Asturias, un paraíso natural conectado directamente con Canarias a través de Binter

Este Juernes de Por Fogones nos hemos “desplazado” a Asturias con Binter, pero en esta ocasión sin necesidad de salir del Hotel Santa Catalina A Royal Hideaway, donde se convocó a un pequeño ramillete de periodistas y profesionales del sector de las agencias de viaje de cara a contarles las bondades de eses destino tan especial. Y todo adornado con una cena donde el brillo de las Estrellas Michelin, una por cada casa, lo aportaban tanto los equipos de Poemas by Hermanos Padrón, encabezados por su chef Icíar Pérez, junto al equipo de Casa Gerardo, con su chef Marcos Morán a la cabeza.

Por parte del Principado se desplazó su viceconsejera de Turismo, Graciela Blanco, quien ejerció de perfecta anfitriona durante una presentación en la que las bondades de Asturias quedaron lo suficientemente claras, tanto en paisajes, como cultura, arquitectura, gastronomía y, cómo no, sus dos Caminos de Santiago oficiales. Algo que quedó muy claro es que a pesar de que el turista es bienvenido todo el año en Asturias, en otoño ese viaje tiene un toque muy especial, “sin duda alguna es la mejor época del año para visitarnos porque se conjuga lo mejor de dos temporadas tan diferentes como son el verano y el invierno”, narraba Graciela Blanco en su discurso de apertura.

Ya para empezar la comida salieron los dos grandes protagonistas de la noche, Icíar Pérez y Marcos Morán. Este último destacó “encontrarme muy feliz en el Hotel Santa Catalina A Royal Hideaway, tanto que ya estoy buscando fechas para venirme un fin de semana porque esto es una maravilla que no se conoce mucho fuera de aquí”. Ya entrando en materia gastronómica el chef asturiano se sintió feliz “por sentirme parte de lo que va a pasar aquí esta noche con el equipo de Icíar, donde dos territorios de los más alejados de España entre sí van a estar unidos con el hilo conductor de la buena gastronomía”, y con eso nos dispusimos a afrontar el menú.

 

Por parte de Poemas la cena fue directa al grano con algunos de los platos que ya forman seña de identidad del local como son la lechuga de mar, los tomates encurtidos y su imprescindible cherne. No se pudo poner un solo pero a ninguno de los platos tanto en ejecución como en sabor, puro deleite para el comensal que ya los conocía y un descubrimiento muy especial para los que se adentraban por primera vez en estos fogones.

En el caso de Casa Gerardo mientras se leía el menú todos los ojos se iban hacia la Fabada de Prendes que cerraría la cena y atraía los chascarrillos y risas cómplices de la mesa por lo que significa comer una fabada para cenar y ya bien entrada la noche. Antes de la fabada llegó a la mesa un goloso bocadillo crujiente de quesos asturianos, la berenjena asada con crema especiada en forma de falsa albóndiga y nos preparábamos para el bocado final con una refrescante y sabrosa ventresca de bonito, jugo de pitu y ajete envejecido.

Como broche de oro, la fabada. Y lo pongo en mayúsculas porque a pesar de la ola de calor, de la noche y de “la valentía de comerse una fabada con la humedad tan alta y a 28 grados” como reconocía el propio Marcos Morán, no solo fue todo un espectáculo sino que muchos repitieron.

La parte líquida fue otra muestra perfecta donde no faltó la sidra ni vinos a la altura tanto de Gran Canaria como del Principado de Asturias, todo ello con una sala que brilló a la misma altura de la cocina liderada por Rafa Hurtado, maitre y sumiller del afamado restaurante grancanario.

Como parte dulce, Casa Gerardo apostó por el imprescindible arroz con leche, seña identitaria de la comunidad asturiana pero que aquí vino transformada en una refrescante crema helada con su caramelizado y toques de manzana, para terminar con un excelso chocolate ahumado, helado de mandarina y espuma de Jack Daniel’s, elaboración de Poemas by Hermanos Padrón.

Sin lugar a duda los bocados de Asturias, las imágenes de la tierra y lo que nos contaron dejaron a todos los asistentes con muchas ganas de coger un avión y desplazarse de manera inmediata y aunque para el verano quedan ya pocas plazas, Binter apuesta de manera firme por este destino todo el año, donde más de 1000.000 canarios, de hecho 7 de cada 10 que usan la ruta, se animan a adentrarse en Asturias, un paraíso de sabores al que siempre vale la pena volver.

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