El 14-N vacía los comercios de Mesa y López
Mientras en la zona comercial de Triana de Las Palmas de Gran Canaria 8.000 personas cerraban dicha calle, con la manifestación del 14-N que partía de la Plaza de las Ranas, en el área de Mesa y López este miércoles por la mañana reinaba la tranquilidad y la resignación.
Entre los transeúntes de la avenida Mesa y López, jubilados, turistas y jóvenes que, sentados en los bancos de las ramblas o paseando por la avenida aportaban esta mañana a la zona un ambiente de cotidianidad y tranquilidad. Los argumentos de ambos coincidieron en afirmar que hace falta algo más que una huelga general para cambiar la situación actual.
“No hemos hecho huelga”, declaraban dos jóvenes que charlaban en uno de los portales. Uno de ellos, portero del edificio, reiteró su oposición a los sindicatos (“no deberían estar subvencionados por el Estado”) para recalcar que “después de la anterior huelga, no se ha conseguido nada. En el terreno laboral ahora incluso nos pueden echar sin problema, pero es que si los parados no van, yo tampoco voy a ir porque me descuentan el día y la parte proporcional de la paga”.
La otra joven, profesora sustituta, se justificaba: “Soy nueva y no quiero faltar al trabajo”. “Hay que hacer algo más radical, por menos de lo que sucede ahora surgió la Segunda Guerra Mundial”, argumentaba el joven. Ella secundará la manifestación de esta tarde; “la huelga de consumo es más útil que no ir a trabajar”, consideró.
Bernardo Naranjo, jubilado que paseaba por la avenida, confesó no estar de acuerdo con la huelga general “porque hace falta algo más para cambiar la situación actual”. A él le hubiera gustado que el Movimiento 15-M hubiese derrocado a los políticos actuales, “porque están incapacitados por completo, que piensan solo en ellos mismos y en sus sueldos”, pero no se quedan atrás en su opinión los sindicatos, porque “son los primeros que se venden”, replicaba con gran vehemencia.
“Esta huelga va a perjudicar a todos los españoles, por las pérdidas que va a ocasionar”, comentaba una señora de unos 70 años, mientras observaba a un chico joven que llevaba corriendo casi una hora por el carril de guaguas, aprovechando que se encontraba vacío. Desde su punto de vista, “los partidos políticos deberían unirse de una vez para ayudar a España”. Viene de pasar la noche junto a un familiar enfermo en una clínica de la zona y ante la imposibilidad de poder regresar en guagua a su casa, en La Paterna, se ha sentado para decidir si coge un taxi o vuelve a la clínica de nuevo. “Mi casa está muy lejos para ir caminando y también me da miedo coger un taxi por las repercusiones que pueda haber, creo que deberían haber más servicios mínimos ya que hay personas que se tienen que desplazar por urgencia, como yo”, manifestó la anciana algo enojada.
“Si estuviera en otra situación, sí que haría huelga”
Por su parte, los taxistas han sido los más beneficiados de esta jornada de huelga general debido a que las guaguas han reducido al máximo los servicios mínimos. Un taxista opinaba esta mañana que “un día como hoy es cuando más se puede ganar, yo no soy dueño del taxi, pero si estuviera en otra situación, si que haría huelga”. El mismo taxista, antes de llevar finalmente a la señora a su casa de La Paterna, añadía resignado: “Solo queda esperar, no conseguimos nada con huelgas generales cada dos por tres. No me parece bien que recorten en sanidad y en educación, pero si en los sueldos de los funcionarios”. A su vez, un taxista dueño de su vehículo insistía en que “no me interesa la huelga porque mi cometido es trabajar, mantener mi casa y no manifestarme”.
Los diferentes negocios de la avenida se encontraban abiertos pero más vacíos que de costumbre. Algún usuario aprovechaba la ausencia de colas para hacer una compra rápida, mientras una de las dependientas nos apuntaba que “esta es la segunda persona” que entra en la tienda en toda la mañana. “Yo vine a trabajar porque necesito el dinero y no cobrar los 90 euros de hoy me supone muchísimo pero estoy totalmente de acuerdo con la huelga”. En otra tienda cercana, coinciden en que prácticamente no ha habido movimiento, tampoco piquetes ni ningún altercado.
Al consultarles su opinión sobre la huelga, se adelantaba una de las presentes en la tienda, presumimos que será la encargada o dueña del negocio, que exclamaba: “No estoy para nada de acuerdo con la huelga, pero que opinen ellas también, si quieren”. Las compañeras asentían con la cabeza, con gesto nervioso, mientras seguían realizando el inventario del negocio.
De fondo se podía escuchar “Historia de un amor”, bolero que tocaba con un violín un joven en las afueras de este negocio. Sonido que, desde las 18.00 horas, ha cambiado al de los silbidos y gritos de la manifestación que ha partido a esa hora de la plaza de España, de Las Palmas de Gran Canaria.