Canarias afronta el puente de Todos los Santos como la única comunidad donde baja la incidencia acumulada del coronavirus

Paseantes en la Playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria con mascarilla y pantalla facial.

Toni Ferrera

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Canarias lleva prácticamente un mes siendo la comunidad autónoma con los mejores datos contra la pandemia en España. Eso, en su sentido más pragmático, no es ninguna novedad. Las cifras aparecen cada día en el informe diario contra la COVID-19 del Ministerio de Sanidad y ahí el Archipiélago lidera las buenas noticias. Pero lo cierto es que el papel como bastión de las Islas se acentúa aún más estas fechas, a las puertas del puente de Todos los Santos (festivo en seis comunidades), y si analizamos los datos nacionales de la última semana para ver cómo ha estallado la enfermedad en el resto de España. Varias regiones de la Península ya han anunciado confinamientos perimetrales hasta principios de noviembre (Madrid se ha desmarcado y ha preferido plantarse como verso libre marcando las restricciones “solo los puentes”) mientras que las Islas ni siquiera lo contemplan. Aquí se vive una realidad ajena al resto del país.

El gráfico muestra la evolución de la incidencia acumulada (casos por 100.000 habitantes) de los últimos 14 días (IA). Este es un marcador clave (entre otros tantos) para conocer la foto real de la enfermedad dentro de un territorio. La flecha que pinta cada fila marca el paso. Si va hacia la derecha, significa que la IA ha crecido desde el 22 de octubre hasta el 28 de octubre. Y como se puede ver, la incidencia ha aumentado en casi todas las comunidades y ciudades autónomas.

Melilla es el caso más grave (1.212), igual que Navarra (1.159). Pero preocupa el ascenso en Aragón, Castilla y León y Ceuta. Canarias, sin embargo, respira. La IA ha pasado de 82 a 77, siempre fuera de los niveles “extremo” y “alto” que define el semáforo de restricciones aprobado por Sanidad. En estos momentos, el Archipiélago está en riesgo “medio”, pues para llegar a los niveles de mayor tranquilidad debe estar por debajo de 50, cosa que no hace desde principios de agosto, cuando el virus cogió fuerza en las Islas, sobre todo en Gran Canaria.

Aun así, Canarias es el primero de la clase en España. Se ha ganado los elogios del Ministerio de Sanidad en varias ocasiones y Pedro Sánchez anunció que el Archipiélago quedaba fuera del famoso toque de queda impuesto por el Ejecutivo. Ahora, que todas las comunidades echan el cerrojazo a sus fronteras para frenar la transmisión del virus, las Islas siguen bajando la incidencia acumulada. Solo Tenerife registra algunas limitaciones a la movilidad (prohibidas reuniones de más 10 personas y bares y restaurantes deben cerrar a las 00:00) por el semáforo rojo que echó a andar el Gobierno de Ángel Víctor Torres hace dos meses.

Con todo, queda por ver cómo evoluciona el virus en Canarias a partir de ahora, con el aluvión de turistas británicos y alemanes y la libertad inicial que reciben los residentes de las Islas. En Cataluña se ha incrementado más de un 50% la incidencia acumulada, y eso que allí se cerraron bares y restaurantes hace 15 días. En Madrid, por su parte, apenas sube (0,71%). Mientras que Canarias es la única comunidad donde baja (-5,94%).

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