Greenpeace se suma a la protesta contra las jaulas marinas de la costa de Telde
Greenpeace ha anunciado que se sumará este sábado a la cadena humana convocada por la Plataforma por un Litoral Limpio en el paseo de Salinetas, en Telde (Gran Canaria), para exigir la retirada de las jaulas de acuicultura fondeadas a unos 350 metros de la playa de Melenara.
En un comunicado, la organización ecologista explica que aprovechará además esta protesta contra el episodio de contaminación marina que ha obligado a cerrar durante semanas las playas de Telde para recoger firmas contra la acuicultura industrial.
“Esta situación es insostenible, por lo que reclamamos el desmantelamiento inmediato de las jaulas y que se lleve a cabo un análisis riguroso sobre las causas del problema y exista transparencia en la información. Es más urgente que nunca una apuesta real de las autoridades competentes por modelos de acuicultura sostenible”, señala Irene Sánchez, portavoz de Greenpeace en Canarias.
Greenpeace sostiene que la causa de la contaminación que obligó a cerrar hasta quince playas desde Telde hasta Mogán fue “la muerte masiva del 40% de las lubinas que la empresa Aquanaria cultiva en una de las tres explotaciones, unos 2.500 toneladas según datos proporcionados por la empresa”.
“Desde el primer momento, Aquanaria ha defendido que el origen del problema fue un vertido industrial producido por uno de los emisarios cercanos a la instalación. Sin embargo, la comunidad científica señala que habría sido ocasionado por un colapso interno provocado por distintos factores, como acumulación de materia orgánica bajo las jaulas, disminución en los niveles de oxígeno y estrés de los peces”, sostiene la organización ecologista.
Greenpeace opina que “lo ocurrido en Melenara no es un hecho aislado: vecinos y vecinas de la zona llevan más de 20 años documentando episodios de mal olor, materia orgánica en descomposición o mala calidad del agua de baño, y han observado cómo paulatinamente ha ido disminuyendo la biodiversidad en la zona”.
A su juicio, el modelo de negocio puede llevar a este tipo de plantas de acuicultura “al límite de su capacidad por la acumulación de una gran cantidad de peces en las jaulas”.
“El aumento de las temperaturas en los océanos y la consecuente disminución del oxígeno en el agua, junto al estrés de los peces en las jaulas, son el detonante perfecto de más catástrofes como la ocurrida en Melenara, lo que no es un hecho excepcional en la acuicultura. Hay casos documentados en Noruega o Chile, por citar sólo dos ejemplos”, añade
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