Las vallas de la discordia en Schamann
La calle Rafael Mesa y López es un excelente balcón desde el que contemplar las mejores vistas de la zona baja de Las Palmas de Gran Canaria y su bahía, con los barrios de Arenales, Ciudad Jardín, la playa de Las Alcaravaneras, el Puerto e incluso La Isleta. Sin embargo, la asociación cultural Ateneo Ciudad Galdós protesta porque entre los números 28 y 36 los propietarios de esas viviendas, que son los dueños de la empresa Hermanos Domínguez, han quitado la barandilla verde de la zona (cuya altura era, aproximadamente, de 1,50 metros) y han levantado varias vallas tipo hércules que impiden disfrutar del panorama.
El presidente del Ateneo, Juan Alonso, explica que en esa parte, conocida como Parque Frío, habían presentado hace un año en el Ayuntamiento un proyecto para que se realizara en él el Mirador Ciudad Galdós, el cual contaría con zona ajardinada, un parque para niños, una marquesina, una zona para espectáculos y una estatua de Benito Pérez Galdos ya que esta parte de la ciudad es donde se desarrollan las actividades del proyecto cultural Vive Galdós y donde las calles tienen nombres de la obra del escritor grancanario.
Sin embargo, desde que estos particulares comenzaron a levantar esta verja, temen que su idea no tenga cabida, aparte de perder unas vistas que llevan disfrutando toda la vida.
El concejal del Distrito Ciudad Alta, Mario Regidor, explica a este periódico que el vallado tiene permiso de Vías y Obras Públicas, y que, aunque entiende las quejas de los vecinos, se han instalado porque los particulares van a realizar unas obras y dan seguridad. “Si priorizamos estética o seguridad, lo tengo claro que será lo segundo”, sostiene.
Así, informa que la solicitud de los particulares al Ayuntamiento fue el 19 de agosto del año pasado y que el motivo es que van a realizar unas obras en las viviendas, por lo que quieren instalar de manera momentánea este sistema de seguridad y que una vez concluyan las mejoras, está planeado que lo retiren. Aparte, los dueños de estas casas han deposito en las arcas de Vías y Obras Públicas de 4.000 euros con la que el Consistorio se asegura la buena ejecución de la obra y que no dañan, por ejemplo, las aceras.
A pesar de ello los vecinos no se fían ya que antes de estas verjas ya estaban otras que estaban oxidadas (igual que las contiguas a este número), aunque no se había retirado la barandilla verde como ahora sí se ha hecho, rompiendo la uniformidad.
