Cáritas teme que los alimentos acaben vendiéndose en el rastro

El director de Cáritas en Tenerife, Leonardo Ruiz del Castillo, dijo este miércoles que el Gobierno canario no puede convertirse “en un distribuidor” de alimentos para los más necesitados porque puede ocurrir que los productos lleguen a quien menos lo necesita o que aparezcan “en el rastro” para venderlos.

Así lo manifestó el director de Cáritas en Tenerife respecto a la iniciativa del Gobierno de Canarias de negociar con las asociaciones de súper e hipermercados para repartir entre las familias en situación de emergencia los alimentos que han cumplido la fecha de consumo preferente.

Leonardo Ruiz del Castillo indicó que quizás el Gobierno regional ha adoptado esta medida “por precipitación” ante la situación de precariedad de las personas que no tienen que comer “en el día a día”, y consideró “bueno” que el Ejecutivo tenga esta preocupación.

Sin embargo, añadió, este tipo de iniciativas debe hacerse “con orden” y por ello el Gobierno canario no debe convertirse en un distribuidor de alimentos, algo que debe hacer una entidad familiarizada con el seguimiento y el control de esta situación.

Una entidad que no es Cáritas, precisó su director en Tenerife, ya que la organización carece de medios o infraestructuras para esta actividad, aunque está dispuesta a colaborar.

Cáritas reclama ''un seguimiento''

Lo que pide Cáritas es que este tipo de iniciativas tengan “un seguimiento” para que no ocurra “que se lleve alimentos quien menos lo necesita o aparezcan el domingo en el rastro para venderlos”.

Recordó Ruiz del Castillo que cuando hace años hubo lluvias torrenciales en Venezuela se procedió a una recogida masiva de alimentos en las islas y muchos de ellos se tuvieron que tirar porque no se sabía cómo almacenarlos “ya que se hicieron las cosas sin pensar”.

A su juicio se podrían habilitar otras fórmulas para evitar el riesgo de que sea el Gobierno “el que tenga que tirar” los alimentos a un vertedero, y también recordó el dirigente de Cáritas que en Tenerife y Gran Canaria hay bancos de alimentos.

En su opinión, esta propuesta del Gobierno canario se debería haber estudiado previamente en una mesa conjunta con las entidades sociales, los ayuntamientos y las áreas de bienestar social de los cabildos.

Precisó que “los únicos capacitados” para hacer esta labor son los trabajadores sociales de los ayuntamientos, que son quienes conocen “quién y por qué” tiene carencias, y añadió que no debe ocuparse el Gobierno en habilitar naves para depositar alimentos.

“Lo que más me preocupa es el seguimiento, la posibilidad de que sea beneficiario quien no lo necesita y los perjudicados sean siempre los mismos”, insistió el director de Cáritas.

Agregó que hay unos cauces que se deben cumplir para no generar “dudas” y que al final “el que pasa hambre la siga teniendo y su vecino se lleve una caja de alimentos. Esto hay que evitarlo por el bien de las personas que lo necesitan porque además no se puede dar la misma cantidad a una familia de cuatro miembros que a una persona mayor que viva sola”.

Leonardo Ruiz del Castillo, quien recordó que los ayuntamientos primero estudian las necesidades y después hacen un seguimiento de las actuaciones, confió en que el Gobierno de Canarias llegue a un consenso sobre cómo materializar esta propuesta con los organismos sociales.

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