Inundaciones, desbordamientos y caídas de árboles: los efectos de la lluvia en la capital grancanaria
Hasta 34 incidencias han tenido lugar en Las Palmas de Gran Canaria durante este miércoles a causa de las lluvias torrenciales. Y es que en la ciudad capitalina han llegado a caer 36,1 litros de agua por metro cuadrado, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología en Canarias
En concreto, según la Policía Local, se han producido seis incidentes causados por inundaciones, 21 desbordamientos de alcantarillado, dos caídas de árboles, dos incidencias por barro y piedras en la calzada, que han provocado incluso que algunos vehículos quedasen atrapados en un aparcamiento, y otras tres incidencias por pequeños desprendimientos sobre la vía pública.
Un caos que se ha originado en torno a las 11.00 horas, cuando se activó la prealertay se prolongó apenas durante media hora, según Emergencias de Gran Canaria. La Playa de Las Canteras, y en concreto la zona de la Cícer, donde el agua desembocaba tras discurrir por el cauce del Barranco de La Ballena, fue uno de los escenarios de la jornada de este miércoles.
Una prueba más de las deficiencias que tiene la ciudad capitalina para hacer frente a precipitaciones importantes fueron las caídas de suministro eléctrico y telefonía móvil en el Complejo Hospitalario Insular Materno Infantil y el Hospital Doctor Negrín, quedando incomunicados.
La lluvia afectó principalmente a Gran Canaria, pero en las islas occidentales se produjeron fuertes rachas de viento. Así, en el observatorio de Izaña y en el aeropuertos Norte de Tenerife se registraron velocidades máximas de 70 y 42 kilómetros por hora.
En la isla tinerfeña también se experimentaron las temperaturas mínimas, -2,1 grados centígrados también en Izaña y -2,5 en las Cañadas del Teide. En Gran Canaria el contraste de la jornada en cuanto a las temperaturas se hizo palpable cuando en la Vega de San Mateo el termómetro marcó 2,8 grados y en Mogán, 26 grados, la máxima del Archipiélago.
Desde el sur de Gran Canaria también se pudo divisar una manga marina, un embudo que contiene un intenso vórtice o torbellino que ocurre sobre un cuerpo de agua, usualmente conectado a una nube cumuliforme.
