Diez mujeres de la gastronomía canaria para un 8M lleno de sabor

Diez mujeres de la gastronomía canaria para un 8M lleno de sabor

Javier Suárez

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En Por Fogones siempre hemos intentando visibilizar el papel de la mujer en un mundo tan duro como es el de la gastronomía en todas sus vertientes. Para este 8 de marzo permítanme que les contemos las historias de diez mujeres que desde distintos ámbitos de la gastronomía significan un claro ejemplo de la fuerza, talento, trabajo y tesón.

Teresa Moon: “Le diría a la niña que fui que creyera en ella por encima de todo”

Cocinera y empresaria, de ascendencia coreana y tras pasar su infancia en Gran Canaria, a los 17 años empieza un viaje formativo y profesional por el mundo que la lleva a estudiar y trabajar en algunas de las escuelas, restaurantes y hoteles más importantes del mundo. Pero cuando se queda embarazada su planteamiento de vida cambia y decide volver a sus raíces en Gran Canaria para montar un pequeño restaurante llamado El Bento Japonés. Aquí el comensal no encontrará esos despliegues lujosos llenos de artificio que a veces inundan este tipo de cocina, sino que viajará al pequeño rincón del corazón de Teresa en un menú omakase con el que sentirá que está siendo invitado en un auténtico hogar de cualquier barrio japonés.

Para alguien que no la conoce, ¿cómo se presentaría Teresa Moon?

Me presentaría como una cocinera en evolución, amante del vino, los cocktails y todo lo que implica el buen comer y el buen beber; madre de mi hijo y mujer orgullosa e independiente.

¿A qué sientes que has renunciado siendo mujer que no te hubiera pasado siendo hombre?

He renunciado a oportunidades en mi carrera como hotelera cuando nació mi hijo, pero es importante decir que ha sido por decisión propia; pero una mujer cuando es madre debe elegir. Seguir trabajando sintiéndote culpable por no darle tu 100% al bebé o salir de la arena por algún tiempo con el propósito de volver algún día. Hoy no es fácil retomar tu vida profesional en el punto donde la paraste y también permíteme que diga que un hombre nunca tuvo que cargar barriles de cervezas con tacones y medias (risas).

¿Tienes la sensación de que la sociedad está cambiando o los males del machismo en tu sector están muy enquistados? ¿Ante qué te has plantado y por dónde no piensas dejar pasar ni una más?

Creo que la sociedad ha dado un largo paso hacia mejor. Mi abuela nacida en una Asia de épocas coloniales diría que la mujer de hoy puede hacer de todo, pero siempre queda más camino por recorrer que lo recorrido. Cuando trabajaba como mixóloga tras una de las barras más prestigiosas de Asia tuve que hacerlo con un vestido muy “femenino” según sus estereotipos, a base de tacones, medias, rojo y ajustado por sugerencias de la dirección. Por ahí no volvería a pasar, mi trabajo se hace igual de bien con pantalones o ropa elegante apropiada para ello.

¿Qué le diría la mujer de hoy a la niña que fuiste?

Le diría que es una persona más fuerte de lo que cree, que tendrá momentos de crisis que se convertirán en sus mejores aliados y que todo saldrá bien. También le diría que se encontrará con buenas personas que van a ayudarla y a confiar en ella, pero sobre todo le diría que crea siempre en sí misma.

¿Cómo ves dirigidos tus sueños y caminos en el sector que forma parte de tu vida?

Mi sueñoo es devolverle el orgullo a la comida asiática como gastronomía de nivel. Compartir sabores y experiencias del mundo con la gente que nos rodea, planeamos los siguientes pasos y proyectos con mucha ilusión, permíteme que me despida con un “stay tuned”. 

Lorena Machin: “En sitios pequeños como en el que yo vivo, el machismo aún sigue estando presente”

Herreña de nacimiento y puro ejemplo del esfuerzo y tesón de la mujer en el durísimo sector hostelero. Es la cara visible del que para muchos es el mejor restaurante de El Hierro (Casa Juan), que se desvive por servir de nexo entre la cocina y el cliente. Aunque ella lleva la sala, uno de los platos míticos del restaurante lleva su sello como es la Sopa de Pescado, Lapas, Cangrejo Rojo y Burgaos.

Para alguien que no la conoce, ¿cómo se presentaría Lorena Machin?

Me presentaría como una mujer luchadora, que no ha tenido nunca miedo al fracaso y que se ha caído y levantado y lo seguiré haciendo mientras viva. Si el volcán de El Hierro no pudo con nosotros, ya nada lo conseguirá jamás.

¿A qué sientes que has renunciado siendo mujer que no te hubiera pasado siendo hombre?

No siento que haya renunciado a nada por ser mujer, gracias a Dios o a mi esfuerzo, no me ha impedido realizar cualquier cosa que me haya propuesto en la vida.

¿Tienes la sensación de que la sociedad está cambiando o los males del machismo en tu sector están muy enquistados? ¿Ante qué te has plantado y por dónde no piensas dejar pasar ni una más?

Algo se ha mejorado pero todavía vivimos en sitios pequeños como en el que yo vivo con muchas acciones de machismo de manera endémica. A las grandes acciones de machismo, ya les paro yo los pies a la primera (risas).

¿Qué le diría la mujer de hoy a la niña que fuiste?

Le diría que siguiera igual y fuera ella misma, quizás es verdad que me gustaría decirle fallos que yo corregiría a día de hoy, pero esos mismos fallos me han llevado a aprender y a forjarme en la persona que soy, por lo que dejaría que acertara y se equivocara en los mismos sitios.

¿Cómo ves dirigidos tus sueños y caminos en el sector que forma parte de tu vida?

Quiero disfrutar del momento en Casa Juan y todo lo que nos ofrece a Arabisén, a mí y toda la familia que componemos el restaurante, esperando ver lo que nos depara el futuro, pero mirando a lo lejos siempre está la idea de pasar a un tipo de negocio más pequeño y acogedor tanto para el cliente como para nosotros mismos.

Raquel Sosa y Nicla de Venere: “Si quieres, puedes; si sigues, llegas, y si llegas, lo tienes”

Raquel Sosa rezuma pasión y defensa del producto local por los cuatro costados en su Medio Jigo Pal Kilo, pequeño rincón ubicado en el Mercado Central de Las Palmas de Gran Canaria, donde uno puede encontrar los mejores quesos de la isla de Gran Canaria, sales, aceites, panes y una gran variedad que trae directamente de su relación y su camino por los rincones de la isla en busca de lo que ella considera que tiene alma. En este caso he decidido que la que ha sido su mano derecha por muchos años, Nicla de Venere, sea parte también de la entrevista en pequeño homenaje de despedida ,ya que ha decidido volver a su Italia natal.

Para alguien que no las conoce, ¿cómo se presentarían?

Raquel: Soy una mujer que hace algo que le gusta: atender a la gente y darle a conocer productos excelentes que encuentro y de los que yo soy la primera consumidora. Soy emprendedora, he luchado muchísimo y me siento plena laboral y personalmente.

Nicla: Me considero una mujer sencilla, humilde y con muchos valores con una trayectoria de trabajo desde muy joven siempre de cara al público.

¿A qué sienten que han renunciado por ser mujeres y que no les hubiera pasado como hombres?

Raquel: Siempre tengo la espinita de haber renunciado al tiempo que mi maternidad requería. Cuando di a luz no dejé de trabajar nunca y eso siempre me ha hecho sentir culpable de manera personal porque parece que le quité tiempo a mi hija por la obcecación de llevar el negocio adelante. Es un pequeño puesto de ultramarinos en un mercado de abasto, todo depende de mí.

Nicla: No he renunciado a nada, pero aún estamos muy infravaloradas a nivel profesional. Por eso a mí, tener a alguien como Raquel a mi lado ha significado tanto. 

¿Tienen la sensación de que la sociedad está cambiando o los males del machismo en este sector están muy enquistados? ¿Ante qué se han plantado y por dónde no dejarían pasar ni una más?

Raquel: Sí ha cambiado mucho pero creo que es porque la mujer ha dado un paso adelante y ya no nos dejamos amilanar. No es que me haya plantado ante nada o que no deje pasar ni una que haya vivido antes, es que siempre he hecho lo que he considerado en cada momento.

Nicla: La sociedad está avanzando lentamente, nos queda mucho camino para lograr la igualdad real entre hombres y mujeres.

¿Qué le diría la mujer de hoy a la niña que fuiste?

Raquel: Yo le diría a esta niña esto: “Si quieres, puedes; si sigues, llegas, y si llegas, lo tienes. Así que esfuerzo, esfuerzo, esfuerzo y no rendirse ante nada porque tiene su recompensa.

Nicla: Que se valore siempre a sí misma.

¿Cómo ven dirigidos sus sueños y caminos en el sector que forma parte de su vida?

Raquel: Hay que avanzar e innovar pero no hay que dejar de tener ilusión por caminar porque eso te da fuerzas para los momentos flacos, que también los hay. Permíteme decirte una frase de una mujer que admiro muchísimo, Marie Curie (primera mujer que obtuvo un Premio Nobel en el mundo) y que yo hago mía; “Es importante hacer de un sueño la vida y de la realidad, un sueño”, así que ilusión siempre en la vida para avanzar, pero también para no decaer.

Nicla: Ahora por lo pronto necesito volver a Italia con la familia. Son demasiados años fuera de mi país y no te mentiré, la pandemia ha hecho que valoremos cosas que antes quizás no veíamos. A medio plazo creo que ha llegado el momento de montar mi propio negocio, ya veremos cómo sale.

Alia Martínez de Castro: “No he renunciado a nada por ser mujer”

A Alia la conocí cuando yo dirigía la parte gastronómica de CineMasFood. Aún recuerdo su cara de emoción cuando le ofrecimos la oportunidad de participar en el evento, pero aún más recuerdo lo que para muchos significó su propuesta de llevar una cocina de calidad y producto al mundo de las food trucks. A día de hoy, cuatro años después, su pequeño sueño es ya una realidad consolidada y La Quícara se posiciona quizás como la gastroneta con más personalidad de la isla de Gran Canaria.

Para alguien que no la conoce, ¿cómo se presentaría Alia?

Soy una mujer emprendedora en el más puro de los sentidos de la palabra, siempre descubriendo nuevos horizontes y aventurándome en la vida con pasión en todo lo que hago. Deportista, trabajadora, soñadora y exigente consimo misma, que no se rinde con facilidad y nunca se detiene para lograr lo que se ha propuesto. He trabajado en muchos oficios desde bastante joven y todo lo que he logrado me lo he construido a base de esfuerzo y trabajo; no me gusta que me den privilegios ni el trabajo hecho ya que considero la mayor victoria esa que se lucha por ganar. Cuento con una gran familia a la que estoy muy agradecida, que me quiere y me ha apoyado incondicionalmente en todas las locuras que he hecho en mi vida; fuerza que me ha forjado en ser la mujer que soy hoy y que me ha aupado a conseguir las metas profesionales y personales que me he propuesto en cada momento. Después de cuatro años luchando por un sueño puedo decir que hoy lo estamos viviendo mi pareja, Yared, y yo como una realidad con esta foodtruck que es La Quícara con la que viajamos, cocinamos para la gente y vivimos momentos maravillosos tanto en las calles de nuestra ciudad, Las Palmas de Gran Canaria, como en grandes eventos multitudinarios que deseamos volver a vivir, bodas y encuentros especiales. 

¿A qué sientes que has renunciado siendo mujer que no te hubiera pasado siendo hombre?

Sinceramente, a muy pocas cosas. Siempre he peleado por mis objetivos y ser feliz mucho más allá de los prejuicios por la sexualidad o el género. Sí es cierto que en ocasiones creo que la mujer debe dar más del 100%, cosa que al hombre no se le exige, pero me hago notar y no me dejo pisotear por nadie. No he renunciado a nada por ser mujer, pero quizás me he tenido que esforzar más pero lo he hecho con mi mejor sonrisa y fuerza.

¿Tienes la sensación de que la sociedad está cambiando o los males del machismo en tu sector están muy enquistados? ¿Ante qué te has plantado y por dónde no piensas dejar pasar ni una más?

Aún nos queda mucho por avanzar de cara a tener una sociedad 100% igualitaria. Son muchos los cambios a favor de la mujer que estamos viviendo, pero de ahí a que nos consideren iguales sin importar el género hay mucho camino por delante. Lo que no soporto son las mentes cerradas que encasillan a la mujer en roles preestablecidos, a veces son comentarios sarcásticos o carentes de maldad, pero con un machismo enorme de trasfondo.

¿Qué le diría la mujer de hoy a la niña que fuiste?

Que nunca deje de soñar y no permita que nadie le corte sus alas, puesto que toda esa vitalidad e ilusión serán las fuerzas que le llevará a conseguir todo lo que quiera en su vida. Que confíe en sí misma y vuele alto.

¿Cómo ves dirigidos tus sueños y tus caminos en el sector que forma parte de tu vida?

Como mujer inquieta y atrevida, siempre estoy buscando nuevas metas, caminos y cosas que aprender. Ahora mismo estoy centrada al 100% en nuestra food truck a la que quiero inyectarle toda nuestra energía (la de Yared y mía) para innovar dentro de este sector y posicionándolo en un lugar que creo aún no tiene. Lo que sí es cierto es que a lo lejos tengo algunos proyectos o sueños que me llevarán, o no, por otros caminos, pero con un objetivo claro, la felicidad personal propia y de los míos.

Dana Joher: “No me importa fallar un día porque esto me motiva a hacerlo mejor al siguiente”

Esta joven pastelera de origen francolibanés ha logrado posicionar en tan solo un año de vida su pequeño sueño de AVE Pastelería Artesanal en un punto de referencia obligado cuando de alta repostería hablamos. Su obsesión por ir dando pequeños pasos en busca de la excelencia la han convertido con solo 26 años en una de las pasteleras con mayor proyección de Canarias.

Para alguien que no la conoce, ¿cómo se presentaría Dana?

Soy una persona que cuando tiene algo en la cabeza hace todo lo posible para realizarlo. Estoy muy comprometida en lo que hago a lo que le pongo mucha pasión y dedicación. No me importa fallar o errar porque en este sector esto me motiva para hacerlo mejor al día siguiente, he decidido vivir en un mundo donde la prueba con acierto/error es el día a día de cada uno de nosotros. Con 26 años y dedicándome al sector de la hostelería, he abierto mi propia pastelería en un proyecto de vida propia al que no le miro las horas que le dedico diariamente. Mi rutina es una mezcla de estrés, presión y gestión que se convierten en satisfacción cuando ves la cara de felicidad de los clientes o si echo la vista atrás, cómo de rápido ha pasado este primer aniversario que acabamos de cumplir en AVE. 

¿A qué sientes que has renunciado siendo mujer que no te hubiera pasado siendo hombre?

No he renunciado a nada siendo mujer porque los límites que me pongo en mi vida son algo que solo me conciernen a mí y no a lo que la sociedad pudiera esperar de mí. Quizás siendo hombre, desde el punto de vista empresarial, no me hubiera sentido juzgada por las personas externas con un halo de desdén o incredulidad porque soy mujer joven y empresaria, como si no me tomaran en serio y crean que esto es un hobby y no un modo de vida.

¿Tienes la sensación de que la sociedad está cambiando o los males del machismo en tu sector están muy enquistados? ¿Ante qué te has plantado y por dónde no piensas dejar pasar ni una más?

Tengo la sensación de que vamos cambiando la sociedad poco a poco, paso a paso, y por supuesto con enormes diferencias dependiendo del país o la cultura que cada uno tenga. Desde que abrí mi empresa me he rodeado de muchas amigas empresarias y con las que he trabajado/colaborado de una manera u otra para la pastelería, entre otras te diría Sarai (Las flores de Chloe), Rosi (Jardín de Irene), Miriam Ramos (la diseñadora de AVE), Claudia (Las Niñas Jewelry) o María (la fotógrafa que siempre está buscando el mejor ojo). Son mujeres, madres en algunos casos pero sobre todo son mujeres super talentosas y soy muy feliz trabajando con ellas. No vivimos en un mundo utópico, el machismo seguirá existiendo, pero con las buenas leyes, comunicación y educación que se debe dar en las escuelas, estamos en el camino de reducirlo entre todas y todos.

¿Qué le diría la mujer de hoy a la niña que fuiste?

Sigue tus sueños, escucha tu corazón y no dejes que nada ni nadie te ponga límites.

¿Cómo ves dirigido tus sueños y caminos en el sector que forma parte de tu vida?

De momento quiero concentrarme en el presente, hacer las cosas lo mejor que pueda, seguir divirtiéndome proponiendo nuevas creaciones y disfrutar de las sonrisas y caras de sorpresa de mis clientes. 

Marina Tudanca: “Me encanta trabajar en la cocina, para mí tiene algo adictivo”

Cocinera de origen castellano que por azares del destino y de la vida ha terminado cocinando en la isla de Gran Canaria junto a su pareja y familia tras ser la jefa de cocina de Dabiz Muñoz en su Street XO Londres. Aquí podemos disfrutar de su propuesta en el Restaurante La Solana Las Palmas y pronto abrirá junto a su pareja, Alejandro Sosa, otro nuevo punto en la capital grancanaria.

Para alguien que no la conoce, ¿cómo se presentaría Marina?

Soy una cocinera que nació en Aranda del Duero; cuándo tenía 18 años y no me decidía por qué carrera tirar, me lancé a estudiar cocina en Barcelona porque la hostelería forma parte de mis genes. Mi madre es una cocinera increíble, yo diría que fuera de toda lógica de este mundo, y tanto mi familia materna como paterna han estado dedicándose a la hostelería toda la vida. Después de estudiar entré en el que conocemos como mundo XO (Dabiz Muñoz) donde pasé todos los años de mi profesión y aprendí todo lo que sé, hasta que en 2020 terminé en Gran Canaria abriendo mi propio restaurante junto a mi pareja y algunos miembros de la familia. Me encanta trabajar en la cocina, para mí es como adictivo, como si cada día se me presentara un juego a completar.

¿A qué sientes que has renunciado siendo mujer que no te hubiera pasado siendo hombre?

No tengo la sensación de haber renunciado a nada por ser mujer, he ido avanzando y progresando en mi trabajo por el esfuerzo, no por el género.

¿Tienes la sensación de que la sociedad está cambiando o los males del machismo en tu sector están muy enquistados? ¿Ante qué te has plantado y por dónde no piensas dejar pasar ni una más?

Creo que la sociedad está avanzando mucho, pero a día de hoy sigues encontrando personas “chapadas” a la antigua. Como jefa me he encontrado ante situaciones tensas pero han sido pocas; siempre he trabajado rodeada de gente joven y eso se nota

¿Qué le diría la mujer de hoy a la niña que fuiste?

Que no me tome todo tan a pecho y que siga creyendo en mí.

¿Cómo ves dirigidos tus sueños y caminos en el sector que forma parte de tu vida?

Estoy en un momento al que pido seguir y poco más, que la gente siga viniendo a comer a nuestro restaurante y sean felices aquí, con esto me doy por satisfecha.

Cristina Monge: “A veces la gente no se cree que sea la chef y propietaria de mi negocio”

Cocinera de vocación y por devoción, poco dada a propagar su figura de manera pública ya que todo el tiempo lo dedica a regentar su restaurante, Borneo Maspalomas, que gracias a su talento y esfuerzo se ha convertido en un referente del sur de Gran Canaria.

Para alguien que no la conoce, ¿cómo se presentaría Cristina?

Cocinera de mi pequeño restaurante en forma de sueño por el que llevo luchando once años, que tal y con el tiempo que llevamos ya lo veo como un triunfo absoluto. 

¿A qué sientes que has renunciado siendo mujer que no te hubiera pasado siendo hombre?

No tengo la sensación de haber renunciado a nada, yo me embarqué en esto sola, adaptándolo a las necesidades que tenía en mi negocio con mi familia. Sí es verdad que la conciliación familiar no ha sido fácil y creo que en ese aspecto la mujer sufre el instinto de culpa por no pasar el tiempo que consideramos suficiente con nuestros hijos, pero creo que son cosas que, lidiando con ellos, pueden aportarle valores para su futuro.

¿Tienes la sensación de que la sociedad está cambiando o los males del machismo en tu sector están muy enquistados? ¿Ante qué te has plantado y por dónde no piensas dejar pasar ni una más?

Al ser mi propio negocio, profesionalmente no he tenido ningún problema, pero es cierto que a nivel externo, a veces cuando la gente me mira no cree que sea propietaria o la chef, sino una persona más del entorno con esos prejuicios con los que me miran juzgando mi aspecto físico. Eso no me ha impedido liderar mi negocio como he considerado y querido, no me he sentido discriminada en ningún momento.

¿Qué le diría la mujer de hoy a la niña que fuiste?

Creo que me lo sigo diciendo a día de hoy, que confíe más en mí y que me lo crea un poquito más. Que sea consciente que no necesito a nadie a mi lado para seguir adelante, y once años después aún hay días que tengo que seguir repitiéndomelo.

¿Cómo ves dirigidos tus sueños y caminos en el sector que forma parte de tu vida?

Sería mentira no reconocer que todos en el sector estamos con incertidumbre ante lo que hemos vivido, pero fíjate que yo me veo embarcandome en nuevos proyectos para los que estoy formándome, seguir investigando en mis raíces para hacer lo que me gusta, cocinar con alma mirando a quien soy y dónde están, me repito, mis raíces

Patricia Bernaldo de Quirós: “Aún hoy, hay hombres que no aceptan que la jefa de sala sea una mujer”

Patricia es una joven profesional de la sala que lleva sobre sus espaldas el peso de una de las personas que más y mejor conocen el mundo gastronómico de estas islas, Ignacio Bernaldo de Quirós. Pero lejos de acomodarse a eso, su afán de superación y profesionalidad le han hecho ganarse el respeto de compañeros de trabajo y de profesión, así como de la estima y el respeto de los clientes que pasan por sus manos.

Para alguien que no la conoce, ¿cómo se presentaría Patricia?

Me presentaría como una mujer afortunada por dedicarme a lo que me gusta y puedo afirmar con orgullo que mi oficio es mi vocación. Vengo de una saga hostelera que comenzaron mis abuelos abriendo un restaurante en Oviedo en 1956; que pasó a mi madre, después a mi padre y yo soy el relevo generacional de esta saga hostelera. Mi familia me ha formado más beneficios que prejuicios ya que me forjó el carácter de la mujer que soy. Para mí la hostelería es esa dedicación con la que me he criado, es una forma de servicio al prójimo que significa acoger en tu casa a un comensal al que no se le puede defraudar, siempre con una sonrisa, al que no le tenemos que hacer sufrir lo que pase dentro ese día. Conocer las diferentes tipologías de comensal, educar el paladar o técnicas de cocina que se maman de puertas adentro cuando tu familia es la propietaria. Como punto triste a día de hoy, siendo mujer de sala tengo la sensación de que la cocina nos ha comido todo el terreno y que las nuevas generaciones no tienen las ganas y el alma que hay que tener para esto, parece que ven un oficio tan importante y bonito como el nuestro como un mero pasatiempo. Como hándicap, al pertenecer a una saga hostelera te diría que el listón que me he impuesto es muy alto.

¿Tienes la sensación de que la sociedad está cambiando o los males del machismo en tu sector están muy enquistados? ¿Ante qué te has plantado y por dónde no piensas dejar pasar ni una más?

Rotundamente te diría que sí, es muy difícil hacerse un hueco en un ambiente de hombres, encima siendo joven y mujer. Como anécdota te diría que recientemente un cliente pidió hablar con el jefe de la sala, cuando fui yo (como jefa que soy) el cliente se enfadó porque sentía que no le tomábamos en serio. También es triste que estando con otros compañeros, el cliente de manera instintiva se dirige al hombre antes que a mí o a alguna de mis compañeras. Si habláramos ya de la sumillería o el mundo del vino, a la mujer le queda muchísimo camino por recorrer, he visto muchas caras de escepticismo cuando defiendo el vino en sala.

¿Qué le diría la mujer de hoy a la niña que fuiste?

Que siga luchando por ser ella misma, no se ponga límites y que esté muy orgullosa de la familia y los apellidos que lleva encima.

¿Cómo ves dirigidos tus sueños y caminos en el sector que forma parte de tu vida?

Sigo luchando cada día por ser la mejor versión de mí misma. No me imagino el futuro sin estar ligada a la profesión que vivo y con la que me he criado. Seguiré luchando para que la mujer tenga el hueco que se merece en el sector y se nos reconozca igual que los hombres como mínimo y por eso aceptaré los retos que la vida me depare.

Aída González: “La gastronomía engancha y a mí me tiene enamorada”

Mencionar el nombre de Aída es señalar el alma de Gofio, restaurante canario con una Estrella Michelin que se ha afianzado en la capital de España como auténtico referente para todo aquel que quiera conocer una manera diferente de disfrutar de la gastronomía canaria. Pero Aída es mucho más que eso: su sonrisa y afabilidad transmiten una manera de ser y de vivir que contagia al resto de su equipo en sala tanto en Gofio Madrid como en Cuernocabra (el otro restaurante que regentan en este caso en el Gourmet Experience de El Corte Inglés de Las Palmas de Gran Canaria).

Para alguien que no la conoce, ¿cómo se presentaría  Aída?

Soy Aida González, copropietaria de dos sueños hechos realidad Gofio y Cuernocabra, si algún día me necesitas, puedes encontrarme en sala o por ahí disfrutando en un restaurante del mundo. ¡Me flipa comer, beber y bailar! La sala de Gofio y Cuernocabra es la puesta en escena de un equipo entero. Para nosotros no hay restaurante sin cocina y tampoco lo hay sin sala, va de la mano. Mi función (o una de ellas ) es hacer que todo fluya, sincronizar lo que antes de un servicio pueda parecer un caos a ojos ajenos, el movimiento (¡qué importante es!) el transcurso de platos, el discurso discreto y conciso , de estar en mesa cuando se nos necesite y por qué no, “darle la vuelta” a una mesa que no quiere ser conquistada y aún así conquistarle a través de nuestra propuesta que puede parecer un poco punky pero siempre con la misión de la búsqueda de la satisfacción de nuestro cliente. La gastronomía engancha y a mí me tiene enamorada. 

¿A qué sientes que has renunciado siendo mujer que no te hubiera pasado siendo hombre?

Nunca he renunciado a nada por ser mujer, soy muy perseverante en conseguir lo que quiero, cueste lo que cueste, aunque a nosotras nos cueste más. Eso sí, se me puso difícil en los comienzos, me pasé horas tratando de demostrar mi voz de mando sobre todo en temas burocráticos, siempre se me requería a mi director o a mi jefe. ¡Qué pereza! 

¿Tienes la sensación de que la sociedad está cambiando o los males del machismo en tu sector están muy enquistados? ¿A qué te has plantado y por dónde no piensas dejar pasar ni una más?

Creo que sí, está cambiando. El machismo convive en esta sociedad lamentablemente como un ruido ambiente, pero obviamente yo te hablaré de mi círculo más cercano, te hablo de Gofio y de Cuernocabra, y de nuestra burbuja. Todas las personas que nos  rodean nos tienen que respetar como un proyecto inclusivo en el que las voces de mando también son de mujeres. Ahora mismo en nuestra empresa hay trece mujeres trabajando y quince hombres, cada uno con diferentes puestos de responsabilidad, no concebimos sesgo alguno de género ni de ningún otro tipo, eso sí, sólo un requisito inquebrantable, si eres bueno y te gusta lo que hacemos, eres de nuestro equipo. 

No toleramos en ninguno de nuestros restaurantes el machismo en ninguna de sus vertientes. 

¿Qué le diría la mujer de hoy a la niña que fuiste?

Que se agarre bien fuerte porque empieza la aventura de su vida.

¿Cómo ves dirigidos tus sueños y caminos en el sector que forma parte de tu vida?

Seguir creciendo, llevar la experiencia de nuestros clientes a límites brutales en todos nuestros actuales y futuros restaurantes, disfrutar trabajando en un ambiente saludable y conciliar con una vida personal que no sea esclava por motivos de género o de trabajo o de lo que sea.  

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