Análisis

Mogán, otra vez bajo lupa judicial por la compra barata de votos y grandes pelotazos urbanísticos

La alcaldesa, Onalia Bueno, y el primer teniente, Mencey Navarro, durante el registro del Ayuntamiento de Mogán en busca de pruebas de la supuesta compra de votos.

Camino Pérez

Las Palmas de Gran Canaria —

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La Guardia Civil quiere cerrar el círculo de cinco años de investigación de presuntos pucherazos en Mogán siguiendo el rastro del dinero. Esa es la principal explicación de que este jueves, con la detención de la alcaldesa, Onalia Bueno (Ciuca), y los concejales de Urbanismo y Turismo, Mencey Navarro (Ciuca), y de Servicios Sociales, Tania Alonso (Coalición Canaria), el Equipo Judicial de la Benemérita haya empleado casi 10 horas de registros y volcado informático en las casas consistoriales del casco de Mogán.

Y ese, fundamentalmente, es el motivo por el cual, tras una larga jornada encerrada en el ayuntamiento y en el despacho de Informática con la comitiva judicial mandatada por el nuevo titular del Juzgado de Instrucción número 3 de San Bartolomé de Tirajana, la alcaldesa y sus ediles caídos fueran trasladados después de las siete de la tarde a continuar con más registros en las oficinas municipales de Arguineguín. Una vez concluidos estos registros la noche de este jueves, Bueno y sus dos concejales quedaron en libertad con cargos, a la espera de que el juez Ramírez de Verger les tome declaración en próximas fechas como investigados por un delito electoral y contra la administración pública.

Según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas a la investigación, en esos registros se buscan evidencias documentales de que Ciuca amañó las elecciones de 2015, y sobre todo las últimas de 2019, por medio de ayudas sociales y de suculentos contratos. Y también pruebas de que grandes operaciones sobre el territorio y el erario público moganeros hayan sido a cambio de financiar campañas del partido local, Ciudadanos por el Cambio (Ciuca), que Onalia Bueno montó en Mogán con permiso de los propietarios de la marca original en el municipio de Telde, tras su regreso al ruedo político en 2011 después de un breve ‘exilio’ por su expulsión del PP en 2007.

Aquel año, en enero, Onalia Bueno era detenida junto al entonces alcalde y ahora enemigo declarado, Paco González (PP), en el marco de la operación Góndola, un caso que tras pasar por las manos de más de trece jueces de ida y vuelta en las oficinas judiciales de Maspalomas acabó archivado a pesar de los ocho delitos que se le imputaban a la ahora alcaldesa, incluido el de investigar por su cuenta a la entonces jefa superior de Policía en Canarias, Concepción de Vega. Los pájaros contra las escopetas.

El presidente del PP de entonces, el exministro José Manuel Soria, decidió perdonarle la vida política a Paco González por las cercanías de las elecciones de mayo de 2007, ante la ausencia de un relevo claro como cabeza de lista en el municipio, y castigar a Onalia Bueno como la culpable de toda la trama. No en vano, los investigadores de la época consideraban a Bueno el cerebro del ayuntamiento. De aquella afrenta, vienen las enemistades irreconciliables entre González y Bueno, ambos hijos de alcaldes.

Que la Guardia Civil andaba detrás de otro presunto pucherazo en Mogán era vox populi hace años. Lo saben los lectores de Canarias Ahora desde el primer minuto. Tanto en 2016, cuando un antiguo colaborador de la alcaldesa ahora detenida, Onalia Bueno (Ciuca), confesaba a su enemigo político, Paco González (PP), cómo Ciuca ganó al PP en 2015 comprando voluntades; como en 2019, al denunciar la concejal Isabel Santiago las trampas que se preparaban en el último proceso electoral.

La edil de Nueva Canarias llevó a la Delegación del Gobierno otro audio, también publicado en Canarias Ahora, en la que Onalia Bueno explicaba a otro colaborador de Ciuca cómo manipular el voto por correo. Esa denuncia de Isabel Santiago acabó remitida desde Delegación a la Fiscalía y a la Guardia Civil, y tras abrirse diligencias previas aparte en el Juzgado de Instrucción número 3 de San Bartolomé de Tirajana, se incorporaron a las diligencias ya existentes desde 2015 que parecían languidecer en el cajón del Equipo Judicial, y que han permitido reactivar todo el caso.

Lo cierto es que durante año y medio la Guardia Civil no sólo ha ido recabando datos, testimonios y hasta más de 500 imágenes del presunto delito electoral en la jornada del 26 de mayo de 2019, sino que ha derivado también la investigación hacia el dinero. ¿Dónde está el dinero? Pues eso es lo que pretenden saber los investigadores y cerrar el círculo de la compra de votos a cambio de pagos y favores a los “clientes de Ciuca”. Y también elevar el tiro, no sólo apuntando a ayudas sociales, sino a actuaciones urbanísticas o contratos municipales de enjundia, a cambio de financiar al partido que gobierna un potente municipio turístico como Mogán desde 2015.

Es ahí donde intervienen las detenciones de dos concejales bien específicos, aparte de la alcaldesa. En el caso de Tania Alonso, desde Servicios Sociales se habrían realizado ese tipo de contraprestaciones por votar a Ciuca el 26M pasado. Hay testimonios para llenar un carro de la compra, o una lavadora, pero también indicios de que en otro de los departamentos, Urbanismo, se hayan estado fraguando operaciones con algunos empresarios, con nombres, apellidos y relevantes sociedades, a cambio del sostén económico de Ciuca.

Hasta cheques nominativos que dejan rastro

Algunos de esos empresarios, que pusieron toda su carne en el asador de Onalia, se han ido arrepintiendo y más de uno ha pasado ya estos meses por los despachos de la Benemérita, incluso hay cheques nominativos que iluminarían el rastro del dinero. Esa es la parte de la investigación que se desmenuza ahora, ya con el secreto de sumario levantado y personada en la causa como acusación popular la concejal Isabel Santiago (NC), bajo la dirección letrada de la abogada tinerfeña Sandra Rodríguez, que también ha llevado los casos Grúas y Reparos, abiertos contra el expresidente del Gobierno de Canarias y casualmente socio preferente de Onalia Bueno, Fernando Clavijo.

En Mogán se vive la política con saña. A sangre (nunca mejor dicho) y fuego, como en todo pueblo chico que lleve su infierno grande. “El padre de Paco no descansó hasta ver detenida a la atosigadora de su hijo”, cuenta una vecina de Arguineguín, muy al tanto de la polítiquería moganera. Francisco González Saavedra, alcalde de Mogán entre 1983 y 1991 bajo diferentes siglas de la derecha de toda la vida (era concejal ya en 1970, por el tercio de cabezas de familia durante la Dictadura), dejaba de existir este jueves, víctima de la COVID-19, en el Hospital Insular de Gran Canaria.

Su hijo Paco, en la actualidad concejal del PP en la oposición a Ciuca, está en cuarentena por positivo de coronavirus. Este viernes no podrá despedir a su padre. Y este jueves no ha querido valorar la detención de su enemiga declarada, por el luto familiar. Tampoco lo ha hecho su partido, en shock por su reciente acercamiento a la alcaldesa a cambio de un sueldo para su portavoz, Maicol Santana. Paco González, hace ahora casi 14 años pasaba tres noches en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Canarias, cuando fue detenido en el marco de la operación Góndola, siendo alcalde de Mogán junto a su entonces mano derecha, la misma Onalia Bueno que ahora detesta y odia. Esta noche desde su casa de Pie de Cuesta saborea con amargura la venganza política, que tanto hizo sufrir a su padre.

Al otro lado del municipio, Onalia Bueno seguía en manos de la Benemérita a la hora de concluir este análisis. Quién se lo iba a decir, justo el día en que venía la exministra y expresidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, a la pasarela de políticos en el que se ha convertido el campamento de migrantes africanos en el muelle de Arguineguín, va y se lo pierde. “Serán malvados estos picoletos…”. Quienes tienen que estar fumando en pipa ahora mismo son los dirigentes canarios del PP. Cuando Ana Pastor preguntaba la mañana de este jueves histórico por Onalia Bueno en Arguineguín, ni la presidenta regional, Australia Navarro, ni el presidente insular, Poli Suárez, sabían dónde meterse. No en vano el PP grancanario no esconde los guiños que le hace a Onalia Bueno para que deje su alianza táctica con Coalición Canaria y se acerque al partido de Pablo Casado, como su vecino Marco Aurelio Pérez con su Agrupación de Vecinos en San Bartolomé de Tirajana…

Qué tendrá Mogán que atrae fatalmente al PP. Como cuando el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy celebró un mitin junto a José Manuel Soria y Paco González en la plaza de Las Marañuelas de Arguineguín. Era octubre de 2005 y aquel bolo lo pagó una empresa con la que el Ayuntamiento de Mogán había cerrado acuerdos para construir viviendas de protección social: Grupo Europa. ¿Se repite la historia?

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