Europa tendrá pasaportes con datos biométricos

La Eurocámara ha dado este miércoles su visto bueno, en primera lectura, a la introducción de los datos biométricos del titular, incluidas las huellas dactilares, en los pasaportes expedidos en la Unión Europea (UE). Algunos de los métodos de autentificación biométrica más utilizados son los patrones faciales o de venas de la mano, la geometría de la palma de la mano, las huellas dactilares y el reconocimiento de retinas e iris, explica un comunicado.

En España, desde el 28 de agosto de 2006, todos los pasaportes expedidos “incorporan un chip que contiene el dato biométrico relativo a la imagen facial del titular del documento, además de los datos personales contenidos en las líneas de lectura mecánica”, indica el texto.

La revisión de este reglamento que afecta a las medidas de seguridad aplicadas a los pasaportes fue adoptado en 2004 y entrará en vigor el 29 de junio de este año, afirma el mismo.

El Parlamento Europeo y la Presidencia de turno del Consejo alcanzaron recientemente un acuerdo en primera lectura que ha sido respaldado este miércoles en Estrasburgo (Francia), donde tiene lugar la sesión plenaria, por parte de los eurodiputados que emitieron 594 votos a favor, 51 en contra y 37 abstenciones. El ponente del informe ha sido el europarlamentario portugués del Partido Popular Europeo (PPE), Carlos Coelho.

“Tras los atentados terroristas del 11 de septiembre, los Estados miembros pidieron a la Comisión Europea que llevase a cabo una acción inmediata para mejorar la seguridad de los documentos”, recuerda el comunicado de la Eurocámara.

Con este objetivo, añade, la UE “decidió integrar los elementos de identificación biométrica en los pasaportes europeos” para “combatir el fraude y la falsificación de documentos de manera más eficiente”.

Edad mínima de 12 años

La Eurocámara y los Veintisiete han acordado “fijar una edad mínima de 12 años para la toma de huellas dactilares” puesto que se ha comprobado que las “impresiones digitales de los niños carecen en muchos casos de calidad suficiente para acreditar su identidad”.

En este sentido, los socios comunitarios en los que su legislación permite la toma de huellas a niños menores de 12 años dispondrán de un periodo transitorio de 4 años para adpatarse al nuevo reglamento, pero en ningún caso la edad mínima podrá ser inferior a los 6 años.

Evitar el tráfico de niños

Asimismo, la “nueva legislación introduce el principio de una persona, un pasaporte, que los Estados tendrán que aplicar en un plazo de tres años” con el objetivo de luchar contra el tráfico de niños.

En España, la ley ya obliga a que los menores dispongan de un pasaporte individual pero en otros “Estados miembros los pasaportes de los padres también incluyen el nombre de sus hijos menores, por lo que estos no necesitan un pasaporte propio, a pesar de que el documento contiene solamente la fotografía y los datos biométricos del progenitor”. Una situación que facilita el “tráfico ilegal de niños, ya que es difícil verificar que el nombre que figura en el pasaporte corresponde” realmente al menor.

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