Un fin de año muy internacional

La propaganda china defiende la Navidad, tras varios conatos de prohibición

María Neupavert

Las Palmas de Gran Canaria —

Que la Navidad en Canarias no se vive de la misma forma que en el resto del mundo es algo que todo aquel que haya visitado las Islas sabe. Primero, porque el clima insular poco o nada tiene que ver con la típica postal navideña, las bufandas, las chimeneas y los tejados cubiertos de nieve. Segundo, porque la multiculturalidad es parte de nuestra impronta. Coreanos, senegaleses, marroquíes, noruegos, ingleses, alemanes, italianos… una larga lista de nacionalidades completan un censo poblacional en el que todos tienen cabida.

A pesar de sus diferencias, cada una de estas culturas tienen un elemento en común: estas fechas tan señaladas se pasan siempre en compañía de familiares y amigos. Pese a todo ello, las tradiciones varían de un lugar a otro del mundo.

Por ejemplo, los noruegos reciben al nuevo año con una copa de su aguardiente más típico, así como con una multitud de platos elaborados a base de pescado y unas deliciosas gachas de arroz, en donde esconden una almendra que traerá buena suerte a quien la encuentre. En Gran Canaria, la mayor parte de la población procedente de este país se concentra en el sur de la isla, en Arguineguín. Allí está el Club Noruego y la Iglesia Noruega. Tal y como comenta uno de sus miembros, este año se reunieron unas 40 personas durante la cena de Nochevieja, aunque no harán nada “especial” para despedir este 2014. “Cada uno lo celebrará con su familia, con comida y bebida, igual que se hace en España”, apuntan.

Algo diferente son las navidades para aquellos que nacieron y se criaron en Senegal. En el país africano el clima en estos meses es más cálido que en Canarias, por lo que la escasez de nieve no les pilla por sorpresa. Según explica Sheik Mousa, Presidente de la Coordinadora de Asociaciones de Senegaleses en Canarias (CASAC), hay muchas similitudes. Por ejemplo, es habitual realizar un asado, “una especie de asadero con algunas diferencias”, en el que se comen pinchitos de pollo y ternera. “Senegal es un país laico, con una importante mezcla de religiones. ”Nosotros celebramos la Navidad al modo cristiano, aunque hay otras fechas importantes“, explica. Desde CASAC se organizan algunas actividades, no sólo durante esta época sino a lo largo del año, aunque para el día 31 de diciembre no hay previsto. Tan solo se reunirán con sus amigos para recibir al 2015 en buena compañía.

Pero si hay una nacionalidad cuya forma de celebrar estas fiestas es completamente diferente, esa es la coreana. A pesar de que la religión mayoritaria en el país asiático es el budismo, la Navidad se considera un día festivo, ya que el número de cristianos y protestantes es considerable. Durante la noche del 24 de diciembre las familias se reúnen o incluso salen a cenar fuera. “Nosotros nos congregamos en la iglesia coreana y hacemos una bonita ceremonia”, señala Sung Ryull Lee, pastor de esta comunidad. La cosa cambia cuando hablamos del fin de año, ya que tal y como nos desvela Lee en Corea del Sur el año nuevo coincide con el primer día del calendario lunar. “Las fiestas se alargan por 3 o 4 días, todo está lleno de gente”, explica. La tradición coreana para el año nuevo consiste en ir a visitar a los familiares que residan más lejos, pasar un tiempo junto a ellos, vestirse con los hanbok, unos trajes típicos muy coloridos, y jugar a juegos como el Yunnori, en el que participa toda la familia.

Aún así, ésto no es óbice para que la comunidad coreana sienta el espíritu navideño. El pasado 23 de diciembre miembros de esta congregación entregaron a la Ciudad San Juan de Dios el dinero que habían recolectado durante sus exhibiciones de taekwondo, unos 2.500€. Con esta suma se pondrán en marcha proyectos solidarios de asistencia. Aunque no está específicamente vinculado con estas fiestas, sí que supone un bonito gesto que muestra el grado de integración entre esta cultura y la sociedad isleña.

Tampoco dejan de sorprender las costumbres de otros muchos lugares del mundo. En Italia, por ejemplo, es habitual cenar un buen plato de lentejas para despedir el año, ya que se cree que traen fortuna y buena suerte. En Dinamarca apuestan por comenzar el mes de enero absolutamente relajados, y es por ello que la tradición consiste en romper la vajilla contra la puerta de los seres queridos.

Uvas de la suerte, lencería roja, poner un anillo de oro en la copa de champán… Lo cierto es que todas las tradiciones son válidas con tal de focalizar la energía positiva y creer que el próximo año será mejor que este 2014 que está a punto de finalizar.

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