El STEC-IC exige mayores garantías de seguridad frente a la COVID-19 para toda la comunidad educativa en Canarias
El Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Canarias (STEC-IC) denuncia la falta de implicación de las instituciones con docentes, personal laboral y administrativo, alumnado y toda la comunidad educativa en general, sector “afectado de forma notable por la pandemia de la COVID19”, afirma el sindicato.
El colectivo considera que los profesionales que intervienen en los centros educativos conforman un grupo altamente expuesto al coronavirus. Los datos más recientes, como expresa el texto, señalan que el personal docente se sitúa ya como el tercer colectivo más afectado por número de contagios. “Pedimos que se tengan en consideración estos datos, con más de un 10% de bajas laborales en el ámbito estatal, según las últimas estadísticas, a la hora de organizar la segunda fase del proceso de vacunación. El profesorado, para mantener su función de trabajo esencial, necesita hacerlo con la seguridad necesaria e imprescindible”.
Por ello, el STEC-IC estima necesario que se tengan en cuenta todos estos factores a la hora de determinar el orden de vacunación de la población, “considerando a todo el personal de los centros escolares como grupo de riesgo prioritario tal como recomienda la UNESCO y la Internacional de la Educación”.
Asimismo, también requiere a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias para que publique semanalmente los datos relativos a bajas, contagios, incidencias por grupos de trabajo, etc., “para que, como agentes implicados, podamos hacer nuestra función de prevención en salud y seguridad en nuestros centros de trabajo”, señala la nota.
Por otra parte, el colectivo de trabajadores en la enseñanza también demandan mayores garantías de seguridad para el profesorado, el alumnado y el personal no docente en los centros educativos mediante la distribución de material necesario y los gastos derivados de ello. En este sentido, el STEC-IC ha elaborado una lista con lo que considera imprescindible:
- Suministrar suficientes EPI adecuados para el colectivo docente y trabajadores no docentes de los centros educativos con la protección máxima, incluyendo mascarillas FPP2, que atajen la exposición a los aerosoles, el mayor propagador de este patógeno. Asimismo y entre otros elementos de protección, es necesario disponer de guantes especialmente en momentos en que haya que compartir algún tipo de material.
- Dotar de micrófonos portátiles y amplificadores de voz al profesorado. El hecho de que exista un número de alumnos elevado en muchas aulas y el imprescindible uso continuado de las mascarillas durante muchas horas, hacen que la salud foniátrica del profesorado peligre, como explica la nota.
- Suministrar a todos los centros el material preciso de limpieza y desinfección, así como el personal necesario, para que las aulas y espacios comunes estén desinfectados.
- Dotación, a todos los centros educativos, de material para la medición de CO2 y filtros HEPA, que se están demostrando necesarios, tal como el propio Ministerio de Sanidad ha recogido en sus últimas guías editadas.
- Realización periódica de muestreos o cribados en centros educativos a fin de valorar la incidencia epidemiológica y tomar con prontitud las decisiones sanitarias que correspondan.
- Estudio y modificación de los niveles de riesgo en el colectivo educativo.
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