Las Palmas de Gran Canaria abre un servicio de alimentación para personas vulnerables en la antigua fábrica de hielo

Antigua fábrica de hielo de Las Palmas de Gran Canaria

Canarias Ahora

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La Concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a través de la Unidad Técnica de Inclusión Social, ha trasladado el servicio de alimentación para personas sin hogar a las dependencias municipales de la antigua fábrica de hielo para mejorar el apoyo que se da a este colectivo. El traslado de este recurso supone el cierre definitivo del Centro de Acogida Municipal Gánigo, unas instalaciones que “se habían quedado obsoletas para dar respuesta a las nuevas necesidades y que serán sometidas a una reforma para darle un nuevo uso”.  

Este cierre definitivo se realiza después de que se haya hecho efectivo el traslado del servicio de alimentación y de las plazas residenciales a las dependencias municipales de El Polvorín el pasado mes de diciembre. 

El centro municipal de la fábrica de hielo es también la sede del equipo de intervención en calle de Servicios Sociales y del Servicio de Orientación, Información y Valoración para personas sin hogar y en el futuro se sumará a la red municipal de recursos alojativos. 

Este servicio se enmarca dentro de la atención integral que ofrece el Consistorio capitalino a las personas que carecen, temporal o eventualmente de un alojamiento, bien sea por razones de transeuntismo, situación de marginalidad, desarraigos al medio o a la familia, o bien por sus necesidades de vida cotidiana. 

La concejala de Servicios Sociales, Carmen Luz Vargas, señala que “un recurso para personas sin hogar merece un lugar digno y seguro. La principal finalidad del traslado es mejorar la atención a estos usuarios en un espacio mucho más apropiado que Gánigo, un centro que se puso en marcha en la década de los 40 y que había quedado totalmente obsoleto”. 

De esta forma, “garantizamos la calidad en el servicio integral que los profesionales municipales brindan para acompañar y mejorar las condiciones de vida de estas personas”, señala Vargas, quien indica que “damos respuesta a las nuevas necesidades, a las demandas de los trabajadores, de los propios usuarios y de los vecinos”. 

La Unidad Técnica de Inclusión Social intenta que las situaciones de marginalidad que viven estas personas tengan un tratamiento específico dentro de los Servicios Sociales municipales, dando acogida temporal, con la finalidad de utilizar medios que permitan y procuren la reinserción a la comunidad de cada usuario del servicio. De esta forma, desde el Ayuntamiento se presta alojamiento, alimentación, servicio de asistencia y ayuda social, atención médica y psicológica.  

“Las personas que viven en esta situación muchas veces se muestran reticentes a dejar la situación de calle y los motivos son muy diversos. Los trabajadores de esta unidad tienen que trabajar de manera continua con ellos con el objetivo de que hacerles ver que la ayuda municipal ayudará a mejorar su vida y para ello es fundamental que los espacios y los recursos tengan las mejores condiciones de comodidad y seguridad”, explica Vargas. 

Dentro de las mejoras que se están llevando a cabo en el servicio, el Ayuntamiento está ultimando el lanzamiento de un aplicativo que se pondrá en marcha conjuntamente con las entidades sociales que ofrecen servicio de comedor para mejorar el conocimiento de esta población. 

Los comedores son una de las puertas de entrada a los servicios sociales y esta herramienta facilitará el trabajo en red entre los servicios sociales municipales y las ONG. Esta herramienta, que recogerá los nuevos criterios para el recuento establecidos por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, permitirá tener un mayor control sobre la situación estas personas y los recorridos que realizan para dar una respuesta más personalizada y eficaz. 

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