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La curva del coronavirus en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife: mientras una baja la otra sube

Gente con mascarillas en la calle Triana de Las Palmas de Gran Canaria

Toni Ferrera

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El coronavirus está remitiendo en Las Palmas de Gran Canaria. Así lo indica la curva epidemiológica del virus en la capital de la provincia más oriental del Archipiélago. Los datos durante el mes de septiembre son prometedores, no solo para la propia ciudad, sino también para la isla de Gran Canaria en su totalidad, que estaba sufriendo en gran medida el descontrol de la enfermedad en el municipio capitalino.

El farolillo rojo se encendió a mitades de agosto. Las Palmas de Gran Canaria sumaba a principios de mes entre 10 y 20 nuevos positivos. Durante varias semanas el virus cogió velocidad y el 26 de agosto se notificaron 221 infectados solo en la capital, según las cifras recogidas por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias. El Ejecutivo de Ángel Víctor Torres decidió responder imponiendo nuevas restricciones en las islas más afectadas, como Lanzarote, El Hierro y Gran Canaria, donde ha habido varios municipios golpeados por la pandemia (Tejeda en estos momentos). Pero la mayoría de las infecciones siempre se han concentrado en la capital. Este miércoles, Gran Canaria contabilizó 67 contagiados. 60 se detectaron en la urbe capitalina, el 89,55% del total.

El gráfico muestra la incidencia acumulada del coronavirus en los últimos siete días por 100.000 habitantes. Las Palmas de Gran Canaria llegó a alcanzar una incidencia de 324, 27 el 4 de septiembre, la peor cifra que se ha registrado en la isla y en el Archipiélago. Pocos días después, Sanidad anunció que realizaría un cribado masivo en los barrios con mayor transmisión comunitaria del virus, como La Isleta, para conocer la foto final de la pandemia que podría estar alterada por la acumulación de los casos no detectados. La situación era preocupante. Y algunos expertos, como el jefe de epidemiología de Salud Pública, Amós García, cargaron contra aquellos que se estaban saltando la cuarentena y pidieron responsabilidad a la población.

Se acumulaban los positivos y tanto Las Palmas de Gran Canaria como Arrecife se encontraban en el ránking de las ciudades más afectadas del país, según un análisis de eldiario.es el 8 de septiembre, solo superadas por algunas localidades de Madrid y Lorca, en Murcia, que en estos momentos es la región con mayor incidencia del COVID-19 en España. Ahora Las Palmas comienza a poner pies en polvorosa y se sitúa con una incidencia de 145,29, cifra que, sin tener en cuenta el registro del lunes (134,76) es la menor desde el 19 de agosto.

En Santa Cruz de Tenerife viven una realidad paralela. Contraria a la de Las Palmas de Gran Canaria. Si la curva de esta última ha descendido en las últimas semanas, la de la ciudad santacrucera sube y ya preocupa a las autoridades. El pasado 18 de septiembre Tenerife notificó 107 contagiados frente a los 98 de Gran Canaria. Era la primera vez que la isla de la provincia más occidental encabezaba la lista de infectados diarios en la segunda ola del virus.

En Santa Cruz de Tenerife la incidencia en la última semana es de 110,94, la más alta desde el 30 de marzo (en pleno estado de alarma), y muy cerca de la peor cifra que el municipio ha registrado (132,65 el 26 de marzo). El virus se ha reactivado en la isla del Teide. Y Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria vuelven a adoptar caminos opuestos. Como llevan haciendo desde que llegó el coronavirus al Archipiélago.  

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