la paralización de las obras porque “no se ajustaban a la legalidad urbanística”.
El Ministerio asegura que la disposición de estas plazas permiten liberar otros recursos alojativos, como los hoteles, “que de manera transitoria sirvieron como recurso de acogida de emergencia”. Y “conforme se vaya cumpliendo el cronograma de derivaciones a todos los recursos ya operativos del Plan Canarias”, se procederá “al cierre definitivo de estos emplazamientos temporales”.
En un comunicado, Migraciones ha explicado que hasta el 15 de febrero se han contratado a 761 personas (437 trabajadores de atención directa y 323 empleados de servicios básicos y auxiliares) para gestionar los campamentos, una cifra que aumentará con la apertura de los nuevos emplazamientos. En concreto, indica que en Tenerife la empresa pública Tragsa ha contratado a 250 personas y ha precisado del servicio de un total 65 empresas para llevar a cabo las obras en Las Raíces y Las Canteras.
En Tenerife, el macrocampamento de Las Raíces comenzó a albergar migrantes desde el 5 de febrero, cuando entraron un centenar de personas en plena alerta por nieve y con 8 grados de temperatura, motivo por el que se negaron se negaron, en un principio, a acceder a su interior. Hasta el momento permanecen alojadas en este espacio más de 600 personas y en cada una de las carpas duerme al menos una docena de personas. La falta de información sobre su futuro y las condiciones del recurso han hecho que los migrantes organicen protestas en el exterior del antiguo acuartelamiento.
Las protestas también se han sucedido en el campamento ubicado en el barrio El Lasso, en el antiguo colegio León, de la capital grancanaria, donde los migrantes colocaron pancartas para denunciar el bloqueo y su temor a la deportación. En el Regimiento Canarias 50, en el barrio de La Isleta de la ciudad capitalina y pendiente aún de la apertura de más plazas en una segunda fase, las fuertes lluvias provocaron encharcamientos de aguas fecales y algunas de las personas que están en su interior amenazaron con iniciar una huelga de hambre. También se han producido traslados al campamento de El Matorral, en Fuerteventura, un espacio está ubicado en una parcela del antiguo Centro de Internamiento de Extranjeros que tiene capacidad para 700 personas.
El Ministerio ha asegurado que ha desplegado todos los operativos el acompañamiento de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO), “que ha supervisado el estricto cumplimiento de los estándares internacionales de acogida”. Además, también ha creado desde noviembre “una unidad dedicada exclusivamente a la coordinación migratoria en las islas, con la finalidad de realizar un seguimiento continuo”.
Durante la última semana de febrero, la directora general de Inclusión y Atención Humanitaria, María Teresa Pacheco, ha visitado Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura, y ha mantenido reuniones con el delegado de Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, entidades locales, ONGs gestoras de recursos y asociaciones de vecinos.
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