Las cooperativas, el modelo empresarial que facilita el camino hacia la reducción de la desigualdad económica y el respeto al medio ambiente
Más atención a las personas y mayor arraigo en el territorio. Las cooperativas reúnen todos los ingredientes para cumplir con la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible 2030 reduciendo la pobreza, achicando la desigualdad económica y fomentando la cohesión social y el respeto por el medioambiente en el que trabajan.
Con sus miembros como propietarios y administradores, el empoderamiento y la solidaridad son sus valores centrales. “Somos empresas enraizadas en el territorio, lo que nos hace tener un compromiso con él”, explica Juan Antonio Pedreño, de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes). “Ese compromiso se traduce en creación de riqueza y de un empleo digno y estable que reduce las desigualdades”.
En paralelo a la sostenibilidad económica, las cooperativas apuestan por la cohesión social ayudando al mantenimiento de la población en zonas con riesgo de despoblación. “Ni abandonamos el territorio ni nos deslocalizamos: nuestro compromiso social es enorme”, subraya. De ahí, sostiene, la importancia que también tiene para las cooperativas el “vector medioambiental” y aseguran que “uno de nuestros principios es el compromiso con el entorno ahora y en el futuro; por eso, nuestro compromiso con el medioambiente es absoluto, porque no nos vamos a ir de donde estamos”.
Las entidades de la economía social representan el 10% del PIB en España. Un número importante que puede ser aun mayor, dice Pedreño, de no ser por lo difícil que es cambiar un modelo histórico de capitalismo basado exclusivamente en el rendimiento del capital financiero. “Lo bueno es que la sociedad está demandando un compromiso mayor de las empresas y ahora ya se empieza a hablar de otro tipo de capitalismo, un capitalismo contaminado en positivo por valores cooperativos, como el mayor compromiso social, la sostenibilidad medioambiental y la transición ecológica”, enumera.
Una semana después de que en abril se aprobara en España el anteproyecto de Ley Integral de la Economía Social, la Asamblea General de la ONU también dio su respaldo a una resolución para promover la “economía social y solidaria”. Como advierte Pedreño, “todas las instituciones están hablando ahora a favor de la economía social, con la Comisión Europea definiéndola como uno de los catorce ecosistemas fundamentales en su estrategia industrial”.
Uno de los mitos en torno a las cooperativas es la supuesta dificultad para la toma de decisiones. Según propone Pedreño, eso solo es cierto para decisiones de calado como grandes ampliaciones o reducciones de la capacidad productiva. Pero en la operativa del día a día, el funcionamiento es similar al de una empresa tradicional, con un administrador designado sobre el que se delegan las funciones ejecutivas.
Que las decisiones relevantes se tomen entre todos termina siendo una de las ventajas de las cooperativas, sostiene. “En una empresa capitalista normal, si el dueño se levanta mal y quiere cerrar el negocio, lo cierra; en la cooperativa, como lo tendrían que aprobar los socios lo van a pensar más, por eso se dice siempre que las cooperativas tienen mayor resiliencia y capacidad de resistir a los embates que las empresas de un solo dueño”, explica.
“Lo primero es la persona, el centro de nuestra razón de ser”, dice Carlos Sierra Sosa, de la cooperativa de enseñanza Echeyde. “Cuando en 1980 abrimos nuestro primer colegio, teníamos un objetivo doble: conseguir un trabajo estable y de calidad para los socios trabajadores y tener un proyecto educativo propio”, recuerda.
El inconveniente que enfrentaron entonces fue el escaso nivel de cooperativismo de Canarias, dice. Esto, en su opinión, puede cambiar tras la aprobación en 2022 de una ley autonómica de cooperativas. “Lo bueno de que sea la última comunidad autónoma en tener una ley de cooperativas es que también es la más moderna”, indica.
Aunque todavía falta el desarrollo normativo y la dotación en los presupuestos, Sierra tiene esperanzas de que la ley contribuya a la creación de nuevas cooperativas y al sostenimiento de las actuales. Según Sierra, las cooperativas necesitan ayudas, especialmente las de trabajo asociado, porque no cuentan con capital inicial. “Una vez consolidadas sí que competimos en el mercado, como todas las demás, pero necesitamos estas ayudas para arrancar en la fase inicial y por el arraigo que tenemos y la circunstancia de que todos nuestros beneficios se reinvierten en el territorio”.
Asesoramiento fiscal y contable
En España hay más de seiscientas cooperativas de enseñanza, además de numerosas cooperativas agrícolas, de vivienda, de crédito, de consumidores, de comerciantes y de asesoramiento. Centrada en el asesoramiento fiscal y contable, Coecan es una cooperativa de economistas de Canarias especializada en ayudar a otras cooperativas con asesoramiento fiscal y contable. En opinión de su director, Jaime Cabrera, una de las ventajas que incorpora la nueva ley de Canarias es la posibilidad de constituir cooperativas de trabajo asociado con solo dos miembros (antes hacían falta tres).
“Hay alguna ventaja más en relación con los fondos obligatorios de reservas, que ahora se pueden repartir en caso de disolución, y mejoras técnicas para adaptar la ley a los tiempos actuales, como la posibilidad de celebrar asambleas telemáticas y cosas así”, explica.
Independientemente de la nueva ley, prosigue Cabrera, hace dos años se abrió una línea para subvencionar inversiones en cooperativas. “La fiscalidad de las cooperativas de trabajo asociado es muy beneficiosa, con un tipo de gravamen del 8%, además de una subvención de siete mil euros por la incorporación de personas desempleadas”, resalta.
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