“No me gustaría pensar en un escenario en el que Trump fuera presidente”

Gerardo Hernández, agente cubano que estuvo preso en Estados Unidos durante 16 años, en su visita al Cabildo de Gran Canaria

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

“Aunque nunca las he visitado, conocí las Islas Canarias antes de aprender a leer (...). Mi madre nos mostraba con cariño y nostalgia las imágenes de sus años en aquellas islas que amó toda su vida, sin que ello le impidiera sentirse también cubana y amar por igual a su patria adoptiva (...). Si la bondad de mi madre, su espíritu de sacrificio y su constante preocupación por el bien de los demás son características de vuestro pueblo, eso sería suficiente para sentirme orgulloso de la sangre canaria que corre por mis venas”. Así respondía el agente cubano Gerardo Hernández en una misiva fechada en diciembre de 2013, un año antes de que fuera liberado por los Estados Unidos después de que el presidente Barack Obama levantara el embargo a Cuba tras 54 años. La carta era remitida a Inés Miranda, Fefi Milán y Lola Travieso, tres mujeres canarias que intervinieron en la IV Comisión de la ONU en octubre de 2013 a favor del pueblo saharaui y que habían mandado un escrito al por entonces recluso.

13 meses después de esa fecha histórica en la que Cuba y Estados Unidos volvieron a tener relaciones, Hernández ha visitado la tierra en la que nació su madre, Carmen Nordelo, que emigró a la isla caribeña con 15 años y murió en 2009, y ha agradecido que el Cabildo de Gran Canaria fuera una de las instituciones que en el año 2010 aprobó una moción por unanimidad de todos los grupos políticos pidiendo que se liberaran a estos presos que defendían a su pueblo. Hernández fue detenido en 1998 en Estados Unidos y acusado, junto a René González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González, de conspirar para asesinar, después de que se les relacionara con el derribo de unas avionetas que violaron el espacio aéreo cubano en 1996, además de ser tachado como espía por su relación con grupos antirrevolucionarios de Miami para abortar posibles atentados en Cuba. Estuvo en prisión 16 años con cuatro días, y de ellos 22 meses en celdas de aislamiento total “sin haber cometido ninguna indisciplina nunca”, recuerda.

Hernández aseguró que ha venido “no sólo a expresar la gratitud” de los cinco cubanos que cumplieron prisión en EE.UU por “defender” a su pueblo del “terrorismo”, sino que también ha venido para “reencontrarse con sus raíces canarias” de las que “siempre” se ha sentido “orgulloso”. Así mismo, mostró su agradecimiento al Cabildo por aprobar aquella moción hace ya seis años. “A lo largo de nuestra lucha por la justicia hubo muchas instituciones en el mundo, políticos e incluso acá en España que se dicen defensores de los derechos humanos y que nunca se preocuparon por la situación de cinco personas que pasaron más de 22 meses en prisión en celdas de castigo totalmente aislados y a quienes no dejaban ver a algunos familiares. Sin embargo, en medio de todo esto siempre hubo personas de buena voluntad que se ocuparon en averiguar qué de verdad había en eso que Cuba estaba denunciando y entre esas personas estuvo el Cabildo que denunció la situación que estábamos pasando y expresó su solidaridad en una moción”, comentó.

El agente prosiguió declarando que “hoy se sabe que no cometimos ningún otro crimen que no fuera, entre comillas, el crimen de defender a nuestro pueblo de agresiones terroristas que parten de los Estados Unidos. Pienso que hoy aquellas personas que nos apoyaron en nuestra lucha por la justicia deben sentir la satisfacción de saber que estuvieron del lado correcto, la historia lo ha demostrado”.

Cuestionado por cómo fue vivir más de tres lustros en prisión, sostiene que fue una experiencia “muy dura” y que “nunca” tuvieron con ellos la mínima consideración por no ser presos comunes. “Nos tuvieron junto a todo tipo de presos, asesinos, narcotraficantes, drogadictos...Yo estuve en la Guerra de Angola pero nunca había visto personas morir y en prisión sí vi a muchas personas ser asesinadas y personas quitarse la vida, cosas a las que no estábamos acostumbrados. Para nosotros fue bastante duro estar así”, rememora durante su visita a las instalaciones de la Administración insular.

“Pienso que con nosotros se ensañaron porque vieron a cinco personas a través de las cuales podrían castigar a la revolución cubana, y eso fue todo. En resumen fue una experiencia bien difícil: la lejanía de nuestro pueblo, nuestros familiares y que durante muchos años no me dejaron ver a mi esposa”, una esposa que se quedó embarazada cuando él estaba en prisión gracias a la inseminación artificial y que dio a luz después de que Hernández volviera a la isla. Durante su estancia en Gran Canaria el cubano ya pudo conocer a la prima de su madre, que aún vive en la isla, y también pudo caminar por Triana, el barrio en el que nació su progenitora, en concreto en la calle Domingo J. Navarro.

“No me gustaría pensar en un escenario en el que Trump fuera presidente”

En noviembre de este año Estados Unidos elegirá al sucesor de Barack Obama, del que Hernández opina que aunque les mantuvo en prisión mucho tiempo y “demoró un poco en hacer justicia” tiene el mérito de reconocer “en cierto modo que el caso de nosotros fue injusto y de haber acordado nuestra libertad”. Así, cree que si el Gobierno estadounidense actual fuese republicano “habría sido más difícil este tipo de negociación que implicó la libertad de Los Cinco”.

En cuanto a la carrera presidencial, desde su punto de vista el pueblo estadounidense merece “un cambio de rumbo” y espera que el precandidato republicano Donald Trump no llegue a La Casa Blanca. “No me gustaría ni pensar en un escenario en el que fuera presidente por sus repercusiones, no sólo para Cuba, sino también para el mundo”, aclara. 

“Corresponde al pueblo norteamericano decidir qué tipo de Gobierno va a poner. Si alguien como Donald Trump llegara  la presidencia de Estados Unidos no me imagino cómo sería ese país e incluso sus repercusiones para el mundo. Nosotros siempre hemos confiado en la sabiduría del pueblo norteamericano y ojalá elijan el camino correcto. Me gustaría ver a unos Estados Unidos menos agresivos y con menos injerencias  en los asuntos internos de otros pueblos. En sus condiciones internas les corresponde a ellos decidir, pero en cuanto a la repercusión que tenga el nuevo gobierno para las relaciones internacionales me gustaría que fuera un gobierno menos imperialista, por así decirlo”, afirma.

No obstante, también duda de que la retórica empleada por el empresario estadounidense sea real si llega a la presidencia y pone un ejemplo en el caso de la relación Estados Unidos-Cuba. “Ese tipos de personas son muy pragmáticos y los lazos económicos que aspira Estados Unidos a desarrollar con Cuba, que es lo lógico porque somos vecinos y se están perdiendo unas oportunidades económicas muy importantes, habría que ver si un hombre de negocios como es Trump estaría dispuesto a impedir que esos lazos se fortalezcan”.

Mientras, sobre Cuba, espera que el país vaya hacia “más socialismo” porque esa “es la voluntad de la gran mayoría del pueblo cubano”. Este socialismo desde su punto de vista tiene que permitir una sociedad “cada vez más inclusiva, cada vez más participativa y garantizar el bienestar para la gran mayoría de nuestra población. Esa es nuestra gran aspiración, una república como la que hizo Martí con todos y para el bien de todos”.

En este aspecto, indica que no han tenido la “tranquilidad” que se necesita para trabajar por un sistema que funcione, ya que han estado más de medio siglo haciendo lo que han podido con “un brazo apretándonos el cuello impidiendo y tratando de impedir que nos desarrollemos”. “Obviamente hay errores que son nuestros y no lo podemos achacar al bloqueo norteamericano pero, sin duda alguna, cualquiera que averigüe qué cosa es el bloqueo norteamericano, se podrá dar cuenta que es muy difícil desarrollar una sociedad en esas circunstancias y hemos hecho todo lo posible y lo seguiremos haciendo, aspiramos a que la Cuba de mañana sea mucho mejor que la de hoy, y nunca volver al pasado”.

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