Ocho de cada diez superdotados registrados en España son hombres
De cada diez superdotados intelectualmente que han sido registrados en España, ocho son hombres y dos mujeres. España es uno de los países con un desequilibrio más acentuado en este campo, según la organización Mensa, que agrupa y se dirige a personas superdotadas.
El presidente de esta asociación, Javier Achirica, ha subrayado que estos resultados no significan en absoluto que haya ninguna diferencia de inteligencia entre hombres y mujeres, sino que hay un problema de detección, exclusivamente.
“Está estudiado -dice Achirica- que a nivel genético no hay ninguna diferencia, hay tantos superdotados mujeres como hombres, lo que pasa es que en España socialmente aún no está bien visto que las mujeres sean inteligentes y muchas optan por callárselo, no demostrarlo o incluso no le dan importancia”.
MENSA, que tiene cerca de 1.300 asociados en España y unos 100.000 en todo el mundo, está celebrando en Lleida la reunión anual de la organización, con la participación de 180 superdotados españoles.
La finalidad de esta organización es identificar y apoyar a las personas superdotadas -se calcula que un 2% de la población lo es-, y ofrecerles un entorno social e intelectualmente estimulante y fomentar la investigación al respecto.
En la reunión se ha destacado que cerca de un 40% de los niños superdotados intelectualmente no consigue acabar la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) por no sentirse suficientemente estimulados en el sistema educativo.
Y es que, según el presidente de la asociación, uno de los principales problemas de los superdotados es que el sistema educativo no les ofrece la atención que necesitan, por lo que muchos niños se aburren en clase, no atienden y de ser inteligentes pasan a ser problemáticos.
“Nosotros recibimos llamadas de padres desesperados porque no saben qué hacer o dónde llevar a sus hijos, pues los pocos centros especializados que hay están en las grandes ciudades, son privados y al costar mucho dinero no todo el mundo puede acceder a ellos”.
Para el presidente de MENSA, el sistema educativo ignora a los niños superdotados y no les ofrece programas específicos de atención a sus necesidades “porque eso significaría más recursos económicos y personales, así no se atiende y ya está”.
Una solución estaría, según Achirica, en volver a permitir que los niños superdotados pasen a cursos superiores, aunque permitiendo que hagan actividades con los de sus edad, “ya que, si no, sus necesidades intelectuales estarían cubiertas, pero no las emocionales y sociales”.
La situación de España, asegura, contrasta con la de países como Estados Unidos, “donde se hacen test de inteligencia en las escuelas, cosa que aquí no; se crean programas específicos de atención a los superdotados y serlo está bien valorado a nivel laboral, de manera que muchos ponen su cociente intelectual en el currículum, lo que aquí a nadie se le ocurre”.