Las feministas marchan en Las Palmas por un movimiento unido para llegar “más lejos”
Juntas: más fuertes, más lejos, es el lema que ha encabezado la manifestación este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, en Las Palmas de Gran Canaria. El recorrido, que partió del Parque de San Telmo de la capital, congregó a más de miles de personas en una marcha hasta la Plaza de Santa Ana.
En el transcurso de la manifestación podían escucharse consignas como “sola y borracha quiero llegar a casa”, “más mundiales y menos Rubiales” o “No es no y lo demás es violación”. En las pancartas de las mujeres más jóvenes, reflexiones de la escritora Virginia Woolf como: “En la mayor parte de la historia, Anónimo era una mujer.” También en lengua de signos se interpretó para las mujeres sordas los lemas reivindicativos tras la pancarta de la Asociación Canaria de Personas con Sordera (FUNCASOR).
El manifiesto leído al final del recorrido frente a la Catedral, plasma las preocupaciones actuales del movimiento por “los retrocesos” observados en materia de igualdad. Apelando en todo momento a la unidad, el mensaje lanzado interpela directamente al Gobierno de Canarias que, aseguran, “está desmantelando” lo que se había conseguido y exigen al Ejecutivo regional un mayor nivel de formación y mayor conciencia de género a los políticos y las políticas que ponen al frente de todas las instituciones. “Estar al frente de las políticas en la administración de Canarias es una gran responsabilidad, para atender adecuadamente las necesidades de las mujeres y ofrecer medidas ajustadas a su realidad; es preciso tener un mínimo de conocimientos sobre el diverso y complejo objetivo de la igualdad”, demandan.
Las feministas muestran también su descontento con el retroceso en la perspectiva de género en los medios de comunicación, que en el tratamiento de noticias de acoso “dan más espacio o tiempo al victimario para que se explique que a las víctimas para que sean escuchadas o poner más énfasis en el perdón que en las secuelas que ocasionan este tipo de conductas”. En este sentido, muestran su apoyo a CIMA, la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales, “que desde hace años visibiliza la realidad de las mujeres en el séptimo arte”.
Otra preocupación manifestada es el crecimiento de la desigualdad económica entre hombres y mujeres y el aumento de la feminización de la pobreza, que sigue creciendo pese al aumento del sueldo mínimo, “seguimos encadenadas al suelo pegajoso y limitadas por el techo de cristal”.
Palabras también para las mujeres y niñas que hoy están sufriendo violencia por conflictos bélicos “especialmente pensamos en las mujeres y niñas de Ucrania y de Gaza. Hoy gritamos ¡No al genocidio en la Franja de Gaza! Pero también en el apartheid en Afganistán, donde las mujeres están siendo borradas de la vida pública, recluidas en la vida doméstica, echadas de las escuelas y obligadas a casarse siendo niñas. O de los conflictos armados a gran escala en Burkina Faso, Somalia, Sudán, Yemen, Myanmar, Nigeria y Siria”.
Al mismo tiempo, reclaman medidas políticas migratorias efectivas y no denigrantes para cualquier ser humano. “Sobre todo para las mujeres que están sometidas a mayor vulnerabilidad por el simple hecho de ser mujeres, racializadas” en situación administrativa irregular.
“Nos queda mucho trabajo por hacer, pero estamos dispuestas a darlo todo y no nos dejaremos solas”, concluyen.
A continuación, se ha entregado el premio Simone de Beavoir a Amparo Delgado García, asesora jurídica en el Servicio de Prevención y Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia de Género del Ayuntamiento de La Aldea de San Nicolás y el premio Berta Cáceres 2024 para las mujeres futbolistas “por haber cambiado la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) con su sororidad y por hacer que la sociedad tenga mayor reconocimiento hacia el fútbol femenino”.
Por último, la entrega del estropajo de verguilla para Armando Ravelo “por aprovechar su posición como director de cine reconocido para acosar a mujeres”. El estropajo de esparto, para el Gobierno de Canarias “por los recortes presupuestarios en materia de igualdad y lucha contra la violencia machista”. Y el estropajo de brillo, al Colegio de Arquitectos de Gran Canaria por la invisibilización de las mujeres del sector durante un congreso celebrado durante una semana entre septiembre y octubre de 2023 en el que no programó a una sola voz femenina.
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