El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria abre la puerta a dar otro uso al campo de golf de La Minilla

Campo de golf Las Palmeras, en el barranco de La Ballena

Macame Mesa

Las Palmas de Gran Canaria —

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste, no descarta destinar el espacio que ocupa el campo de golf de La Minilla a “otro uso”, después de que la Administración haya recuperado la concesión que mantiene la administración concursal de la empresa Las Palmeras Golf Park S.L.U. por 4,1 millones de euros.

“Tendremos que concretar qué vamos a hacer con ese edificio, si lo seguimos dejando como campo de golf o si le damos otro uso”, puntualiza el concejal. Doreste duda de que la instalación sea lo suficientemente rentable como para recuperar la inversión que hará el Consistorio o para “mantenerse a sí mismo” y manifiesta que “la gran maldad es que es muy buen campo de golf, con mucho prestigio”.

El Ayuntamiento está a la espera de recibir una auditoría externa sobre el expediente de concesión de la explotación del campo de golf, aprobado por una corporación presidida por el Partido Popular (PP) en 2002, y de todas las “maniobras empresariales posteriores” que afectan a esta parcela municipal.

Dicho documento reflejará si las operaciones financieras realizadas en el año 2006 por Las Palmeras Golf Park, filial de la empresa Evemarina - que llevaron a hipotecar supuestamente la concesión, que debía durar 50 años, para obtener un préstamo de nueve millones de euros - fueron perjudiciales para los intereses generales de la Administración. Posteriormente, Evemarina quebró y entró en proceso concursal.

De lo que ya se han percatado los técnicos municipales es de que, según señala Doreste, el acta del crédito que figura en la caja de ahorros no se otorgó en base a la concesión, sino a la propia finca, cuyo propietario es el Ayuntamiento. Un movimiento que el concejal asegura que “no era posible” llevarlo a cabo.

En su opinión, “lo más grave” es que ese dinero no se llegó a invertir en el complejo deportivo, sino que se destinó a la compra de unos terrenos por parte de una entidad que fue adquirida por Evemarina. “Al final el dinero desaparece y no se invierte en el campo de golf y mientras eso ocurre no hay ningún control sobre esa concesión”, denuncia.

Es decir, que de los 13 millones de euros que deberían de haberse invertido en el complejo, tan solo llegaron a hacerse efectivos cinco, recalca.

Doreste indica que el Ayuntamiento abonará 4,1 millones de euros por la concesión debido a que la ley impide hacerlo mediante compensación al estar la empresa adjudicataria en proceso concursal. “Debe primero pagar y después reclamar”, apostilla. En este punto, precisa que la suma de los cánones impagados por parte de la entidad, los gastos de agua y el mantenimiento del campo de golf, dan como resultado unos siete millones de euros que se tenían que haber ingresado a la Administración.

El edil denuncia la “dejación” y “mala gestión” de los anteriores gobiernos que, según afirma, podrían haberse percatado de lo que ocurría, pero “en ningún momento hubo un control de lo que declaraba la empresa que estaba invirtiendo”.

Dependiendo del resultado de la auditoría, el Ayuntamiento adoptará medidas judiciales y no descarta incluir la posibilidad de un delito fiscal en su denuncia. “Nosotros vamos a defender hasta el final los intereses del Ayuntamiento”, concluye.

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