Más vale prevenir que curar cuando calienta el sol
La llegada del verano, supone el momento del año donde los ciudadanos practican el tueste, buscando lucir el mejor moreno. Esta costumbre para el doctor Fernández Lorente, de la clínica madrileña La luz, “debe estar controlada, sobretodo si se trata de personas con antecedentes familiares de melanoma, piel y ojos claros, o con más de cincuenta lunares en el cuerpo”.
Normalmente, tomar un exceso de sol acarrea efectos secundarios como quemaduras y envejecimiento de la piel, pero “apenas supone un disgusto”, nada comparable a “la llegada de un cáncer, por falta de protección, otro efecto que no debe pasar desapercibido” subraya Fernández.
Con el fin de detectar de forma precoz el melanoma para poder realizar una extirpación quirúrgica, cuando el tumor no ha invadido las capas profundas de la piel, los organismos sanitarios piden “cuidado y autoexploración”.
El doctor Fernández Lorente, insiste que “el sol ya no es lo que era”, la capa de ozono es la principal barrera natural de la atmósfera frente a las radicaciones ultravioletas y con su progresivo deterioro, “estamos indefensos”. Para Fernández “aproximadamente un 90% de los cánceres de piel se producen por exposición cutánea a estas radiaciones”, por lo que ánima a extremar las medidas de protección solar.
Recomendaciones
El doctor Fernández advierte que es necesario “evitar la exposición prolongada al sol”, principalmente en las horas de mayor incidencia de luz ultravioleta (de 12:00 a 17:00 horas), aplicarse una crema solar protectora siempre que se esté al aire libre, ya sea playa o montaña, con un factor de protección mínimo del número 15, utilizar sombreros o gorras y llevar camisas de manga larga, “sobretodo en las personas con mayor riesgo de padecer melanomas, ellos incluso deben atender a un protector solar con un factor de 50”.
“Es muy importante emplear correctamente los fotoprotectores: se deben aplicar con la piel seca, una hora antes de la exposición solar, renovarlos cada tres horas, sobretodo si realizamos actividades que disminuyan su factor de protección, como sumergirnos en el agua o sudar” concreta.
En el caso de que se detecte un lunar nuevo y sospecho, “consulte la opinión de expertos, vaya al médico” concluye Fernández.
