Los trabajadores de urgencias proponen crear equipos móviles de profesionales para rotar por los centros de salud según su saturación

La Plataforma de Trabajadores de Urgencias Extrahospitalarias de Gran Canaria ha elaborado un documento con ocho grandes propuestas con el objetivo de mejorar el servicio de las urgencias en los centros de salud de la isla. Entre las sugerencias más destacadas se encuentra la creación de equipos móviles, formados por un médico, un enfermero y un celador, para rotar por los centros de salud en función de la saturación de los diferentes servicios. “Queremos un modelo de urgencias que optimice sus recursos de manera sistematizada, no con improvisaciones en último momento”, manifiestan en el escrito.

El informe se ha realizado después de conocer y debatir las propuestas de los profesionales de cada centro. Miguel Ángel Morales, portavoz de una plataforma que reúne a más de 400 trabajadores, hace hincapié en la importancia que tienen todas y cada una de las propuestas, pero destaca la necesidad de que exista un doble equipo en todos los servicios de urgencias que por número de habitantes lo necesiten.

La primera propuesta es el aumento del personal. El colectivo sostiene que se debe incrementar teniendo en cuenta el número de profesionales necesarios por los criterios de población, tanto la permanente como la no permanente, teniendo en cuenta los requerimientos específicos de los municipios turísticos. Plantea una ratio máximo asistencial de 60 pacientes por unidad de atención urgente (UAU) atendiendo a criterios horarios, estacionales, epidemiológicos y de picos de afluencia.

El colectivo insiste en que no existan puntos del Servicio Normal de Urgencias (SNU) sin doble equipo; que se actualicen las plantillas de los Puntos de Atención Continuada (PAC) en función de la demanda y la población, y que  se optimice la contratación de profesionales disponibles de los Servicios de Urgencias Públicos Hospitalarios y Extrahospitalarios. “Sin un aumento de las plantillas es un imposible y un maltrato premeditado y con alevosía a pacientes y profesionales”, reza el documento.

En este apartado también se reitera que se deben ampliar las plantillas en SNU y PAC con sobrecargas mayores a 60 usuarios. En municipios como Arucas exigen mínimo dos Unidades de Atención Urgente (UAU) que están compuestas por un médico, un enfermero y un auxiliar clínico de lunes a viernes y un refuerzo de 17.00 a 22.00 horas. Además, reclaman tres UAU para los fines de semana y festivos.

En Las Palmas de Gran Canaria, en SNU como el del Barrio Atlántico, es necesario tres UAU de lunes a viernes y cuatro los fines de semana y festivos; en Guanarteme y Tamaraceite, dos entre semanas más un refuerzo de 17.00 a 22.00 horas los sábados, domingos y festivos. En los barrios de Jinámar y Schamann precisan de dos unidades entre semana y dos los fines de semanas y festivos, además de un refuerzo de 09.00 a 22.00h. El caso más destacado es en el barrio de San José que, por criterios de población, requieren tres UAU de lunes a viernes y cuatro los sábados, domingos y festivos.

El municipio de Ingenio, según esta propuesta, debería incorporar dos UAU de lunes a viernes y un refuerzo de 17.00 a 22.00 h, al igual que los fines de semana y festivos con un refuerzo que empiece desde las nueve de la mañana. En Maspalomas, con la excepción de que es una localidad que tiene una localidad con población flotante, debido al gran número de turistas, precisa de tres UAU de lunes a viernes más un refuerzo de un médico residente y, los sábados, domingos y días festivos, cuatro UAU las 24 horas más un refuerzo. El colectivo propone que en cada equipo de guardia haya un traductor de alemán, inglés y nórdico.

Otros municipios como Telde, en los SNU de El Calero y Las Remudas o el SNU de El Doctoral, también necesitan los refuerzos de equipos de Unidades de Atención Urgente. La plataforma propone además convertir en SNU, con urgencias entre las 17.00 y las 09.00 horas,  todos los Puntos de Atención Continuada que por demanda y gestión deberían serlo. Agüimes, Arguineguín, Guía y Santa Brígida son algunos de los que llevan años solicitando la conversión.

Ampliar el horario y la cobertura geográfica del servicio de urgencias a domicilio es otra de las sugerencias. “Queremos que todos los pacientes con distintos grados de dependencia, ancianos frágiles, pacientes en cuidados paliativos, pacientes crónicos pluripatológicos o cualquier paciente con dificultades para la movilización, dispongan de un servicio como el SEU (Servicio Especial de Urgencias)”, se explica en el documento.

Actualmente, en Gran Canaria, solo existe un SEU que funciona desde las 17.00 horas hasta las 09.00h y solo está disponible en la capital de la isla, que era el único lugar que en el momento de la implantación cumplía con las condiciones para tenerlo. En muchos casos se mueve a un anciano que puede ser atendido en su domicilio con las consecuencias que eso le puede causar, como esperar por una unidad de transportes que lo lleve a su vivienda, que en numerosas ocasiones tardan hasta seis horas.

Desde el colectivo consideran que en Las Palmas de Gran Canaria debería haber cuatro SEU. En Telde, uno; en el Sureste (Santa Lucía, Ingenio, Agüimes y Valsequillo), dos; en el Sur (San Bartolomé de Tirajana y Mogán), uno, y en medianías (Santa Brígida, San Mateo, Teror y Arucas), uno por la dispersión geográfica, al igual que en el norte (Guía, Gáldar, Arucas, Moya, Firgas y Agaete).

La cuarta propuesta que se presenta en el documento es contar con una amplia red de SNU de tamaño mediano en vez de contar con un gran centro alejado de los núcleos poblacionales. La plataforma cree que es necesario tener puntos no “tan masificados”. “Entendemos que es mejor puntos pequeños, más amables y más cercanos, no grandes en los que existan tres médicos, pero tienes a gente esperando cuatro o cinco horas”, explica Morales.

La plataforma busca un modelo sanitario que cuide su valor fundamental: sus profesionales. El objetivo es que el sistema sea respetuoso con los trabajadores mediante acciones sostenibles que brinde una asistencia basada en la excelencia, que procure garantizar su bienestar físico y psicológico y que los retribuya acorde a su nivel de formación académica y a la presión y responsabilidad que asumen.

El colectivo también plantea aumentar el número de ambulancias medicalizadas: una en la zona sur, una en la zona norte, una en la zona centro y situar sus bases en poblaciones “clave” para evitar retrasos en los tiempos de asistencia en las que se encuentran alejadas de las bases actuales. La última propuesta es la creación y dotación de una ambulancia social que recoja a personas sin hogar en la vía pública o del centro de salud para llevarlos a Cáritas, Gánigo u otras asociaciones y así evitar enviarlos a los hospitales.