Trump y Zelenski se reúnen en Mar-a-Lago a la espera de avances en el plan de paz para Ucrania
Donald Trump y Volodímir Zelenski se reúnen este domingo para abordar el plan para poner fin a la guerra en Ucrania, en medio de los duros ataques rusos de las últimas horas contra Kiev y otras ciudades ucranianas, y las dudas sobre si Moscú esté dispuesto a abandonar sus demandas maximalistas para poner fin al conflicto.
Zelenski llegó a Florida el sábado por la noche con una delegación ucraniana, horas antes de la reunión con el presidente de los EEUU en su mansión de Mar-a-Lago. Se espera que los dos líderes aborden la última versión de un plan de paz de 20 puntos y la cuestión no resuelta del futuro de la región del Donbás, en el este de Ucrania, clave de la disputa territorial entre Kiev y Moscú.
Mientras Vladímir Putin ha exigido que Ucrania entregue el territorio en el norte de Donetsk que sus fuerzas no han podido capturar hasta el momento, la contrapropuesta de Zelenski contempla una zona desmilitarizada, con ambos bandos retirándose de la línea de contacto. El plan podría someterse a un referéndum en Ucrania, siempre que Moscú acepte primero un alto el fuego que dure de 60 a 90 días.
Más allá de la cuestión territorial, aún persisten problemas fundamentales, incluidas las garantías de seguridad para evitar que Rusia ataque tras un posible acuerdo de paz. Hasta el momento, Trump no ha asumido ningún compromiso militar para defender a Ucrania. El plan original de 28 puntos de EEUU presentado en noviembre tras conversaciones con Rusia exigía, esencialmente, la capitulación de Ucrania.
Una reunión en medio de fuertes ataques
Tras una reunión con el primer ministro de Canadá, Mark Carney, el sábado, Zelenski describió el último ataque aéreo a gran escala de Putin sobre Kiev como “la respuesta de Rusia a nuestros esfuerzos de paz”. El presidente ucraniano le dijo a Carney: “Necesitamos dos cosas: presión sobre Rusia y apoyo suficientemente fuerte para Ucrania”.
La capital de Ucrania fue alcanzada por más de 500 drones y misiles balísticos entre la noche del viernes y el sábado. El ataque, que duró 12 horas, mató a dos personas y dejó a medio millón sin electricidad. Carney calificó el bombardeo de “brutal” y reiteró que era fundamental que Rusia estuviera “dispuesta” a poner fin a las hostilidades para crear las condiciones para una paz justa y duradera.
Recomponer una tensa relación
La reunión del domingo supone para Zelenski asumir el riesgo de un nuevo desastre diplomático en público. En una entrevista reciente con The Guardian, el líder de Ucrania dijo que “no tenía miedo” del habitual comportamiento voluble de Donald Trump porque ambos tienen un mandato democrático.
En febrero, Trump y el vicepresidente de los EEUU, JD Vance, protagonizaron una dura bronca pública a Zelenski ante las cámaras durante un encuentro en el despacho oval. Las reuniones posteriores han ido mejor, incluyendo una en el Vaticano en abril durante el funeral del Papa Francisco y otra en la Casa Blanca en octubre, en la que Zelenski estuvo flanqueado por los líderes europeos.
Los diplomáticos ucranianos han necesitado trabajador duro para reparar las relaciones con una Casa Blanca inclinada hacia Rusia, mientras se coordinan de forma estrecha con sus aliados europeos. Este mismo sábado, Zelenski habló con varios líderes europeos y les trasladó que esperaba que se pudieran unir a las conversaciones con Trump el domingo a través de una videoconferencia desde Mar-a-Lago.
La delegación ucraniana incluye a Rustem Umerov, jefe del consejo de defensa y seguridad nacional de Ucrania; al primer viceministro de Asuntos Exteriores, Sergiy Kyslytsya; y a la nueva embajadora de Ucrania en Washington, Olha Stefanishyna. El enviado de Trump, Steve Witkoff, y su yerno, Jared Kushner, se unirán por la parte estadounidense.
Zelenski ha descrito la reunión con Trump como un encuentro bilateral centrado principalmente en temas entre EEUU y Ucrania. Los temas clave incluyen garantías de seguridad de los EEUU y Europa, la situación militar y una hoja de ruta para poner en marcha acuerdos. Zelenski ha indicado que el plan de 20 puntos estaba completo al 90%, con las cuestiones territoriales aún por resolver.
Movimientos sobre el terreno
El domingo, el Ministerio de defensa de Rusia ha anunciado que sus fuerzas han tomado cinco asentamientos en el este y sur de Ucrania, incluyendo Myrnohrad, cerca de la ciudad oriental de Pokrovsk, y Huliaipole en la región de Zaporiyia. El anuncio antes de la reunión en Florida parecía diseñado para enviar un mensaje a Trump de que la victoria de Rusia en el Donbás es inevitable.
Las fuerzas rusas siguen avanzando aunque también han sufrido reveses. En las últimas semanas, el ejército de Ucrania ha recuperado el control de gran parte de la ciudad de Kupiansk en la región de Járkov, tras su infiltración por pequeños grupos de infantería rusa. Ucrania ha desestimado los últimos anuncios de Moscú y ha dicho que sus defensas se mantienen firmes.
Su ejército ha anunciado que ha alcanzado la refinería de petróleo de Syzran en la región rusa de Samara en un ataque nocturno con drones, causando daños que aún se estaban evaluando. Entre tanto, civiles resultaron heridos tras los ataques rusos con drones y misiles en la región de Járkov, según la policía ucraniana.
Sin grandes expectativas
No hay grandes expectativas de que la reunión entre Trump y Zelenski de este domingo pueda dar lugar a un acuerdo significativo. En una entrevista con Politico la semana pasada, Trump dijo que esperaba una “buena” reunión, pero no respaldó las últimas propuestas de Zelenski. “Él no tiene nada hasta que yo lo apruebe”, afirmo Trump en su tono habitual. “Así que veremos qué tiene”.
Con Trump poco dispuesto a presionar a Rusia, los observadores creen que la guerra que suma ya casi cuatro años continúe. “El fallo fundamental del actual impulso diplomático es la ausencia del agresor en la mesa de negociaciones”, afirma Yuriy Boyechko, fundador de la organización benéfica Hope for Ukraine.
“La paz no se logra forzando a una parte a aceptar los términos de un tercero; para alcanzar la paz, el principal atacante, Vladímir Putin, se tiene que comprometer a un alto el fuego y a la retirada. Mientras Rusia esté lanzando activamente sus ataques más intensos en meses, parece señalar que no tiene intención de honrar un acuerdo que no ha firmado”.
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