El agua de la Heredad de Arucas y Firgas, ''de primera calidad''

Las aguas de los 14 manantiales más importantes adscritos a la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, que hasta ahora han sido utilizadas para el regadío, podrían ser embotelladas y comercializadas como producto de “primera calidad”, según ha explicado este viernes el profesor de Hidrología y Climatología Médica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y Universidad de La Laguna (ULL) Eduardo Navarro

Navarro, en una ponencia magistral con la que ha cerrado el ciclo de conferencias del primer centenario del edificio de la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, precisó que tras años de estudios ha concluido que su composición -a base de bicarbonato y sodio- la convierten en idónea como agua de mesa.

El experto lamentó que hasta ahora “ni mucho menos” se haya estado aprovechando la “gran potencialidad y calidad de esta agua”, cuyas características comparó con las de otras que sí se comercializan en estos momentos y que a su juicio no son mejor producto.

“Quiero aprovechar [esta conferencia] para decir que esta agua es excelente para beber. Hasta ahora se consideraba agua para riego, pero es también agua de mesa o de bebida”, enfatizó. “Es indudable que se podría generar una importante actividad económica alrededor de estos manantiales que no están siendo aprovechados”, dijo.

Navarro considera que hay volumen suficiente como para poner en marcha una actividad económica duradera alrededor de los pozos, sondeos, galerías o fuentes desde donde brota. El profesor es también fundador del Instituto de Hidrología y Climatología Médica de Canarias y del Instituto Canario del Agua (INCA).

Desde los años 60 el doctor Juan Bosch Millares ya había estudiado la composición de esta agua, aunque con el paso del tiempo estos trabajos se abandonaron. Esa es la causa, a su juicio, por la que hasta ahora ningún experto había detectado el importante valor del producto.

Los manantiales de la cuenca de la Heredad, que comienza en el Barranco de Crespo, por encima de Valsendero, son también de aguas bicarbonatadas sódicas. Tienen un gran interés por tratarse de aguas aperitivas, digestivas, diuréticas y útiles para los cálculos renales.

Clausura

La Heredad de Aguas de Arucas y Firgas cerró este viernes una semana de actos destinados a conmemorar el primer centenario del edificio que acoge la sede de esta importante institución, encargada del reparto del agua de regadío en Arucas y Firgas. Tras la conferencia de Eduardo Navarro García, se procedió a la entrega de distinciones y recuerdos. Asimismo se descubrió una placa conmemorativa del centenario, a lo que siguió un espectáculo de fuegos artificiales.

En el acto estuvo presente la Junta de Gobierno de la Heredad al completo, el alcalde de Arucas, Ángel Víctor Torres, el teniente de alcalde, Juan F. Padrón y varios concejales, la alcaldesa de Firgas, Paola Hernádez y representantes del Ayuntamiento de Valleseco. Asimismo estuvo el gerente de Aguas de Teror, Alexis Gómez, empresa patrocinadora del ciclo de conferencias que se han desarrollado con éxito estos días.

Esta organización, con un importante arraigo y peso histórico en la comarca norte de Gran Canaria, ha mostrado a la sociedad el patrimonio que representa tanto el edificio como lo que éste alberga, desde los archivos a su reloj de contrapesos traído de Leipzig (Alemania) en 1912 y que se convirtió en la referencia a la hora de marcar las pautas para abrir y cerrar el agua que se repartía.

Visitas de escolares, exposiciones permanentes de fotografías de la época, de documentos históricos, maquetas de cantoneras, material hidrográfico o paneles decorativos son algunos de los atractivos de los que han podido disfrutar los visitantes para conocer más de cerca una institución clave en el desarrollo económico de la comarca y, más concretamente, del municipio de Arucas y Firgas.

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