CRÍTICA DE CINE

Pixar vuelve a aprobar

Fotograma del filme de animación de Pixar

Fer D. Padilla

Santa Cruz de Tenerife —

- Título: Coco (2017)

- Dirección: Lee Unkrich y Adrián Molina

- Guión: Adrián Molina y Matthew Aldrich (basado en una historia original de Lee Unkrich, JasonKatz, Matthew Aldrich y Adrián Molina)

- Reparto: Anthony González, Gael García Bernal, Benjamin Bratt (voces)

Pixar se marca un gran homenaje a la cultura mexicana en esta nueva producción fácilmente recomendable. Quizá sea un movimiento oportunista por parte de la factoría el de hacer este guiño después de tanta polémica política entre los dos países o tras los continuos aplausos que durante los últimos años la industria hollywoodiense le brinda a su vecina del sur. Quién sabe.

Más allá de segundas lecturas, no sería de extrañar que, viendo el resultado, los espectadores de ese país dieran una gran acogida a esta Coco. La dirección se encuentra en la línea de los últimos trabajos de la compañía -ni mejor ni peor, siempre buena- y el universo de calaveras y diablitos siempre se deja querer.

Debemos resaltar entre los personajes a los más carismáticos, ese Héctor canalla que capta perfectamente la personalidad que supone representar -gran Gael García Bernal en la voz- y esa entrañable anciana que da nombre a la película.

El entorno de los diferentes personajes nos lleva de la mano al único ámbito en el que quizá se puedan encontrar flaquezas significativas: la historia. A veces infantil, a veces mal explicada. Fantástica elección de referencias con las que no se sabe muy bien a dónde quieren llegar, o por el contrario se da demasiado por hecho entre el público infantil, cuando para nada es el caso. Por no hablar del ambiente de telenovela que inunda todas las escenas en las que se da un giro narrativo.

Los mensajes y las decisiones extraíbles de los personajes y sus actos en la historia son igualmente confusos. Incluso en la trama protagonista, no quedando muy claro hacia dónde es legítimo que ande el héroe en cuestión, en este caso Miguel. O puede que todo esto, humildemente, sea una lectura errónea del que firma y que ciertos mensajes y decisiones deban quedar abiertos cuando ninguna de las opciones es mala en absoluto.

Pros y contras aparte, Pixar vuelve a estrenar un largometraje plenamente disfrutable, lleno de valores y con escenas musicales que emocionan. Momentos que provocan algo en el interior, sensación que parece escasear.

La comparativa será irremediable con El libro de la vida (Jorge R. Gutiérrez, 2014), para los que la hayan visto, pudiendo salir perdiendo Coco. Sin embargo, siempre deberíamos recomendar una buena película de animación con entornos y elementos originales, atractivos, divertidos, interesantes y educativos, y Coco tiene todo eso.

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